Bahía Blanca | Domingo, 05 de mayo

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Un caso de extorsión

La instalada modalidad delictiva de los secuestros virtuales parece apuntar ahora a la región cercana a Bahía Blanca, ya que en las últimas horas se produjo otro caso, según la denuncia que ingresó ayer en la mesa de entradas de la fiscalía local. El hecho tuvo por escenario una vivienda de Darregueira, según la presentación que realizó el vecino Enrique Manuel Vicente, de 50 años, en la comisaría Segunda de Puan.


 La instalada modalidad delictiva de los secuestros virtuales parece apuntar ahora a la región cercana a Bahía Blanca, ya que en las últimas horas se produjo otro caso, según la denuncia que ingresó ayer en la mesa de entradas de la fiscalía local.


 El hecho tuvo por escenario una vivienda de Darregueira, según la presentación que realizó el vecino Enrique Manuel Vicente, de 50 años, en la comisaría Segunda de Puan.


 Detalló el hombre que el lunes pasado, alrededor de las 15, recibió una comunicación a su teléfono fijo, mediante la cual una voz masculina le advertía que habían secuestrado a su hija y que, a modo de rescate, solicitaban tarjetas telefónicas de la firma CTI Móvil.


 Urgido por la situación, Vicente decidió adquirir un total de 300 pesos en tarjetas y les comunicó los números de registros de cada una de ellas al desconocido interlocutor, quien, con el botín virtual en su poder, cortó el diálogo.


 Acto seguido, y mientras procuraba superar el trance, el damnificado pudo comprobar que su hija se encontraba en perfecto estado de salud.


 En el sumario, caratulado como extorsión, tomará intervención a la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 9, a cargo del fiscal Sebastián Foglia.


 No se descarta que, como en la mayoría de estos hechos --se simula el secuestro de un allegado a la víctima a fin de obtener los números de las tarjetas telefónicas para ser posteriormente utilizadas-- la llamada haya partido de alguna unidad carcelaria.

Delitos en Pigüé.




 Entretanto, dos ornamentos de tela bordada, de elaboración indígena, y una bandera nacional, sustrajeron desconocidos de la capilla del Hospital Municipal de Pigüé.


 La denuncia fue radicada por el capellán Hilario Jorge Gottfrit (71), quien informó que el hurto se concretó entre el 25 y el 30 de marzo pasados.


 Por otra parte, el jubilado Luis Roberto Ripari (76) fue víctima del despojo de una motoguadaña, con motor a nafta, de color rojo, marca Honda.


 La herramienta se encontraba en un quincho de la finca del damnificado, en Washington 396, de aquella ciudad, al cual los ladrones ingresaron después de forzar una ventana.


 En este caso se iniciaron actuaciones por robo.