Otro traumático asalto tuvo por víctima a una familia
La desenfrenada violencia que parece instalada nuevamente en los robos a mano armada cometidos en nuestra ciudad escribió una nueva página en las últimas horas cuando una mujer que se resistió a un robo en su departamento del barrio UPCN recibió una herida de arma blanca en la cabeza y uno de sus nietos, de sólo siete años, fue apuntado con un pistolón.
El traumático asalto se registró poco después de las 21 del sábado, en el departamento 4 --planta baja-- del monoblock 43 del citado complejo habitacional, a la altura de Brickman 1483, cuando a metros de ese lugar, una comisión policial realizaba un operativo de rutina en la vía pública.
Estefanía Jairedín de Ochoa, de 64 años, la dueña de casa, se encontraba hablando por teléfono y mirando la televisión, cuando se inició la odisea.
"Entró por la ventana del balcón un tipo y me dijo 'quiero la plata' y entonces me enfurecí y le dije 'qué te voy a dar la plata g... de m...' y me sacó el teléfono y lo tiró al piso", relató, aún con las secuelas visibles del corte que sufrió en la parte superior de su testa, de donde perdió mucha sangre y recibió tres puntos de sutura en el Hospital Municipal.
Mientras la mujer forcejeaba con el ladrón, su nuera, Susana Suárez (43), se encontraba en la cocina; su nieto estaba sentado en el comedor, y su nieta, de 11 años, se hallaba en una de las habitaciones.
"Cuando tiró el teléfono, le pegué con el control remoto y se metió el otro y dijo 'soltalo'. Se cruzó, agarró a mi nieto, que lloraba, y le apuntó en la cabeza con un pistolón. Ahí, el otro, me clavó el puntal (un cuchillo sin mango) en la cabeza y empecé a sangrar; el dolor era muy fuerte y ya no tenía más fuerzas", continuó.
Suárez aclaró que la herida que padeció su suegra fue en la cabeza porque el malviviente pretendió atacarla al cuerpo y, en su afán por defenderse, Jairedín se agachó.
"Cuando reaccioné, uno me dijo 'quedate tranquila' y me apretaba de atrás, pero yo le dije 'a mis hijos no los toques', les aclaré que tenía a la nena en la habitación, por si ella venía asustada, pero, por suerte, no llegó", sostuvo la nuera de la mujer atacada.
Después de apoderarse de más de 1.000 pesos, un teléfono celular de Suárez y la bicicleta del hijo de ésta, los ladrones huyeron por el mismo lugar por el cual habían ingresado.
Minutos antes de la fuga, la nieta de Jairedín había logrado escapar por la ventana de la habitación, para pedir auxilio en el cercano monoblock 38 y, desde allí, a su vez, se dio parte a la policía, que estaba en la esquina de Río Negro y Brickman, controlando transeúntes.
"Yo les pregunté cómo no los agarraron, si tardaron tres segundos en venir", comentó Jairedín.
En ese sentido, Suárez no descartó que los sujetos sean ajenos al barrio aunque tengan un lugar para "aguantarse" allí, atento al corto lapso que demoraron los uniformados en arribar.
Una gran indignación. A la mujer asaltada no le bastaron las consideraciones del inspector Ricardo Padín, jefe de la Policía Distrital, quien anteanoche se hizo presente en lugar. La inseguridad le genera inocultable indignación.
"Me puso muy mal que dos mocosos me hagan semejante cosa, por qué hay que darle el dinero, pero no por el hecho de la plata, sino que siempre entregamos todo y así estamos. Hasta cuándo vamos a estar así", reflexionó.
"Por mí, los hubiera reventado a palos, porque no puede ser que nos lleven a todos por delante y que ni un padre ponga freno. Hay que darle siempre la plata a los 'chorros', les estamos manteniendo el vicio. Es la primera vez que estoy en la vida sola y me tocó enfrentar en dos años todas cosas difíciles y me indigna que estos pibes vengan y hagan esto. Por eso les pegué y les hubiese pegado más si no apuntaban al nene. Con esa plata que se llevaron, cuánta droga se compran...", continuó.
Preguntada por la arriesgada reacción que evidenció, Jairedín reconoció que "me sale así, pero no sé por qué".
"Será porque no soporto que hagan esto, a mi que me vaya la vida en tres pesos...ya perdí a mi marido y me da lo mismo que me maten, pero cuando vi a mi nieto así, se me vino todo abajo, eso me afectó muchísimo. Desde que perdí a 'Chiche' (enviudó hace casi dos años) no estoy acostumbrada a que nadie me manosee y estos pibes te hacen de todo. Incluso tuve terror que a ella (por su nuera) la violaran", afirmó.
Finalmente, en cuanto a los autores del delito, detalló que serían jóvenes de entre 16 y 18 años.
"Estaban con la cara tapada y recuerdo que uno, el que me atacó a mi, era de ojos claritos. Me dio la impresión de que lo conocía, me quería meter el cuchillo en la cabeza porque se dio cuenta que lo podía conocer. Estoy segurísima de que estos chicos me conocen, porque soy una persona que anda muchísimo y todo el mundo me conoce, ya que siempre tuve comercio", consideró.
No fue el primero. El 8 de marzo del año pasado, cuando su nuera cumplía años y también se encontraba en su departamento, Estefanía Jairedín fue abordada por dos delincuentes cuando pretendía ingresar en su vivienda. "A esos también les pegué y no llegaron a robarme y después se fueron en una moto con una rapidez notable", sostuvo la mujer.
La violencia como eje de los robos
Al menos otros seis hechos similares, por la violencia empleada y el modo de actuar de los malvivientes, se registraron en nuestra ciudad en menos de un mes, uno de ellos con saldo fatal:
15/3: Francisco Revert Cucard (68) recibió un disparo en el pecho, que le produjo la muerte diez días después, al resistirse a un asalto en una casilla de la empresa constructora Sacoar, ubicada en 18 de Julio 3050, donde el hombre vivía y prestaba servicios de vigilancia. Los delincuentes le robaron dinero, armas y otros efectos.
27/3: Alfonso Hernández (81) fue sorprendido en su casa de Belgrano 3172, de Ingeniero White, en horas de la noche, cuando miraba televisión. Dos ladrones ingresaron por los fondos, lo maniataron y lo despojaron de más de 6.000 pesos.
29/3: A primera hora de la mañana, y luego de golpear y amenazar con torturar a Carlos Ríos (66) y a su mujer, Juana Verón (76), dos malvivientes se llevaron unos 2.800 pesos de la parrilla Tiempo de Bonanza, ubicada en el paraje El Guanaco. El negocio ya había sufrido otros dos robos importantes.
30/3: Tres malhechores ingresaron mediante engaños en la vivienda de Paraná 1235 y despojaron a Mirta Videla (53) de 1.000 pesos, dos televisores y otros varios elementos de valor. El hecho lo sufrió una joven que trabaja para la víctima en el lugar.
4/4: Cuando ingresaba el auto en la casa de su madre, ubicada en Vieytes 956, de madrugada, al vecino Alberto Regolf (60) lo sorprendieron tres delincuentes, quienes, tras golpearlo, le quitaron 7.000 pesos y joyas. Su progenitora, de 89 años, resultó ilesa.
5/4: Con un arma de juguete, dos desconocidos ingresaron por la madrugada en la vivienda ocupada por el matrimonio de Enrique Pérez y Olga Martínez, en O'Higgins 1976, y se alzaron con 150 pesos y otros elementos. Para acceder, los sujetos forzaron la reja de una ventana que da a la cocina del inmueble.