Uno de los 3.000 jardines prometidos por Macri sigue abandonado en Bahía

Redacción de La Nueva.

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Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com

   La ilusión de los vecinos del barrio Villa Irupé por contar con su jardín de infantes se desplomó completamente, tras las denuncias efectuadas por el ministerio de Educación de la Nación ante la Oficina Anticorrupción por irregularidades en el Programa “3000 jardines”. 

   Precisamente, uno de esos establecimientos educativos de nivel inicial, anunciado por el ex presidente Mauricio Macri en 2016, comenzó a construirse en abril del siguiente año en la calle Suiza al 700 (entre Tucumán y 9 de Julio) y era el único previsto en nuestra ciudad.

   Según una auditoría interna que realizó el Ministerio se destinaron 62 millones de dólares a la unión transitoria de empresas (UTE) de Bahía Blanca Viviendas SRL y Escarabajal Ingeniería, que tenían sedes en Comodoro Rivadavia (Chubut) y Río Gallegos (Santa Cruz), respectivamente, para construir 93 jardines en nueve provincias: Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Neuquén, La Pampa, Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. 

   No se finalizó ninguno. Entre ellos el ubicado en Villa Irupé, que tenía un avance de obra cercano al 70%.

   “Nunca sospechamos que se estuviera generando una maniobra fraudulenta. El encargado siempre nos decía que tenía muchas dificultades para cobrar los certificados y que cada vez los ingresos eran menores, pero la obra nunca se detuvo hasta que se fueron”, señaló Martín Di Lorenzo, presidente de la sociedad de fomento del sector.

   En su denuncia, el ministro Nicolás Trotta indicó que el metro cuadrado fue calculado en 1498 dólares cuando en la actualidad se paga 870 dólares en la provincia de Buenos Aires, 675 en Salta y 708 en San Juan.

   “Hasta que se frenó la obra, en noviembre de 2017, cuando la empresa constructora retiró sus últimos empleados, se llevó las herramientas y explicó que ya no podía seguir por sus propios medios, se trabajó muy bien, sin que nada llamara la atención”, prosiguió Di Lorenzo.

   Los contratos incumplidos fueron rescindidos en 2018, cuando la contratista ya había sido beneficiada en una suma de U$S 61.920.462 --lo que, en su momento, significó un desembolso de más de mil millones de pesos--, a pesar de no haber finalizado ninguna de las obras adjudicadas. Es decir, a cambio de un avance físico de las obras de un 41,44%, las empresas recibieron un avance financiero del 58%, según arrojaron las mediciones del Ministerio de Educación.

   “Teníamos muchas esperanzas que la obra se reanudara en algún momento. Incluso, la empresa había dejado tres serenos para custodiar el establecimiento las 24 horas y no se produjeran robos o hechos vandálicos. Pero ahora será casi imposible que se avance, ya que todo será materia de investigación judicial, y los serenos ya no están”, opinó.

   Los trabajos se paralizaron con un avance de obra cercano al 70 por ciento. A simple vista faltan las aberturas y los pisos, además de los detalles de iluminación y sanitarios.

   “Tuvimos varias promesas de reactivación. En algunas nos dijeron que se haría cargo la provincia, luego de que Nación le girara la parte administrativa. También se dijo que el municipio quería colaborar, porque es una necesidad para esta barriada, pero nada de ello ocurrió”, señaló Di Lorenzo.

   Algunos materiales de construcción quedaron en resguardo.

   “Obviamente que las bolsas de cal y cemento ya no se pueden usar, pero hay muchos perfiles y hasta placas para revestir las paredes dentro del edificio, que sigue en buenas condiciones pese al paso del tiempo”.

   Precisamente, contar con un jardín de infantes en el sector es de suma necesidad.

   “Esta es una barriada relativamente joven. Hoy los chicos tienen que recorrer alrededor de 15 cuadras para llegar a los establecimientos más cercanos (en referencia a Jardín 949 ubicado en Castelli 2745 o al 939, con sede en Sixto Laspiur 2296), que no siempre tienen matrícula”, agregó.

La obra

   El sistema de construcción, en el que predominan placas rígidas de fibrocemento, es altamente eficiente frente al calor, el frío y los ruidos. El techo es de chapa con poliuretano expandible y las habitaciones tenían previsto cielo raso de Durlock. 

   El inmueble albergaría tres salas que se vinculan con el exterior, un salón de usos múltiples, baños para ambos sexos y discapacitados, cocina, depósito, sala de espera, administración y dirección. Todas las salas, además, permiten la vinculación entre sí para favorecer prácticas pedagógicas integrales.

   Estaba previsto que los fondos para la construcción de los nuevos jardines fueran nacionales, pero los terrenos debían ser aportados por las provincias o los municipios, quienes luego tendrían que hacerse cargo de los gastos de funcionamiento y los salarios del personal.

   "Desde la sociedad de fomento buscamos respuestas, pero hasta el momento no hallamos ninguna. Es una verdadera lástima porque no falta mucho para terminarlo y porque el barrio lo necesita”, afirmó.