Bahía Blanca | Jueves, 14 de agosto

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El mate antes y después de un partido de fútbol: ¿hace bien o todo lo contrario?

Ningún profesional de la salud descarta a esta infusión nacional por ser nociva o generar efectos colaterales. Eso sí, aconsejan que se tome 30 o 60 minuto previos a un encuentro para evitar una deshidratación repentina. Agua caliente, bombilla y yerba y a otra cosa...

La imagen se repite antes y después de cada partido, se puede confirmar tranquilamente que el equipo de mate es parte del “mobiliario” del jugador de fútbol: en el micro camino al estadio, en el vestuario o en las famosas rondas o charlas que se suelen dar en las concentraciones.

La tradicional infusión es parte de nuestro espíritu, acompaña nuestra manera de ser y es muy difícil encontrar a alguien que te diga: “no, gracias, no tomo mate”.

Hoy en día, a lo largo y a lo ancho de nuestro país, sin importar niveles ni categorías, el mate y el fútbol van de la mano. Donde haya un grupo de futbolistas, ahí están los dulces o los amargos, por lo general, en este deporte, con buena yerba, si es de exportación mejor.

Cualquier momento es el correcto para verter agua caliente en un recipiente con una bombilla, que por lo general también es de calidad. Encaja a la perfección como nexo en una charla colectiva y también como bálsamo en el silencio y la soledad.

Pero este hábito no solo dice presente en Argentina, Uruguay o Paraguay, lugares a los que se remite su origen, sino también en todas partes del mundo. Impulsado por los futbolistas sudamericanos que juegan en el exterior, el mate ha llegado a las grandes ligas como la Premier, la Bundesliga, la Ligue 1 o la Liga española. Ya es moneda corriente ver a jugadores europeos que ceban mate en la previa a un partido. Los franceses Antoine Griezmann y Paul Pogba, el egipcio Mohamed Salah, el aleman Serge Gnabry y hasta el coreano Heung Min Son, son algunos de los tantos ejemplos.

Ahora bien, ¿a qué se debe este fanatismo de los futbolistas por el mate?, ¿qué efectos tiene su consumo en ellos? ¿acaso les trae algún beneficio a la hora de entrar a la cancha?. Lo primero que hay que aseverar es que es una tradición cultural y se relaciona a la unión y la hermandad, factores claves en cualquier vestuario. Pero en el último tiempo, su consumo se ha incrementado exponencialmente hasta convertirse en una moda dentro del mundo global del fútbol.

La realidad indica que el 99% de los jugadores tienen su equipo personal, en la mayoría de los casos con el mate personalizado, con sus iniciales, los nombres de sus familiares o el número de su camiseta. A su vez, la bombilla con la forma y tamaño a pedido de cada uno y el termo decorado con stickers del club, de alguna banda musical o de algún personaje que les guste.

Aunque si queremos indagar un poco más en la yerba mate en sí, esta tiene una sustancia química similar a la cafeína, a la que se conoce popularmente como ‘mateína’. El porcentaje de mateína de la yerba varía desde el 0,3 al 2% según la marca, preparación y temperatura del agua. Es decir, en cada mate que Lionel Messi toma en la previa de los partidos del Inter Miami, hay entre 80 y 150 miligramos de mateína.

“La mateína tiene efectos neuroestimuladores. Aumenta la concentración y la sensación de energía, reduce la fatiga y también mejora lo que es el estado de alerta y reacción. Estos aspectos son muy favorables para un futbolista”, explica Ailén Soria, nutricionista del club Temperley.

En la misma línea, Matías Garavento, médico de Flandria, no tiene inconvenientes en que los jugadores del plantel ingieran mate en el día a día. Lo que sí les exige es que cada uno tenga su mate personal. “Trato de inculcarles que no tomen todos del mismo mate. Porque si alguno cursa una gastroenterocolitis o cualquier otra enfermedad contagiosa, el mate es un vehículo de transmisión y no es lo mismo perder un jugador porque tiene un cuadro viral a que 10 que se hayan contagiado lo mismo por compartir un mate”, desarrolla Garavento.

Pero así como el consumo de mate trae algunos beneficios, también tiene efectos adversos: “La mateína tiene componentes que actúan como diuréticos naturales, ósea aumenta la producción de orina y es por eso que puede producir una deshidratación relativa. Les recomendamos a los futbolistas no consumir mate entre 30 y 60 minutos antes de un partido, y que se hidraten bien mientras realizan la entrada en calor, para evitar cualquier contratiempo”, cuenta Gonzalo Alzúa, médico del plantel de Defensores de Belgrano.

En Atlanta, uno de los clubes protagonistas en esta temporada de la Primera Nacional, la regla es mucho más estricta: “Tratamos de que los jugadores no ingieran mate hasta dos horas antes del partido”, sostiene Rodrigo Reguera, médico del Bohemio. Sin embargo, por lo bajo confiesa que no todos los futbolistas cumplen con esta norma y se las ingenian para saltearla.

En definitiva, se puede afirmar que la mateína tiene ciertas ventajas para los futbolistas, principalmente relacionadas a la estimulación del sistema nervioso central. Pero también si se consume en grandes cantidades puede provocar una deshidratación relativa. Por eso, a nivel profesional, lo ideal sería evitar consumirla en los instantes previos a un partido con tal de descartar cualquier contratiempo. Pero vale la pena destacar que no representa un motivo de preocupación grave para la mayoría de los médicos de los planteles del fútbol argentino.

Al fin y al cabo, el mate está incrustado en la idiosincrasia nacional. Y matchea bien con el fútbol porque ambos transmiten los mismos valores, principalmente el de la unión.

En cualquier vestuario, genera conversación si se bebe en grupo y ayuda a fortalecer los vínculos entre el plantel. Pero también oficia como acompañante para el jugador que está lejos de su tierra natal y lo disfruta en soledad. El mate siempre dice presente. Los futbolistas jamás volverán a sentirse solos. Ni en los éxitos ni en las derrotas. Siempre habrá una yerba, un termo con agua caliente y un mate que los acompañe.