Después de salvarle la vida en la cancha, se reencontró con su rival
Fue por el Regional Pampeano de rugby, en Mar del Plata.
Periodista de La Nueva desde 1995, especializado en rugby y básquetbol; con colaboraciones en casi todas las secciones de la redacción (locales, policiales, regionales, Ritmo Joven, revista Nueva, Espectáculos)
Escenas de dramatismo se vivieron el sábado último en cancha del club San Ignacio de Mar del Plata, donde se jugó uno de los cuatro partidos correspondientes a la sexta fecha del Regional Pampeano A de rugby, certamen que cuenta con Sociedad Sportiva.
Allí, durante el partido de la categoría Intermedia, un jugador del club Sporting de nombre Lucas Cedarry fue a tacklear y golpeó su cabeza contra las piernas del rival. Por el impacto, quedó tendido inconsciente en el césped y comenzó a convulsionar, ante lo cual el rápido accionar del jugador rival Ezequiel Echeveste (de San Ignacio) con maniobras de RCP le salvó la vida.
A 48 horas del angustiante suceso, Echeveste dijo que todavía no toma dimensión de lo que hizo.
“Fue un momento complicado en el partido: yo estaba jugando, con las pulsaciones muy altas, y justo salía de un scrum… Me di vuelta y estaba Lucas tirado en el piso, porque había recibido un golpe… Estaba teniendo una convulsión. Entonces me acerqué, le sostuve la cabeza, lo puse de costado para que no se ahogara y después de que terminó la convulsión, entró en un sueño profundo, y no se movía”, relató el pilar en diálogo con el diario marplatense "La Capital".
“Justo estaba el médico de la cancha, que le tomó los signos vitales y no respiraba ni tenía pulso. Entonces ahí no dudé un segundo, y empecé a hacerle la maniobra de RCP", recordó Echeveste.
El primera línea de San Ignacio contó que había realizado varias capacitaciones que le dieron la confianza necesaria para abordar la situación.
“Hice el curso de guardavidas en 2007, 2008, y la capacitación en RCP era muy básica, pero después fui capacitándome por mi cuenta y el club San Ignacio también nos hizo hacer otras capacitaciones, a jugadores, entrenadores… Siendo guardavidas saber maniobras de Primeros Auxilios es clave, también me ayudó a mantener la frialdad. Actué lo mejor posible”, explicó.
Reconoció que mientras realizaba las maniobras de RCP, también entraron en acción otros actores, como parte del protocolo ante este tipo de emergencias.
“Otros compañeros adentro de la cancha también reaccionaron rápido. Uno corrió al buffet a buscar el DEA (Desfibrilador Externo Automático), y cuando volvió, otros de los chicos que son de la Fundación Desfibrilar lo ayudaron a ponerle los parches del DEA… Fue todo muy rápido y se trabajó en conjunto; el médico le colocó una vía respiratoria y yo seguí haciéndole masajes de RCP, hasta que Lucas pegó la bocanada de aire. En ese momento me volvió el alma al cuerpo”, dijo.
Lógicamente Ezequiel recibió numerosas muestras de agradecimiento tras lo ocurrido.
“Después esperamos la ambulancia, que tardó un tiempo también… Unos 25 minutos entre todo. Fue un momento muy difícil, pero hoy le dieron el alta: hablé con él, con la familia y con el padre, que me llamó, me escribió muchas veces agradeciéndome, diciéndome que no tenía palabras para agradecerme. Y muchos de Sporting me estuvieron hablando, agradeciéndome. Me escribió hasta el intendente (Guillermo) Montenegro“, dijo ayer.
Para finalizar, Echeveste dejó un mensaje de concientización.
“Ojalá que esto sirva para que mucha se capacite. Es muy importante y te puede salvar una vida: cuanto más rápido actúe mejor es… Lucas tuvo un paro respiratorio pero no tuvo un paro cardíaco… Gracias a Dios no le quedaron secuelas, salió de la clínica lo más bien, como si nada, que para eso fue fundamental la rapidez que tuvimos en el accionar”, concluyó.
Ambos jugadores se reencontraron ayer en las instalaciones del Canal 10 de Mar del Plata, donde se vivieron momentos muy emotivos.