Bahía Blanca | Sabado, 19 de julio

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Una novela de engaño familiar, estafas y un abogado que irá a juicio

Quién es el profesional del derecho bahiense que tendrá que responder por un fraude con más de 50 propiedades que administraba su círculo más cercano. 

Fotos: Emilia Maineri-La Nueva. y archivo La Nueva.
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Audionota: Mariano Muñoz

Hace más de 40 años, el 5 de mayo de 1983, el reconocido abogado bahiense Jacobo Selcio Bohoslavsky compró el paquete de acciones del Instituto de Especialidades Neurológicas, constituido el 12 de octubre de 1980.

Él y sus hijas, María Haydée y Mónica Beatriz, formaron parte del directorio de la sociedad, según la matrícula 12.872 del 31 de agosto de 1982, sin trámites de cambios posteriores.

Otro de sus hijos, Guillermo, abogado igual que el resto de la familia, participaba de la conducción del citado instituto pero no figuraba “en los papeles”, porque tenía problemas económicos.

María Haydée se fue a vivir a San Carlos de Bariloche, pero continuó vinculada al quehacer local y, aún a la distancia, seguía cumpliendo funciones profesionales en el estudio jurídico de su padre, con asiento en Soler 185.

De hecho, ella dejaba hojas en blanco firmadas en las oficinas, como para que se utilizaran y agilizaran diversos trámites relacionados con el derecho.

Esta situación, según parece, fue aprovechada por su hermano Guillermo para cometer un desfalco millonario en el Instituto de Especialidades Neurológicas que comandaba la familia.

María Haydée y Mónica comenzaron a notar ciertas irregularidades en el manejo de la sociedad.

Esa situación, que se mantenía a lo largo del tiempo, las llevó a solicitar la intervención judicial de la institución, pero sin dimensionar que “el enemigo” estaba en casa.

Como veedor judicial, el perito contador René Perotti estableció que el 9 de septiembre de 1993 María Haydée le había “vendido” a su hermano Guillermo el 100% del capital accionario, con dos firmas sin certificar.

Enterada de la novedad, la mujer aseguró que esa transacción era falsa, que nunca se celebró el contrato y en ese momento recordó que “era normal” que dejara papeles en blanco firmados en el estudio jurídico de su padre, en el cual también se desempeñaba su hermano.

Primero un campo...

En principio, de las actas del directorio de la sociedad se detectó que se había vendido un campo y una fracción de 5 hectáreas pertenecientes a la firma en Coronel Rosales, por un valor de 35.000 dólares, que ella nunca había rubricado.

La investigación se profundizó y se descubrió que Guillermo Bohoslavsky, ya como “presidente” de la sociedad desde fines de 2003, procedió a la venta y/o alquiler de nada menos que 55 propiedades de esa organización.

Para ello simuló su condición de dueño de 25 certificados de títulos de acciones de la sociedad.

Un calígrafo de la Asesoría Pericial Mar del Plata, que intervino en el caso -además de la denuncia penal se inició una demanda civil-, confirmó, así como lo hizo una perito de parte, que las firmas del contrato de compra-venta del primer terreno vendido, al igual que el recibo por los 35.000 dólares, correspondían “al patrimonio escritural” de María Haydée Bohoslavsky.

Mónica, su hermana, y un empleado del estudio jurídico ratificaron que la abogada que vive en Bariloche dejaba hojas firmadas en blanco en un fichero, para que su padre las utilizara en trámites legales, y que Guillermo “tenía conocimiento de eso y también acceso al fichero”.

Por otra parte, los arrendatarios y compradores de los inmuebles de la sociedad confirmaron que era el abogado bajo sospecha quien se presentaba como propietario.

En su declaración, Mónica confirmó que su hermano no firmaba por las dificultades financieras que atravesaba y que tampoco era parte de la sociedad accionaria, aunque luego del fallecimiento de su padre fue quien, en la práctica, tomó las riendas de la administración.

Causa con demoras 

No está claro por qué se demoró tanto el avance de la investigación (el cierre de la misma se produjo en 2023). 

Algunas fuentes judiciales estimaron que hubo una denuncia tardía y otras que se buscó un acuerdo extrajudicial que finalmente no prosperó.

Lo cierto es que Guillermo Bohoslavsky -hoy con 76 años y domiciliado en la localidad de La Mascota, en cercanías de Médanos y a unos 50 kilómetros de Bahía- tendrá que afrontar un juicio por el delito de estafas reiteradas, delito previsto en el artículo 172 del Código Penal.

La Cámara Penal bahiense acaba de rechazar un pedido de suspensión de juicio a prueba (probation) propuesto por el abogado bajo sospecha.

Los jueces Natalia Giombi y Gustavo Barbieri explicaron que para llegar a ese punto se necesita un acuerdo entre el fiscal y el defensor, lo cual es vinculante para el juez.

"No existiendo ese acuerdo, estimo que la oposición fiscal no solo ha sido fundada según criterios de legalidad y razonabilidad, sino que además tiene carácter vinculante", explicaron los camaristas.

El juez Gabriel Giuliani tendrá a cargo el juicio.

De esa manera ratificaron la decisión de primera instancia, a cargo del juez en lo Correccional Nº 1, Gabriel Giuliani, quien próximamente debería fijar fecha de juicio para Bohoslavsky. 

Ofreció solo $500 mil de reparación

Rechazo. La fiscal Marina Lara, quien lleva la causa penal contra Bohoslavsky, consideró improcedente la suspensión de juicio a prueba a su favor, en principio porque "la pena en expectativa podría ir más allá de una pena en suspenso".

"Inconmensurable". Consideró la fiscal que "se trata de un hecho en el cual se ha puesto en juego un daño inconmensurable; se trata de 55 propiedades".

Confianza. Al rechazar la probation, Lara valoró la "situación de confianza" familiar y el respeto que "debería haber tenido el imputado con las víctimas". 

"Absurdo". El ofrecimiento reparatorio de parte del abogado a las hermanas (500 mil pesos para evitar el juicio) "es absolutamente absurdo e insuficiente. No alcanza ni para comprar un televisor", aseguró.