Bahía Blanca | Sabado, 19 de julio

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Desde lo profundo: ¿la solución para el abastecimiento en Bahía Blanca será el agua subterránea?

La Universidad Nacional del Sur investiga la extracción de líquido subterránea como posible solución a problemas hídricos en el sudoeste bonaerense.

Fotos: Emmanuel Briane - La Nueva. y Comisión de Actividades Científicas

Científicos de la Universidad Nacional del Sur están realizando experimentos para solucionar la eterna problemática de la provisión de agua potable para Bahía Blanca.

Desde el Centro de Geología Aplicada, Agua y Medio Ambiente (CGAMA, CIC-UNS) se viene ensayando una posible solución, con la extracción de agua incolora, transparente e insípida de los acuíferos del subsuelo, en un área de 2.200 kilómetros cuadrados que que comprende los distritos de Bahía Blanca, Tornquist, el sector periserrano sur y sudoeste de las sierras Australes bonaerenses, y la llanura agrícola ganadera del sur. Puntualmente, se trata de un cuadrángulo con extremos en las localidades de Tornquist, Bahía Blanca, Cabildo y Nueva Roma. 

Este trabajo, que cuenta con el apoyo financiero de la Provincia, busca resolver dos cuestiones en simultáneo: el del agua para consumo humano y el abastecimiento para uso industrial en el Polo Petroquímico. 

“En Bahía Blanca y alrededores el agua subterránea se puede hallar hasta los 800 metros de profundidad. Incluso hay terrenos donde tan solo hay que excavar pocos metros para encontrarla -señaló el doctor René Albouy, decano del departamento de Geología de la UNS y director del proyecto-. Dependiendo a la profundidad que se vaya el agua, puede ser termal, potable y apta para consumo”. 

En ese sentido, indicó que este método de abastecimiento de agua potable “es más rápido y económico que construir un embalse nuevo o desalinizar agua de mar”. Es decir, desde el momento en que se identifica una fuente subterránea potencial de agua hasta que se conecta el pozo con el acueducto mediante un caño, tan solo pueden pasar unos pocos meses.

Una cuestión diferente es la posibilidad de consumir el agua ni bien es extraída.

“Esto depende de la zona. En el caso de la calidad de la primer agua que sale debajo de las fuentes subterráneas bahienses o del acuífero freático, es necesario que pase por un proceso de purificación, ya que naturalmente está salinizada por el tipo de sedimentos que constituyen el acuífero y su mayor circulación hacia el mar”, remarcó.

Sin embargo, aseguró que en cercanías al cordón es “absolutamente viable extraer para consumo domiciliario directo”.

Según Albouy, “el agua superficial tiene el problema recurrente de floración de algas, cianobacterias y material sedimentario, problemas que no tiene la proveniente de acuíferos: sale del pozo, se comprueba que la calidad sea apta para consumo humano y, si cumple con los parámetros establecidos, se puede usar sin ningún tipo de tratamiento”. 

“Apuntamos a garantizar una explotación racional y la sostenibilidad ambiental de la extracción; siempre procurando que lo que hacemos hoy lo puedan aprovechar las próximas generaciones”, consideró.

Por su parte, el licenciado Juan Manuel Giorgi, integrante del grupo de investigación, señaló que el proyecto no apunta solo a garantizar el abastecimiento local de agua potable, sino también de considerar el uso del agua en toda la cadena de producción de alimentos”.

Es decir, en una región donde no hay lagunas ni ríos que puedan abastecer la demanda agrícola, la explotación sostenible de acuíferos subterráneos puede ser un importante aporte en la producción de alimentos. (La Nueva., con información de la Comisión de Investigaciones Científicas)