Bahía Blanca | Miércoles, 30 de julio

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Bahía Blanca sin agua: una situación insostenible

La falta de inversiones y de una estrategia seria y sostenida en los últimos 50 años ha llevado a esta crisis.

Basta recorrer ejemplares de este diario de cualquier década del siglo XX y XXI para verificar que cada verano Bahía Blanca enfrenta la falta de agua corriente.

La ciudad portuaria e industrial, la Nueva Liverpool, la Perla del Sur y otras tantas maneras de nombrarla para destacar su condición de gran metrópoli se encuentran con esta preocupante carencia.

Cuando se habla del bicentenario fundacional de Bahía Blanca 2028, sin dudas sería importante llegar a esa fecha con esta cuestión resuelta, uno de los legados más trascendentes a los que se pueda aspirar, lo cual exigirá fuertes gestiones de legisladores, funcionarios y entidades ante el gobierno bonaerense.

En manos privadas desde 1908 y del estado provincial desde 1947 –con distintas figuras jurídicas--, la situación pareció haber encontrado una salida con la puesta en marcha, en 1972, del complejo de Paso de las Piedras, donde se embalsa el agua del río Sauce Grande.

A pesar del optimismo del momento, la realidad es que esa obra por sí sola no puede dar una respuesta adecuada luego de 53 años, sobre todo porque en todo ese tiempo hubo falta de mantenimiento, adecuación y mejora de las instalaciones relacionadas con su almacenamiento, tratamiento y distribución.

Hace un par de años la provincia puso en marcha un plan de obras como nunca antes se verificó, con la renovación de cañerías de hierro, cuya capacidad de transporte era casi nula, la rehabilitación de dos acueductos y la ampliación de la planta Potabilizadora Patagonia.

No es poco, pero puede que no sea suficiente. Es clave seguir estudiando con seriedad y conocimiento técnico todas las adecuaciones necesarias para tener el servicio que corresponde.

Hay además que trabajar en la planificación urbana. Desde hace años se han concretado barrios para los cuales no existe hoy posibilidad alguna de dotarlos de agua corriente, barrios que aún sin tener la factibilidad necesaria fueron construidos.

Se precisa, claramente, un Plan Maestro. Que tenga un horizonte, que se sepa hacia donde se camina, que haya un presente y una continuidad hacia un objetivo final.

No sirve disponer de más fuentes si no puedo trasladar el agua, no alcanza con trasladarla si no hay capacidad de tratamiento, no alcanza el tratamiento si no hay condiciones para distribuirla.