Bahía Blanca | Jueves, 31 de julio

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“Siento un poco de alivio, de alegría... Una mezcla de todo”, dijo Federico Casteglioni

Feta, que hoy juega la semifinal del Championship europeo, habló tras la clasificación con España al Mundial 2027.

Feta en acción ante Suiza, partido en el que fue elegido el mejor jugador. Fotos: Federación Española de Rugby.

(Nota de la edición impresa)

Este sábado el seleccionado de rugby de España visita a Portugal en el Estadio Nacional Jamor de Lisboa, en una de las semifinales del Championship europeo. Arranca 12.30 (hora de nuestro país) y significará un nuevo partido internacional para Federico Casteglioni. Ex capitán y uno de los que más caps suman en la selección española (44).

Un paso más para el equipo dirigido por el argentino Pablo Bouza, que llega a este duelo ante Los Lobos con la tranquilidad de haber asegurado la clasificación al Mundial de Australia 2027. Allí donde el fullback bahiense desea estar para cumplir un sueño y convertirse en el primer jugador de rugby de nuestro medio en estar.

Queda un largo camino, pero ya vivir este presente es muy significativo para Feta. Recordemos que fue protagonista de dos ciclos mundialistas previos, con otro entrenador. El primero, hacia Japón 2019, se frustró antes de una eventual clasificación porque Rumania -rival directo- denunció inclusión indebida de jugadores en España. La segunda fue peor: el XV del León se ganó en la cancha el boleto a Francia 2023, pero días después World Rugby lo anuló. Una foto en Instagram confirmó un nuevo caso de un extranjero indebidamente incluido.

Ahora el sueño se hizo realidad y España volverá a un Mundial tras 28 años.

-Participaste en los últimos tres ciclos con España. ¿Cómo estás viviendo estos días tras concretar ese objetivo tan deseado?

-El sentimiento fue un poco como de alivio como diciendo, bueno, esta vez sí. También justo días previos había hablado con varios amigos que  han estado en los ciclos anteriores y que ya no están más en el grupo o en el equipo y significa un poco de representación hacia ellos, de la gente que que estuvo antes. Porque en el objetivo final logrado, también son parte. Yo, Matt (Matthew Foulds) y Alvar Gimeno éramos los tres que habíamos estado en los otros dos procesos mundialistas. De algún modo sentimos que los representamos. También siento un poco de alivio, de alegría… Una una mezcla de todo.

-Se dijo que estos partidos del Europeo podrían ser tus últimos.

-No, no sé de dónde salió. Primero porque mi idea ahora es intentar llegar al Mundial de Australia. Sé que es difícil, sé la edad que tengo (34), pero bueno, también sé que me siento bien. Entonces voy a intentar llegar. Iré año a año o por ahí concentración a concentración y viendo cómo me siento. Pero sí, tengo ganas de intentarlo. Así es un poco como sigue. Seguramente siga en Burgos un año más o dos, no sé, pero de momento voy a seguir en Burgos. E intentar eso: mantener el nivel para que el entrenador me siga teniendo en cuenta. Porque esto es así: rendimiento constante. El día que estás más o menos, habrá otro atrás tuyo que estará apretando. Hay que mantenerse en la mejor forma todo el tiempo.

-En su primera lista de convocados (2024), Bouza te incluyó. Pero con el paso del calendario dejaste de estar entre los 23. ¿Tuvo que ver con decisiones del propio DT o porque no estabas al cien físicamente?

-Si Pablo cuando da la primera convocatoria, o sea el primer partido que él se hace cargo del equipo, un poco que se agarró de los jugadores que ya estábamos, los más grandes,  porque no conocía a nadie obviamente. Entonces después, con el correr de los meses, fue conociendo a la gente, fue viendo a los jugadores que por ahí a él le interesaban o que le parecía que tenían que estar. Y fueron variando un poco más las convocatorias. Siempre estuve en el grupo, pasa que en la gira de verano de junio no viajé con el equipo porque me quedé a trabajar el verano  en el gimnasio de un amigo, acá en en España. Perdí un poco de terreno. Fíjate que en noviembre 2024 estuve una sola semana de las tres y no jugué ningún partido. Un poco por eso. Es decir, Pablo está premiando por ahí al al que estuvo todo el tiempo, al que estuvo entrenando, que no me parece mal, al contrario. Tiene que ser así. Bueno en febrero, ahora en este último Europeo, en la primera semana no quedé en la convocatoria pero fui el número 24. Y ya después entré de titular en los otros dos partidos. Contra Suiza hice un buen partido y eso me hizo volver a estar en la nómina ante Georgia. Llevaba un año sin jugar. Hasta Suiza venía de exactamente un año sin jugar con la selección. Estaba entrenando pero sin jugar. Pero bueno, me parece bien lo que hace: premiar al que se esfuerza, al que quiere estar todo el tiempo. Y es el camino.

-¿Les pasó factura en el partido contra Georgia un exceso de confianza por haber logrado la clasificación al Mundial la fecha previa?

-Fue en la cuarta semana de concentración del equipo. Entonces eso también es una carga mental. Por ejemplo la semana de Holanda hubo mucha presión porque era el partido que había que ganar sí o sí, sino se ponía complicado. Había mucha presión, mucha carga mental y claro, después de ganar a Holanda, en principio a Suiza se podía ganar tranquilo. Pero  fue un partido en el que por nerviosismo o ansiedad, no fue del todo bueno, aunque le hayamos metido 40 puntos. La carga mental estuvo  y eso en el rendimiento físico se nota. Bueno, Georgia nos metió 60 puntos en el último partido (62-32 de local). Nunca nos habían metido tantos puntos, pero también nosotros nunca le habíamos anotado tantos puntos a ellos. Entonces, la balanza quedó medio equilibrada.

-¿Cómo toman en tu club, Recoletas Burgos-Caja Rural, las convocatorias durante tanto tiempo al seleccionado, teniendo en cuenta que de tu equipo suelen ser convocados entre cuatro y cinco jugadores?

-Eh, sí, a ver, al club obviamente le tengo que agradecer porque siempre le cede a la selección los jugadores convocados. Por más que salga perjudicado. Me acuerdo en la Copa del Rey tuvimos a cuatro jugadores menos y perdimos en cuartos de final. Esta vez fuimos cinco en el equipo (España) y bueno, por suerte se lograron los resultados. (En Burgos) Tenemos una plantilla amplia pero cinco jugadores es mucha gente. La verdad que el club en eso se porta de 10 con nosotros. No todos clubes lo aceptan... Debemos estar agradecidos del club en el que jugamos y de la gente que lo conduce, ya que nos permiten irnos con la selección sin sin ponernos sin ninguna traba.

-En relación a la primera pregunta, acerca de la clasificación al Mundial de Australia 2027, ¿Cómo vivís estos días como padre, marido y tu trabajo como entrenador del equipo femenino de Burgos?

-Una de las cosas más duras es cuando me voy tanto tiempo. Esta vez estuve un mes entero fuera, lejos de mi hija Olimpia, de Carola (la mujer), que bueno también aprovecho para agradecerle a ella que siempre está apoyando y bancando todo. Sí, esa es una de las partes más duras. Y de la mano de que el club de Burgos me deje ir, también Las Pingüinas, que es el equipo femenino de Burgos, tampoco me han hecho problema por estar fuera este mes. Hice una formación de acondicionamiento físico que terminé hace dos años. Por eso te decía que en el verano me quedé a trabajar en un gimnasio de un amigo. Ahora empecé con lo de Las Pingüinas siendo preparador físico y también dando una mano en lo que es el juego. Así que cuando deje de jugar irá un poco por ese lado me parece. Como que el horizonte estará enfocado a la preparación física.

-Este año cumplís 35 y sin embargo en estos partidos que marcaron tu regreso a España mostraste una muy buena forma física, con tu característico juego explosivo desde el fondo.

-Sí, por eso te decía, me siento muy bien. Los datos de los controles del GPS muestran que estoy a la par o a veces por encima de gente más joven. Me siento bien. Estoy intentando cuidarme. Ahora estoy viendo variantes para seguir manteniéndome en este nivel o mejorar de cara a los dos años que vienen. Tendré que ajustar en la dieta o en la suplementación para llegar de la mejor manera. Pero sí, la verdad que me sentí muy bien este último mes. También llegué muy metido, muy motivado de cabeza, que me parece fundamental. Si me sigo sintiendo así intentaré llegar al Mundial. Es la idea. Cuando pienso en la edad digo `la verdad que ya estoy grande´, pero después pongo en la balanza que me siento bien en la cancha y tampoco lo quiero dejar pasar.