Corrieron a Espert: ¿a la libertad le alcanza?
Las sospechas sobre el excandidato dificultaban el camino del oficialismo nacional al 26 de octubre. Necesita remontar la dura derrota del 7 de septiembre.
Jefe de Noticias de La Nueva. Analista político y conductor del programa de actualidad "Allica y Prieta a las 12" que se emite por La Nueva Play. Ha hecho coberturas políticas en el país y en el extranjero.
¿Qué fue el recital de anoche de Javier Milei en el Movistar Arena? Las opiniones son diversas aunque la mayoría coincide en que fue un acto bizarro, cringe, impropio de un presidente de la Nación, en especial en el marco de una fuerte crisis que jaquea al sistema político y económico que puso en marcha en diciembre de 2023.
O Milei perdió la brújula y empezó a caminar un sendero de desconexión típico de los líderes que se encierran en un círculo muy pequeño y obsecuente, como el que ayer lo abrazaba fervoroso luego de interpretar a Sandro y Nino Bravo, o detrás hay alguna idea de volver a consolidar el núcleo duro, de reencontrar energía para relanzar la campaña electoral luego del desánimo que provocó la derrota del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, que hizo dudar incluso a los propios sobre las posibilidades de continuidad de este esquema de gobierno.
Es cierto que no se trata del primer presidente en buscar las luces del espectáculo. Su admirado Carlos Menem jugaba al básquet y al fútbol con las selecciones nacionales cuando la Argentina todavía penaba con la hiperinflación. Una diferencia es que el riojano recién había asumido y todavía generaba expectativa por el comienzo de un nuevo ciclo. De todos modos, ya le llovían las críticas por una frivolidad que sería marca registrada de su administración en los 90.
Dicen que la Historia ocurre como tragedia y se repite como farsa. Muchos creen que eso está sucediendo. Otros piensan que no hay que subestimar a Milei y el triángulo de hierro conformado por su hermana Karina y Santiago Caputo. Esas voces recuerdan que en 2023 varias veces se lo vio tambaleante, por ejemplo en el debate con Sergio Massa, y sin embargo ganó la presidencia. Una diferencia central es que en ese momento Milei no tenía la culpa de ninguno de los males de los argentinos y ahora es jefe de Estado. Lo que perciba la gente de su día a día económico ya se puede atribuir al contexto que genera el libertario.
La Libertad Avanza acaba de iniciar una nueva etapa en la campaña de cara al 26 de octubre y uno de sus objetivos es borrar cuanto antes de la agenda a José Luis Espert. Quizás ese sea otro de los motivos por los cuales se exageró la ampulosidad en el escenario que anoche compartió el presidente, entre otros, con la inefable Lilia Lemoine. La intención es que se empiece a hablar de otra cosa.
Ahora el rostro que empezará a multiplicarse será el de Diego Santilli, un político de oficio y profesión. Curioso: el Colo irá al frente en la Provincia y Patricia Bullrich encabeza la boleta en CABA: el Pro Avanza. O la Casta Avanza. O Mauricio Macri avanza. Cada uno lee lo que quiere.
Santilli tendrá la dificilísma misión de remontar 14 puntos de desventaja en la PBA, el territorio fuerte del peronismo. Si bien ya ganó en suelo bonaerense en la legislativa 2021 con Juntos por el Cambio, este escenario es completamente distinto.
Para recortar esa diferencia al menos a la mitad, ya empezó a apelar al votante ausente de septiembre, en la idea de que la mayoría de los que no fueron a votar son antiperonistas decepcionados con LLA pero que podrían darle una nueva oportunidad al color violeta con tal de frenar al kirchnerismo.
Tiene poco tiempo para trabajar, pero de su pericia en la campaña y de su habilidad en algún debate que le toque contra su oponente Jorge Taiana viaja buena parte de la suerte de este gobierno. Porque algo está claro: Javier Milei necesita mejorar su performance electoral en la Provincia más importante si quiere un resultado digno y un Congreso no tan hostil a partir del 10 de diciembre.
En cambio, otro cachetazo en las urnas va a afilar los colmillos de una oposición que va a apretar todo lo posible para dejarlo al borde del abismo. Porque la Historia ocurre como tragedia y, a veces, se repite como tragedia.