Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

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¿Cómo afecta el atraso cambiario a las pymes locales del software?

La suba de costos por encima del dólar de exportación achica los márgenes de ganancia, lo que resta dinamismo a un sector con enormes posibilidades para la economía bahiense. 

Los eternos vaivenes del mercado cambiario argentino, que se resumen en devaluaciones iniciales del peso que, con el correr del tiempo, se quedan “cortas” en términos de inflación, lesionan la competitividad-precio de las empresas que exportan software desde nuestra ciudad. 

Concretamente, la cotización del dólar con respecto a los costos operativos de las firmas tech reduce los márgenes de ganancias de una actividad que ya es la tercera generadora de divisas en nuestro país y que posee ilimitadas posibilidades a futuro. 

“Por el cobro de nuestras exportaciones, recibimos el dólar oficial o el “tecno” –N de R: un tipo de cambio superior al oficial, pero al que se accede bajos ciertos requisitos– que si bien es un valor mucho más alto que el del año pasado, como la inflación también es alta,  nuestros costos suben y la ganancia se achica”, explica a La Nueva. el presidente del Polo Tecnológico de Bahía Blanca, Omar Moscolini. 

Recalcó que “cuando hablo de costos, el más importante para nuestra industria es la materia gris. Y es obvio que con la inflación, que es alta todavía, los salarios tienen que aumentar”.

Moscoloni aclaró que la actividad se sostiene. “Pero no estamos creciendo”, admite. 

Rediseñar la estrategia

Cansado de las idas y vueltas con el mercado cambiario, el ingeniero en Sistemas de Computación y empresario Mauro Gesuitti optó por rediseñar su estrategia de negocios. Por eso, creó Naaloo, un software de gestión de Recursos Humanos especializado en pymes. 

“El problema es que las ventas al extranjero están muy atadas al dólar. Por eso, me concentré en el mercado nacional con un producto con menores márgenes de ganancia y elevada rotación”, señaló. 

Si bien continúa ligado al negocio exportador con otras actividades paralelas “no es lo principal en la actualidad. Hoy en Naaloo tenemos 500 empresas clientes que pagan por una licencia, como pasa con otros softwares, y como pertenecen a sectores diferentes conseguimos una cartera bien diversificada, que minimiza el impacto de la recesión”. 

Naaloo tiene 30 empleados y entre sus clientes cuenta con empresas locales y nacionales altamente reconocidas. 

¿Fin del boom? 

Para las empresas tech, los años pandémicos fueron un verdadero boom. Con la mayoría del planeta encerrado, tareas tan cotidianas como hacer las compras, pedir comida, trabajar o estudiar tuvieron que hacerse a través de una computadora o teléfono móvil. 

Ante tamaña e inesperada explosión de la demanda se hizo necesario crear nuevas aplicaciones. 

En los países desarrollados, con un sistema financiero altamente sofisticado, conseguir crédito para fondear la creación de nuevas empresas que las crearan no era problema, aunque sí lo era la falta de mano de obra calificada. 

“Las empresas contrataban programadores de todo el mundo, incluso aunque no contaran con los conocimientos ni la experiencia suficiente, porque había que satisfacer la demanda como sea”, recuerda Gesuitti. 

El resultado fue un aumento considerable en la cantidad de apps que se lanzaban al mercado, sin preocuparse demasiado acerca de sus posibilidades reales de comercialización. 

Pero pasada la explosión, las cosas cambiaron. Y rotundamente. 

“Hoy lo que importa es el valor creado. Si no hay algo realmente atractivo para el consumidor, no sirve”, advirtió Gesuitti, quien alterna su tarea empresarial con la de divulgador de contenidos de software y programación en redes sociales, otra de sus pasiones. 

Polo de la IA

“Estamos buscando ser uno de los 4 polos de inteligencia artificial del mundo”, destacó el presidente Javier Milei en una entrevista con el periodista Alejandro Fantino. 

Las declaraciones se dieron meses después de la gira que realizó Milei con el jefe de Gabinete de Asesores, Demián Reidel, en Silicon Valley, California (Estados Unidos) que incluyó reuniones con directivos de empresas como Apple, Google, Meta y OpenAI.

“Las condiciones para lograrlo están. Sobra decir que en el caso de Bahía Blanca tenemos un recurso humano de excelencia. Pero la verdad es que quiero ver más hechos concretos”, señala Moscoloni, quien también posee una dilatada experiencia en el sector. 

Agregó que al tratarse de una industria altamente intensiva en un recurso humano de calificación elevada, es fundamental que los docentes de las universidades que los forman puedan quedarse en la Argentina. 

En ese sentido, los recortes presupuestarios (sobre todo, salariales) que las afectan, no parecen ser el camino correcto para posicionar a la Argentina como uno de esos exclusivos centros mundiales.