“Pensé que el rugby era historia, pero la gente me buscó para que lo enseñe”
Natalia Campanella: de jugadora del primer seleccionado argentino femenino a formadora en su ciudad natal, Darregueira.
Periodista de La Nueva desde 1995, especializado en rugby y básquetbol; con colaboraciones en casi todas las secciones de la redacción (locales, policiales, regionales, Ritmo Joven, revista Nueva, Espectáculos)
(Nota de la edición impresa)
Las integrantes del primer seleccionado argentino femenino de rugby y sus entrenadores crearon hace poco un grupo de WhatsApp con motivo de cumplirse los 20 años del armado de aquel primer combinado. Una de sus integrantes fue Natalia Campanella, primera jugadora de selección que dio la Unión de Rugby del Sur y fundadora de la escuelita de Los Halcones del club Darregueira.
El motivo de orgullo es doble: este año no sólo se recuerda a las pioneras de lo que hoy conocemos como Las Yaguaretés sino que Los Halcones cuentan desde hace semanas con cancha propia.
Natalia, quien jugó como medio scrum y apertura, llegó al seleccionado argentino desde el primer equipo femenino bahiense, Malén, creado en 2003 por el profesor de educación física Carlos Burgos (también jugó en Argentino). Por entonces en el país existían unos siete u ocho equipos de mujeres.
“Fue algo muy lindo. El rugby atravesó mi vida, porque cuando volví a Darregueira nunca lo hice con la idea de armar algo. Pensé que el rugby era historia, pero la gente me buscó para que lo enseñe y se dio. Nunca pensé que pasaría diez u once años enseñando este deporte. Una linda historia. Y lindo lo que se pudo armar acá”, resumió Campanella.
A diferencia de otros procesos de formación de equipos de rugby, lo valioso de Halcones fue que se constituyó desde las bases.
“Me volví de Bahía en 2012. Al año siguiente me contactó una familia de Guatraché, que llevaba al hijo a jugar a Bahía porque no tenían ningún equipo cerca. Se enteraron que estaba de nuevo en Darregueira, que había jugado y entrenado rugby. El chico viajaba a jugar los fines de semana, pero no podía ir a entrenar. Le comenté a los padres que no tenía equipo ni estructura pero igual me pidieron que lo entrenara. Empecé con aquel chico y poco después se acercó otra familia para pedirme si no podía armar algo de rugby. No fui muy optimista, ya que acá tenemos tres clubes de fútbol. Les expliqué que sería re difícil... Pero se empezó a sumar gente. Después otra familia me trajo tres chicos más, que los llevaban a jugar a clubes de la zona, a Puan o a Suárez. Y ya tenía como siete u ocho. Luego me propusieron buscar un club y bueno, empezamos. Yo tenía dos o tres pelotas y unos conos. Sólo nos faltaba el lugar”, recordó.
“Empecé a consultar en los clubes de acá y el club Darregueira nos abrió sus puertas. Empezamos a darle manija de que había rugby en el club y se empezó a armar el grupo: los chicos que ya estaban empezaron a llevar amigos y así se fue gestando en aquel 2013. En paralelo nos organizamos con la indumentaria, camiseta y escudo, porque no teníamos nada. Los chicos eligieron la figura del halcón como distintiva, así como están otros clubes o equipos con nombres de animales. Y se fundó así Los Halcones del club Darregueira, respetando los colores azul y blanco de la institución”, dijo.
“Empezamos a jugar de a poco, primero con los equipos de acá cerca, con Independiente de Puan, Sarmiento de Pigüé y Coronel Suárez. Después participamos de algún encuentro. Y al año siguiente (2014) ya me contacté con la Unión de Rugby del Sur para participar de los torneos oficiales. Fichamos a los jugadores y comenzamos a darles competencia. Ya hace once años que tenemos rugby infantil”, dijo Natalia, quien se había desempeñado previamente como entrenadora de infantiles en el club El Nacional.
Los Halcones crecen de a poco. Cuentan con 35 niños y niñas (tres, una de ellas su hija) debidamente incorporados a la Unión de Rugby del Sur. Algo posible gracias a un vínculo horizontal con otros clubes de la zona, para cubrir los faltantes de cada quien en distintas categorías.
“Tenemos escuelita, M8/9 y M11/12. Cuando esos chicos pasan a juveniles, fichan ya para Independiente de Puan, el club que tenemos más cerca y que cuenta con las otras categorías. Este año nos tuvimos que combinar con Suárez y Pringles para armar un combinado en la M15. Nos metimos en el torneo de la URS y jugamos con Suárez en la M15 y con Pringles en la M17. Para darles competencia a los jugadores ya que a ellos nos les alcanzaban los chicos”, explicó.
"Pero una vez que ese ciclo o etapa se completa, hay que volver a trabajar en el semillero. Ya hay chicos de 14,15 y 16 que están jugando en juveniles. Estamos conformes por este lado, ya que en un pueblo con tres clubes de fútbol, que es algo que pesa un montón, que te armen una cancha de rugby es bastante", agregó.
Campanella hace un poco de todo en el área de rugby de la institución, aunque su rol principal es el de entrenadora.
“Como acá no hay cultura de rugby los chicos que van pasando de infantiles a juveniles me van dando una mano para entrenar. Ahora tenemos un chico que arrancó a los 8/9 y hoy está en Primera. Hay chicos de acá que están jugando en otros clubes, como Roco Portada que se fue a estudiar a Bahía y juega en la Intermedia de Sociedad Sportiva. Mi hijo ya juega en la M15 y hago que me ayude con los chiquitos, porque no hay gente. Los que tienen edad de Primera trabajan y no les dan los horarios”, sostuvo.
Semanas atrás Halcones dio un paso importante en su desarrollo cuando el club les designó un espacio propio.
“Era lo que nos faltaba. No teníamos cancha propia. Convertíamos la cancha de fútbol en cancha de rugby, pero había que sacar los arcos, poner las haches... Terminaba el torneo y volver a poner los arcos. Era lo más incómodo. Este año se armó una cancha más chiquita a la que le dejamos las haches puestas y tenemos un espacio propio para entrenar. Y hay otra cancha auxiliar, que se usa para fútbol, pero se le hizo un sistema para levantar los arcos y que quede como cancha de rugby. Es práctica”, agregó.
Quiere decir que lo básico está cubierto y no hay necesidades para demandar, de momento.
"Desde la Unión de Rugby del Sur siempre tuvimos la mejor respuesta, después de tantos años de rugby. Imaginate que estuve diez años en El Nacional, ahora hace once con Halcones, je. Nos sumamos a los encuentros que queremos y cuando buscamos hacer una fecha acá los de las zona vienen siempre. Por ahí cuesta más que vengan los de Bahía, pero siempre se trata de darles juego y continuidad. Y que los equipos de la zona se desarrollen porque si Bahía no nos da una mano esos equipos dejarían de existir", concluyó.
Pionera de Selección
En 2004 la UAR impulsó la creación del primer seleccionado de rugby femenino, modalidad seven, para disputar el Sudamericano de Barquisimeto, Venezuela.
Con Fernando Erimbaue como head coach, una de las convocadas fue Natalia Campanella.
El plantel de 12 jugadoras que finalizó en el 2º lugar del torneo lo integraron Yanna Benetti, María Luján Casal, Ximena Santillán, Verónica Gergely y Marina Zapata, del club Municipalidad de Vicente López; Julia Santander y Karin Risso Patrón, del ISEF de Corrientes; Sonia Garat y María Agostina Galantini, de Hindú; Aurora García, CURNE; Mirta del Valle Cabrera, de Tucumán y Natalia Campanella, de Malén RC.
Veinte años después este grupo volverá a jungarse, posiblemente antes de fin de año.
“Armaron un grupo con las 12 que estuvimos en el primer equipo. Queremos juntarnos y que las chicas de ahora de Las Yaguaretés conozcan bien la historia de Las Pumas. Acá En Darregueira algunos saben que jugué en la selección argentina, pero otros me preguntan", dijo Natalia.