Bahía Blanca | Lunes, 30 de junio

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De Hotel a Museo: historias de inmigrantes en nuestra ciudad

El Museo y Archivo Histórico de Bahía Blanca reabrió sus puertas. Detrás hay un singular pasado que se inició como Hotel de Inmigrantes, allá por 1911.

Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

El histórico edificio que albergó sueños y esperanzas de inmigrantes hoy es uno de los íconos culturales de la ciudad, transformado en el Museo y Archivo Histórico de Bahía Blanca.

Precisamente, en el marco del programa "Semanas de los Museos" se produjo la reinauguración de este emblemático espacio de la ciudad, ubicado en Saavedra 951. 

Construido en 1890 como parte de una iniciativa del gobierno nacional liderado por el presidente Miguel Juárez Celman, el Hotel de Inmigrantes de Bahía Blanca fue uno de los doce hoteles diseñados para recibir a los miles de inmigrantes que arribaban al país.

Ubicado en la esquina de Saavedra e Ingeniero Luiggi, este edificio de 4.500 m² de estilo neo-renacentista italiano estaba dotado de amplios comedores, dormitorios con 300 camas cada uno y una Sala de Lectura donde los recién llegados podían leer diarios, consultar mapas de Argentina y escribir correspondencia.

En sus paredes había mapas de la República Argentina y, especialmente, de la provincia de Buenos Aires, para que los inmigrantes adquirieran conocimientos útiles sobre el país que les brindaba su hospitalidad.

De hecho, se conformó una Comisión de Inmigración a efectos de realizar la recepción de los contingentes de inmigrantes y fue designado como presidente Arturo H. Coleman, en aquellos momentos Superintendente Seccional de Tráfico del FCS.

En una especial bienvenida, un buen número de vecinos de Bahía Blanca acompañaron a los recién llegados (la mayoría provenientes de España) hasta su alojamiento. El Hotel de Inmigrantes se había iluminado y embanderado.

Sus jardines cuidados y demás dependencias esperaban a los recién llegados, que quedaron admirados de semejante recibimiento al escuchar la banda de música.

Sin embargo, el proyecto de inmigración directa tuvo un corto recorrido en la ciudad, ya que los inmigrantes solían desembarcar en Buenos Aires.

De hecho, el hotel recibió a sus primeros inmigrantes en 1911 y cerró al año siguiente para dar lugar a una serie de cambios en su uso.

A partir de 1912, el edificio fue asignado a las fuerzas militares y albergó diversas divisiones del Ejército Argentino.

Durante los años de la Gran Depresión, en 1933, fue habilitado para ofrecer refugio a personas en situación de calle, gracias a una iniciativa del entonces intendente Agustín de Arrieta.

El Regimiento V proveyó camas, había soldados de guardia y el municipio aportó leña para la calefacción y desayuno para los alojados.

Ese uso duró un par de años, hasta que el ejército volvió a solicitar sus instalaciones para alojar la Sexta División militar. Previo a ello, en 1936, el constructor Avelino Taverna llevó adelante una completa transformación interior, sumando galerías, caballerizas e instalaciones, ocupando unos 70 obreros entre albañiles, cloaquistas, pintores y plomeros.

Recién a fines de los 80 el edificio quedó desocupado por parte de los militares (alojó diferentes regimientos que hoy ya no tienen su sede en la ciudad), hasta 1992, año en que el edificio fue adquirido por el ex intendente Jaime Linares, con la visión de convertirlo en un espacio cultural.

En 2004, fue declarado Monumento Histórico Nacional mediante el Decreto PEN N° 1.020, y en 2005, obtuvo la misma designación por ley provincial, asegurando su preservación como emblema histórico.

Los primeros en llegar

El vapor “Santos”, de la compañía Hamburg Sudamerikanisch Dampfschiffahar Gesehschaft, de 4855 toneladas, botado en 1898, fue el primero de los buques en arribar al muelle del FCS en Ingeniero White, con inmigrantes, el 26 de febrero de 1911.

El segundo contingente que arribó a Bahía Blanca, a través del puerto whitense, lo hizo en el “Santa Fe”, el 1 de julio de 1911.

En tanto, en octubre de 1912 llegó a Ingeniero White el “Santa Rita”, con 210 inmigrantes. De esa cantidad unos 150 fueron repartidos entre La Pampa y la línea férrea a las provincias de Cuyo, mientras que los 60 restantes quedaron en Bahía Blanca hasta que fueron distribuidos en la zona.

Arturo Coleman tomó participación activa, a efectos de encontrarles empleo y ubicación, actitud que le valió un reconocimiento por parte de la Dirección de Inmigración.

El Santa Rita fue, en definitiva, el último vapor que trajo inmigrantes por el puerto de Ingeniero White.

El actual museo

En 2014, finalmente se estableció allí el Museo Histórico Municipal, el cual se ha convertido en un conservador del patrimonio tangible e intangible de la ciudad.

Actualmente, el Museo y Archivo Histórico de Bahía Blanca invita a residentes y visitantes a conocer sus salas y explorar una rica colección que ilustra la historia de la inmigración, los primeros pobladores y los usos que este edificio ha tenido a lo largo de más de un siglo de historia.

El museo ha trabajado durante el último año para ofrecer proyectos y actividades dirigidos tanto al público general como a las instituciones educativas. 

La directora Ana Miravalles resaltó la importancia de entender la historia de la ciudad desde una perspectiva actual y diversa, más allá de los relatos tradicionales centrados en la fundación de Bahía Blanca.

"La reapertura del museo es también una oportunidad para pensar la historia desde el presente, y eso es lo que esperamos reflejar en las muestras y actividades", expresó.

Y añadió: "Somos los depositarios de un importante volumen de documentos del siglo XIX y siglo XX que tienen que ver con la historia de la ciudad y que por lo tanto entonces están ahora ya a disposición del público, de los investigadores que quieran consultar, que quieran profundizar, hacer sus investigaciones".

La titular del Instituto Cultural, Natalia Martirena, subrayó el rol fundamental del museo en el desarrollo cultural de la ciudad, comparándolo con un "álbum de fotos" de Bahía Blanca, cuya memoria y patrimonio son esenciales para construir un futuro.

"El Museo Histórico representa un futuro para la cultura que inicia una nueva etapa. Una ciudad sin historia es como una familia sin álbum de fotos, este álbum de fotos nos define. Hay relatos, hay objetos. Van a descubrir un nuevo museo".

Estará abierto los fines de semana de 16 a 20 y de lunes a viernes de 9 a 13, invitando a la comunidad a redescubrir un legado único y a reflexionar sobre la historia y el presente de Bahía Blanca.

Cabe recordar que  el 26 de octubre se reabrieron las salas del museo con dos muestras, "Atando cabos", y "El museo del museo".

El espacio cuenta con una Sala de Ingreso dedicada a la inmigración, un área de consulta, un patio interno, una Sala de Armas, una Sala temática, una Sala Histórica, un Gabinete de Curiosidades y áreas de reserva.