La crisis nacional condiciona la discusión local

Maximiliano Allica

mallica@lanueva.com

Jefe de Noticias de La Nueva. Analista político y conductor del programa de actualidad "Allica y Prieta a las 12" que se emite por La Nueva Play. Ha hecho coberturas políticas en el país y en el extranjero. 

El dólar blue es un mal termómetro, pero un termómetro al fin, de la situación económica. No es un instrumento del todo bueno porque se trata de un mercado informal, muy chico en términos de PBI y fácilmente influenciable por actores económicos de peso capaces de provocar una corrida.

Sin embargo, solo es posible provocar semejante tembladeral si hay un contexto negativo. No hace falta ser un experto: basta con ser argentino y mayor de 40 años para saber que la combinación de alta inflación, sequía, deuda con el FMI e interna feroz en el gobierno son elementos que pueden conducir a una debacle.

En ese nerviosismo, las remarcaciones de precios son constantes en casi todos los rubros y varios sectores que comercializan productos directamente atados al dólar frenan sus ventas o se cubren con incrementos acorde al tamaño de la incertidumbre. Nada nuevo en Argentina.

La palabra "hiper" volvió a las mesas de café y, si bien ayer el gobierno intervino e hizo retroceder levemente al dólar sobre el cierre de la jornada, en Bahía Blanca llegó a superar los 500 pesos, cuando hace 10 días todavía no tenía impulso para alcanzar los 400.

Es mucho más que obvio: todo esto condiciona el escenario preelectoral, convulsionado de por sí, con un Frente de Todos desesperado por mostrarse como una alternativa diferente de su propia gestión y un Juntos por el Cambio que no acierta a disimular sus disputas de palacio. Mientras, según todos los sondeos, Javier Milei cosecha desencantados de aquí y de allá. "Al menos tiene un plan", argumentan sus defensores.

Ver también: Escenario económico: El gobierno busca opciones para evitar una mayor devaluación

Llevando la mirada a Bahía Blanca, cabe preguntarse cuánto lugar hay para que se priorice el debate sobre temas netamente locales en los próximos comicios (tránsito, pavimento, desarrollo de perfiles económicos) y la gente no se enfoque, en su gran mayoría, en la delgadez de las billeteras. Hoy la perspectiva indica que tanto el día de las PASO como el de las generales, el centro del debate van a ser las candidaturas presidenciales. Es habitual que sea así y es lógico que esa característica se acentúe en estas condiciones.

Incluso es muy probable que eso suceda si se cumple una opción hoy poco conversada, pero que aún está en el cubilete, de que la Gobernación desdoble las elecciones generales provinciales de las nacionales, con lo cual se votaría un día para presidente y otro distinto para gobernador e intendentes. Desde ya, sería un manotazo de Axel Kicillof para que el peronismo tenga más chances de retener la Provincia si la fórmula nacional solo promete arrastrar tempestades. No parece una alternativa con demasiadas chances, pero existe.

En el oficialismo nacional y bonaerense hay una única certeza y ni siquiera es gran cosa: ya se despejó la variable de Alberto candidato, postulación que nadie creía que podía suceder, pero faltaba la oficialización. Casi de inmediato, Cristina Kirchner encabezará un acto para la militancia. Será mañana en La Plata y muchos esperan que haya definiciones concretas respecto de su futuro.

A priori, no deberían hacerse demasiadas ilusiones con que brinde respuestas de manera contundente, aunque con ella nunca se sabe. ¿Dirá algo de su eventual candidatura? ¿Y del "renunciamiento" de Alberto? ¿Hablará del manejo de las variables económicas que viene haciendo Sergio Massa? Sobre todo, ¿asumirá que este es su gobierno, diseñado por ella, y que hasta aquí es un fiasco?

Ayer lo dijo de manera muy diplomática Federico Susbielles en La Nueva Play: "El gobierno nacional no cumplió con las expectativas ni con el contrato que había pactado con sus electores en 2019".

Naturalmente, a él o a quien se candidatee por ese frente en la ciudad, no lo ayuda compartir boleta con semejante barrilete de plomo. La estrategia peronista, sin dudarlo, deberá enfocarse en los puntos débiles de la gestión municipal, desgastada por 8 años de gobierno y sin candidatos de la misma popularidad de Héctor Gay. Es decir, tratar de esmerilar al oficialismo bahiense por abajo, en aquellos sectores donde la comunidad sienta que el Municipio les falló.

Susbielles se viene desdoblando hace varios años con ese objetivo pero hasta aquí Cambiemos ha sido electoralmente inconmovible. ¿Será diferente esta vez? En el FdT se esperanzan en que las urnas en nuestra ciudad arrojen un resultado casi de tercios, con Cambiemos, el justicialismo y La Libertad Avanza en números parejos. En ese panorama, confían en que el trajín que realizó el presidente del Puerto en todos estos años le permita conseguir un buen número de cortes de boleta que lo mantengan competitivo, pese al lastre nacional.

En contrapartida, el riesgo para el PJ es que, en el río revuelto de los tercios, el mileísmo, hoy la opción novedosa y disruptiva, pueda meter una arremetida y desplazarlos del segundo puesto.

Especulaciones. Algunas ideas más precisas habrá cuando se empiecen a oficializar las candidaturas, en todos los niveles.

A todo esto, la visita de hoy de María Eugenia Vidal a Bahía puede dar nuevas pistas respecto de la posibilidad de que el oficialismo local tenga candidatura única, tal como piden desde la cúpula municipal, o bien se advertirá que todavía se trata de una chance más entre varias otras.

Su último paso por la ciudad fue en octubre, cuando viajó junto al aspirante a la Gobernación Cristian Ritondo para hacer una presentación pública en el local de campaña que comparten el exministro de Seguridad y su adláter local, Emiliano Alvarez Porte.

Esta vez no vendrá Ritondo pero es esperable que el exsecretario municipal de Seguridad y postulante a la intendencia se muestre con Vidal en su recorrida por los medios, además de acompañarla a algún comercio o industria, aunque no iría con ella al Palacio Municipal donde será recibida por el jefe comunal Héctor Gay.

La mayor o menor cercanía de la actual diputada porteña con Alvarez Porte dará algunas pautas respecto de su inclinación hacia las boletas únicas distritales. Cuanto más mencione al dirigente radical o lo muestre en las fotos, más se interpretará que prefiere dejar abierta la puerta a una PASO en Bahía. Caso contrario, la interpretación será al revés.

Gay logró, en la reciente visita de Horacio Rodríguez Larreta, que el jefe de Gobierno de CABA dijera ante la prensa que respaldaba las boletas únicas en los distritos donde Juntos es gobierno e incluso pidió que "siga gobernando alguien del equipo de Héctor", un claro respaldo a la senadora Nidia Moirano, que lo observaba con atención detrás de los periodistas. La pregunta en el mismo sentido para la exgobernadora será obligada.

Ahora, ¿cuál es la influencia actual de Vidal en el núcleo partidario? ¿Hasta dónde es relevante su opinión y hasta dónde tiene cuerpo su proyecto presidencial? Su cercanía con Mauricio Macri, que la alentó a tomar estas posiciones, hablan de que su figura mantiene vigencia. Más de uno daba por sentado que bajaría su precandidatura inmediatamente después que Macri, pero lo cierto es que todavía se mantiene en carrera.

Su punto débil son las encuestas, que ofrecen mejores chances para Larreta y Patricia Bullrich. Como sea, tiene voz y voto en la definición de los armados.

A propósito de Bullrich, Vidal comparte con la exministra parte de sus equipos técnicos y políticos. Este dato abre la especulación de que, si declina su postulación, apoyará las pretensiones de "Pato". Es el deseo de muchos quienes acompañan a la diputada, aunque casi nadie se atreve a decírselo.

En nuestra ciudad, coinciden quienes mandan a pedir encuestas con frecuencia, los presidenciables que mejor ranquean son Milei, Bullrich y Larreta. A veces en ese orden, a veces con la exministra adelante. Si se toman los sellos, Juntos por el Cambio supera tanto a La Libertad Avanza como al Frente de Todos. Los candidatos locales, en el caso de JxC y LLA, tendrán la misión de no perder votos nacionales; en el FdT, de obtener un alto nivel de corte a favor.

Los libertarios, dicho sea de paso, siguen sondeando figuras conocidas para la postulación a intendente, aunque todavía no dieron con ningún perfil que satisfaga las expectativas de Milei y compañía.

La búsqueda de un apellido bien ruidoso se seguirá intensificando, aseguran.