El mismo Villa Mitre fue muy diferente y demostró todo lo que tiene para dar

Fernando Rodríguez

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Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.

 

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El antecedente de Pilar intimidaba: cuatro victorias en cinco presentaciones y el menor promedio de puntos en contra de la Conferencia Sur de la Liga Argentina.

Enfrente, Villa Mitre, lo contrario: el equipo al que más le habían convertido por partido. Todo un desafío.

¿En qué desencadenó esto? Bueno, los 67 puntos que la visita promediaba en contra, el tricolor se los anotó en 26m30 (67-46) y, a la vez, la Villa quedó 10 puntos por debajo de los 81 que le venían convirtiendo.

¿Resultado? 89 a 71, a partir de una gran defensa colectiva del tricolor, que pudo sostener durante gran parte del juego, sumada a una de sus mejores (o la mejor) versión ofensiva de la temporada.

Enchufado, decidido, sacrificado, convencido y efectivo se mostró el local desde el mismísimo arranque, estampando una diferencia de 19 puntos en 7m30.

Una defensa extendida, tal cual la propuesta que tuvo desde el inicio del torneo, aunque mucho más aceitada, presionando al balón, por momentos doblando y ajustando en las ayudas.

Una verdadera telaraña le tejió la Villa a la visita, que tampoco le dio segundas opciones, porque Pennacchiotti se quedó con 7 rebotes defensivos en el primer cuarto.

A partir de esto, se liberó adelante, con Penna como primera opción, alejando del cesto a Lowery y jugándole uno contra uno. Le ganó. Otra opción definida fue Jano Martínez sacándole ventajas a Treise cada vez que fue al cesto.

La profundidad ofensiva le dio a Villa Mitre mayor apertura de cancha, porque Harina supo jugar sin pelota para generarse tiros a partir de los cortes, o bien a distancia (2-3 en triples); Chervo pudo tomar lanzamientos a pie firme (2-3 en triples) y Romero agarró lo que andaba dando vueltas.

Así la Villa se puso 26-7 en un verdadero concierto.

De todos modos, cuando bajó un poco la intensidad defensiva, Treise encontró mayores libertades, los internos cargaron al rebote ofensivo y generaron algunas dudas. Las mismas que se trasladaron adelante cuando el tricolor perdió fluidez y forzó el 1x1, sobre todo el tiempo que estuvo sentado Pennacchiotti.

La estadística completa del partido

La visita descontó a 9 y con esa diferencia terminó el primer tiempo. Podría haber sido más la ventaja, sí, pero Villa Mitre no supo mantenerla.

Después de padecer en el comienzo del complemento al puertorriqueño Jesús Cruz y quedar solo 7 arriba (49-42), el local aumentó la intensidad atrás, recuperó y adelante encontró frescura en las corridas de Harina y Chervo.

Con la energía renovada, Romero fue una muralla atrás y leyó bien por dónde atacar sin pelota, mientras que Jano estuvo lúcido para pasar en el momento justo y en el lugar indicado cuando aparecían las manos con gol.

De esta manera, el tricolor estampó un parcial de 14-0 en 2m45 y escapó 63-42.

La diferencia le permitió tener algún altibajo en los 5m35 restantes del tercer cuarto, el que, de todos modos, al terminó del mismo quedó 73 a 53.

Restaban 10 minutos. Y en ese tiempo, Villa Mitre mostró su madurez y crecimiento para jugar con la ventaja, sin modificar demasiado lo que hasta ahí lo había llevado.

Y así Gastón Fernández aplaudió a su equipo y se permitió recurrir a lo más profundo de la banca para hacer debutar y jugar un buen rato a los pibes Alejo Blanco y Joaquín Margiotta, compartiendo cancha con Manuel Iglesias, Nacho Alem y Javier Bollo. Salió redondo. Se fueron todos contentos. Mejor así.

Otros resultados

Pico derrotó como local a Quilmes, por 83 a 75; Hispano le ganó a La Unión, por 75 a 67 y Ameghino venció a Unión de Mar del Plata, por 74 a 70.