Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Los voces de Sportivo que se siguen escuchando después del ascenso

El sueño cumplido de Fausto Depaoli, Facundo Sastre y Julián Gutt.

Depaoli inicia el festejo con Ayala. Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

 

Por Fernando Rodríguez y Mikel Iñurrategui

 

   Fausto Depaoli es hijo de Daniel, el Choco, ese base que formaba una media cancha picante con Guillermo López en divisiones menores de Estudiantes.

   Se ganó un lugar en Sportivo después de atravesar algunos momentos poco felices que lo obligaron a tener un parate obligado. Y terminó festejando, junto a su familia, que llegó desde Río Colorado para estar, como siempre, acompañándolo. No podía faltar la noche del ascenso.

  “Este es un club hermoso, es una familia. Estoy muy contento –destacó- porque hubo mucha gente de atrás que se merecía el ascenso”.

   —¿Fuiste encontrando tu lugar en el equipo?

   —Los chicos me hicieron sentir muy cómodo. Todos nos acompañamos, nadie se enojó si no jugó. Ahí estuvo la clave.

   —¿En lo personal lo tomás como una revancha después de estar un tiempo sin jugar?

   —Sí, había dejado casi dos años. Fue un sacrificio volver. Este resultado me hace dar cuenta todo el trabajo que hubo detrás y recordar esos días en los que no podía jugar, ni entrenar.

   —¿Sufrieron más de lo previsto?

   —La verdad que estaba para los dos. San Lorenzo tiene un equipazo, defienden, van al aro y son aguerridos; se definió por detalles.

El público, la fecha de inicio, más ascensos y, ¿regionalización?

"No había excusas"

   Hace siete años se sumó a Sportivo y el club fue creciendo en la medida que su apellido se fue escuchando cada vez más. Facundo Sastre, un escolta tirador, que no le quemó cuando tuvo que mostrar su fuerte.

   “Llegué a mitad de 2015 y ya en 2016 me incorporé de lleno. Un poco de la mano de mi viejo (Hugo) ayudando desde Trelew, nos vinculamos con el club de una manera muy linda –recordó- y hoy es mi segunda casa”.

   —Siempre se vinculó el apellido Sastre con el crecimiento institucional.

   —No sé si es tan así, je. Mi papá fue dirigente muchos años (13) de Huracán de Trelew.

   —¿Nada que ver con el vicegobernador de Chubut?

   —No, no. Se dio una relación con la gente de Sportivo, básicamente con Martín Arizcuren (presidente) y fueron años muy lindos. Me dieron lugar para jugar y dirigir, porque soy entrenador. Se convirtió en mi casa.

   —Esta doble función, de trabajar en el Dow y con Bahía Basket, ¿te genera alguna duda en tu continuidad como jugador?

   —Es difícil. Todavía soy joven, tengo 25 años, estoy en tercer año de kinesiología y no sé qué haré. Obviamente me tira jugar acá, quiero mucho a la gente y es todo un desafío jugar en Primera.

   —¿Tenían que ascender sí o sí?

   —Sí. No había excusas. La verdad que sufrimos de más. No haber perdido durante la fase regular y perder dos partidos de locales fue muy duro, pero nos enfrentamos a un equipazo. Fue increíble la entrega de San Lorenzo. En el primer partido se le rompieron dos jugadores clave y demostraron toda su experiencia. Ojalá le vaya bien, aunque no tengo nada en contra de Pacífico.

"No nos vamos a olvidar nunca"

   Julián Gutt fue otro de los que cumplió el sueño de salir campeón con el club de sus amores, su segunda casa.

   "No te puedo explicar lo que siginifica esto para mí, estoy desde los 9 años acá. Me han llamado de otros clubes y nunca me animé a irme porque siempre tenía este objetivo. Esto es increíble, no nos vamos a olvidar nunca de este día", admitió.

   "No te puedo explicar todo el tiempo que pasé acá, todo el sacrificio. Salía de la escuela y me venía todo el día acá. Me pasé días enteros acá. Resignamos muchas cosas -aseguró-, todo para este objetivo. Ahora queremos mantenerlo y vamos por más".

   —¿Les daba un plus vivirlo así, sentir tanto por el club?

   —Yo creo que sí porque jugábamos con el corazón en la mano cada partido. Teníamos la espina de otros años, no queríamos pasar de nuevo por eso. Igual, la gente esta no entiende de resultados. Esto viene hace años y siempre sumaron. Somos todos amigos y eso se nota.

    —Quedaron en la historia del club, eso es algo que va a quedar para toda la vida...

   —Veníamos buscando eso y lo logramos. La gente también es parte de esto, es impresionante el apoyo que nos dieron. Esto es absolutamente de toda la gente de Sportivo.

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