Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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La inversión en ladrillos sigue picando en punta en Bahía

Los nuevos proyectos locales suman recursos incluso por encima de los años previos a la pandemia.

Foto: Archivo La Nueva

Por Francisco Rinaldi / frinaldi@lanueva.com

     Falta de alternativas y resguardo patrimonial para los ahorros explican algo que los abuelos sabían de memoria: por más que el tiempo y los gobiernos pasen, al ladrillo no hay con que ganarle a la hora de las preferencias como destino para los ahorros. Prueba de ello es que entre 2020 y 2021, la inversión inmobiliaria estimada para nuestra ciudad creció un 571 por ciento y, si se toma un año “normal” (2019), la expansión, aunque se recorta, sigue siendo muy alta (+261,7%).

      Así, de acuerdo con cálculos de los economistas del Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca-Argentina (CREEBBA), la inversión inmobiliaria total para Bahía Blanca fue de 8 mil millones de pesos en la primera mitad del corriente año (+571% con respecto al mismo lapso de 2020 y 261,7% contra 2019, el año anterior a la pandemia).

      Si se valoriza en moneda extranjera, el total invertido ascendería a 87,8 millones de dólares, lo cual resulta un 363% y 64,3% superior a 2020 y 2019, respectivamente

     Vale aclarar que las estimaciones del CREEBBA solamente consideran la cantidad de metros cuadrados autorizados para construir. Para los costos de construcción en Bahía Blanca, se toman como referencia los que periódicamente proyecta la publicación especializada “Obras y Protagonistas”, los que no incluyen los gastos en honorarios por el proyecto y dirección técnica. De tomarse en cuenta, las inmovilizaciones totales aumentarían (en promedio) un 10%

     Además, la estimación de inversiones locales en la actividad constructiva bien puede constituir un ejemplo de mínima, toda vez que los registros no autorizados no fueron considerados dentro del análisis, teniendo en cuenta que puede tratarse de construcciones de años anteriores que se regularizaron con posterioridad a la presentación de la documentación correspondiente.

     Así las cosas, tomando la superficie total (autorizada más no autorizada), “el primer semestre de 2021 arroja un total de $ 11,8 mil millones o U$S 129,8 millones, aproximadamente. Si se compara el monto en dólares con la primera mitad de 2020 la variación resultante asciende a 161,2%, mientras que si se emplea el primer semestre de 2019 como base de comparación, dicho guarismo se ubica en 24,8%, lo cual muestra el importante crecimiento del sector en lo que va del año”, explican los técnicos del CREEBBA.

¿Por qué sigue enamorando?

     A nivel país, de acuerdo con datos del INDEC, la inversión residencial fue de 52.934 millones de pesos durante el primer trimestre de este año, y representó nada menos que el 41% del la total.

      Tamañas cifras, estables en el tiempo, llevan a preguntarse por qué los argentinos siguen apostando al ladrillo como vehículo de inversión. Para el economista Juan José Cruces, profesor de la Universidad Di Tella, la respuesta es unívoca: en un país donde los cambios de rumbo intempestivos y las crisis suelen ser la norma, la inversión en “real estate” supo respetar los derechos de propiedad más que ninguna otra.

       Cruces asegura en un conocido trabajo que los derechos de propiedad de los inversores residenciales son respetados desde hace más de 40 años, motivo que justifica porque los recursos siguen yendo a este sector, que, pese a varios nubarrones, sigue gozando de buena salud.