Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Malezas: ¿Cuándo es el momento adecuado para limpiar los lotes?

La cosecha es clave para evitar el ingreso y la dispersión de semillas complejas al lote. La Red de Manejo de Plagas presentó un plan.

Las malezas no dejan de impactar por su tamaño y desarrollo. / Fotos: INTA

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   —Como medida inicial, el monitoreo del lote --previo a la cosecha-- permite ubicar los manchones de malezas más difíciles para tomar medidas necesarias.

   —En caso de ser posible, se deben eliminar los manchones detectados previo al paso de la máquina, ya sea de forma manual o con algún método selectivo.

   —Otro de los puntos clave es el control de la cosechadora previo al ingreso al lote. Hay que tener en cuenta de dónde proviene la máquina y realizar la limpieza correspondiente es clave en la prevención de ingreso de semillas resistentes desde otras zonas, establecimientos o lotes.

   —Al momento de cosechar hay que comenzar por las cabeceras para facilitar el control posterior de malezas en ese sector. Y en el caso de tener lotes más enmalezados, dejarlos para el final de la cosecha.

   —Nunca hay que cosechar manchones de malezas problema.

   Se trata de los tips que, en opinión de la Red de Manejo de Plagas de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), el productor debe considerar para evitar el ingreso y la dispersión de semillas de malezas en el lote.

Partiendo del hecho que a cosecha es clave, con el paso de la cosechadora hay que tener en cuenta dos procesos que hacen al control de malezas: el ingreso de semillas nuevas al lote y la dispersión de las semillas provenientes de los individuos sobrevivientes.

   Desde la REM se sostiene que, en el control de adversidades en general, ser precavidos es una sabia medida para evitar futuros dolores de cabeza. En este sentido, la máquina cosechadora es la principal responsable del ingreso de malezas de difícil control provenientes de otras áreas. Especialmente, en aquellas especies que presentan estructuras del fruto, o de la semilla, que impiden su separación rápida en los sistemas de limpieza de la máquina.

   No son pocos los lotes que presentan manchones de malezas en forma lineal paralelos a las pasadas de la cosechadora en el sector donde ingresó la máquina. Es decir, es una clara señal de que no se cumplieron los protocolos de limpieza preventiva en equipos provenientes de lotes, con alta incidencia de malezas semilladas.

   En lo que respecta a la limpieza de la cosechadora, debe llevarse a cabo fuera del lote productivo y en un lugar donde las semillas no puedan germinar, sino donde puedan juntarse y destruirse.

   En el desarrollo de una población de malezas, el banco de semillas es la principal fuente de reinfestación anual, por lo que evitar su reposición es clave si se quiere disminuir la población.

Herramienta de manejo no química

   El paso de la cosechadora permite —según se marca desde Aapresid— que las semillas de las malezas que han madurado sean diseminadas por el lote y retornen al banco, echando por tierra todo el esfuerzo e inversión en controles químicos realizados durante la campaña. Pero también puede ser la herramienta de manejo no química más importante para evitarlo.

   Países como Australia han desarrollado tecnologías denominadas Harvest Weed Seed Control o HWSC (Control de Semillas de Malezas a Cosecha) para llevar adelante esta tarea.

   Todos los métodos se fundamentan en el atributo biológico que poseen las malezas anuales, que les permite retener las semillas por encima de la altura de corte de la máquina. Así, pueden ser recolectadas por la cosechadora y distribuidas por la cola de la máquina reabasteciendo el banco de semillas.

   Aunque cada uno de ellos difiere en cuanto a la metodología de trabajo, viabilidad y costos, todos han probado su efectividad.

   Estas prácticas se crearon como respuestas alternativas a la generación de malezas resistentes, buscando la reducción del banco de semillas del suelo.

   Cuando se implementan de forma combinada con el uso de herbicidas, pueden llevar a las poblaciones de malezas a niveles bajos. De esta forma, se disminuye la presión ejercida sobre los tratamientos químicos utilizados y permite su sostenibilidad en el tiempo.

Más allá del método elegido, el control de semillas a cosecha es una práctica de alto impacto en la población de malezas del lote, si es gestionado en el largo plazo.

   Sin embargo, estas tecnologías tienen casi nula implementación en nuestro país, lo que pone de relieve —se indica desde la REM— la necesidad de generar conocimiento local sobre estos métodos de control para así sumar otra herramienta que ayude a seguir complementando el manejo integrado de malezas. (Prensa Aapresid).