Bahienses en el poder: la huella local en la historia política argentina
La ciudad siempre logró incluir nombres propios en cargos ejecutivos y legislativos de la Nación, la Provincia e incluso de otros distritos. Quiénes se postularon y qué cargos ocuparon.
Mariano Buren / [email protected]
Bahía Blanca es el decimoséptimo centro urbano más poblado del país y el cuarto de la provincia, detrás del Gran Buenos Aires, La Plata y Mar del Plata.
Con una marcada importancia regional como polo industrial, puerto de aguas profundas, enclave agropecuario y centro universitario, la ciudad ejerce desde hace casi dos siglos su influencia sobre una amplia zona que se extiende desde Jacinto Aráuz hasta el Balneario Reta y desde Coronel Suárez hasta Carmen de Patagones.
En 1900, incluso, apenas cinco años después de haber sido declarada ciudad por la Legislatura, estuvo a punto de convertirse en la capital de una nueva provincia, pensada para ensamblarse con las crecientes necesidades del modelo agroexportador.
La iniciativa del entonces senador Carlos Pellegrini -quien presentó su proyecto como "la llave de prosperidad de media República"- obtuvo la aprobación de la Cámara Alta pero no logró el visto bueno de los diputados, tras un áspero tironeo de intereses económicos.
La idea de un distrito liderado por Bahía, separado del bonaerense, tuvo al menos otros cinco intentos hasta mediados del siglo XX.
La insistencia reflejaba una evidente necesidad geopolítica: la de establecer un nuevo centro de gravedad justo donde se superponen la llanura pampeana y la estepa patagónica. Un punto estratégico, con el agregado de una salida al mar, perfectamente apto para funcionar como contrapeso de la hegemonía porteña.
Bahía siguió creciendo al margen de las discusiones sobre su destino: superó los 100 mil habitantes en la década del '40, los 200 mil en los '70, y también los 300 mil, según revelaron los datos del censo 2010. Si bien el número más reciente revela que se trata de una población mayor que la de 16 capitales de provincia, al mismo tiempo muestra que está cada vez alejado de los crecientes distritos del conurbano.
Tan sólo la Primera y la Tercera Sección Electoral -los dos sectores que conforman el Gran Buenos Aires- reúnen el 68% de los votantes: La Matanza (1,78 millones de habitantes), Lomas de Zamora (616 mil), Quilmes (582 mil), Merlo (518 mil), Lanús (459 mil) o Tigre (376 mil) ostentan un peso electoral muy superior al bahiense, que es de apenas el 2,03 % en el ámbito provincial y 0,75 % a nivel país.
Pese a la considerable diferencia, que cada año parece ensancharse más, siempre queda espacio para encontrarse con algunas presencias de la ciudad en las nóminas de boletas nacionales o bonaerenses.
Valentín Vergara.
Con nombre propio
Un repaso por los archivos permite comprobar que, en 25 comicios bonaerenses, hubo 17 postulaciones con impronta local.
Seis fueron candidatos a la gobernación: Valentín Vergara (UCR, 1925), Julio César Martella (Partido Socialista, 1951 y 1958), Juan Martella (Partido Socialista Democrático, 1973), Nora Ciapponi (Movimiento al Socialismo-MAS, 1987) y Jaime Linares (Progresistas, 2015).
Para la vicegobernación, por su parte, compitieron 11 bahienses: Mario Guido (UCR, 1931 y 1935), Julio César Martella (Partido Socialista, 1950), Ricardo Lavalle (UCR del Pueblo, 1963), Mario Monacelli Erquiaga (Partido Conservador Autonomista, 1987), Néstor Ramponi (Frente Amplio de Liberación-FRAL, 1987), Christian Rath (Partido Obrero, 1987), José Lualdi (Partido Comunista, 1991, y Frente Amplio Latinoamericano, 2007), Aldo Buffa (Partido Popular de la Reconstrucción, 2003) y Jaime Linares (Coalición Cívica, 2007).
El balance de los escrutinios muestra tres victorias: Vergara (77,2 % de los votos, en fórmula con el médico puanense Victoriano de Ortúzar), Guido (47,2 %, acompañando a Honorio Pueyrredón, en una elección anulada por el dictador José Félix Uriburu) y Lavalle (24,7 %), secundando al abogado platense Anselmo Marini.
Ricardo Lavalle.
Vergara y Lavalle son, hasta el momento, los únicos vecinos que ocuparon cargos ejecutivos provinciales por voluntad popular.
En el rubro de elecciones presidenciales, en tanto, hubo una única postulación: Ciapponi fue candidata a vice por el Partido Socialista de los Trabajadores en los comicios de marzo de 1973 que consagraron a Héctor Cámpora. El binomio que integró con Juan Carlos Coral obtuvo casi 74 mil votos, equivalentes al 0,63 % del electorado.
Si se analiza la incidencia en términos de elecciones parlamentarias, los registros muestran 27 diputados nacionales de origen bahiense -nativo o por opción- sobre un total de 5.066 elegidos en más de un siglo y medio.
El listado incluye a los radicales Valentín Vergara (1918-26), Mario Guido (1920-26 y 1940-44), Enrique González (1926-30), Carlos Cisneros (1936-44), Ricardo Lavalle (1960-62), Mario Lavalle (1965-66 y 1973-76), Roberto Irigoyen (1985-89), Juan Pablo Baylac (1989-93 y 1995-03), Juan Carlos Cabirón (1993-97), Juan Pedro Tunessi (2009-13) y Karina Banfi (2015-actualidad).
También forman parte de esa nómina los justicialistas Eduardo Forteza (1948-52), David Diskin (1952-55), José Montani (1965-66), Clotilde Urdínez de Volpe (1973-76), Rodolfo Kelly (1973-76), Tomás Bustos (1973-76), Rodolfo Ponce (1973-76 y 1983-89), Julio Cortina (1983-86) y Dámaso Larraburu (1987-95 y 1997-01).
Además, integraron el cuerpo de Diputados siete dirigentes de otras fuerzas: Alberto Medus (Partido Conservador, 1928-30), Julio César Martella (Partido Socialista, 1932-34), Francisco Berardi (Partido Demócrata Nacional, 1942-43), Luis Harrington (UCR Intransigente, 1963-66, y Alianza Popular Federalista, 1973-76), Juan Carlos Bonacorsi (Partido Unidad Federalista-PAUFE, 2003-07), Virginia Linares (Coalición Cívica, 2007-11, y Frente Amplio Progresista-FAP, 2011-15) y Gustavo Bevilacqua (Unidos por una Nueva Alternativa-UNA, 2015-19).
La estadística se reduce en el caso del Senado: Jaime Linares (FAP, 2011-17) es el único bahiense entre los 1.326 legisladores que alguna vez pasaron por el recinto de la Cámara Alta.
Las cifras revelan que desde la vuelta de la democracia en 1983 siempre hubo, al menos, un legislador vinculado a Bahía Blanca en una o ambas cámaras del Congreso de la Nación.
Diskin, Ciapponi, Avanza, Neri, Abraham, Marziotta, Linares,Castro, Pechén y Crexell.
Contigo a la distancia
Claro que no todos los bahienses que se postularon a diferentes cargos nacionales y provinciales lo hicieron con la vista puesta en su ciudad de origen. Ya fuera por motivos personales, familiares o profesionales, muchos políticos nacidos en esta ciudad decidieron presentarse como candidatos por otros distritos.
La historia muestra varios ejemplos -algunos conocidos- como son los casos de Carlos Soria, quien fue gobernador rionegrino (Frente para la Victoria, 2011-12) y diputado nacional por Buenos Aires (PJ, 1987-99) y también por Río Negro (PJ, 1999-2002); el médico Aldo Neri, exministro de Salud, y diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (UCR, 1987-91 y 2001-05); la exembajadora Alicia Castro, diputada nacional por Buenos Aires (Frepaso, 1997-2001, y Frente Polo Social, 2001-05); y el economista Nicolás Massot, diputado nacional por Córdoba (Cambiemos, 2015-19).
También cuentan con raíces locales el dirigente gremial Emilio Belenguer, senador nacional por Río Negro (PJ, 1973-76), el abogado Jorge Solana, diputado nacional por Neuquén (Movimiento Popular Neuquino-MPN, 1963-66 y 1973-76) y senador nacional por la misma provincia (MPN, 1983-98); el docente Fabio Marinello, vicegobernador fueguino (ARI, 2010-11); la doctora en Química Ana Pechén, vicegobernadora neuquina (MPN, 2007-15); y la ingeniera Analuz Carol, diputada nacional por Tierra del Fuego (FPV, 2015-19).
En la actualidad, el listado de políticos bahienses a la distancia es integrado por la periodista Gisela Marziotta, diputada nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Frente de Todos, desde 2020); su compañera de bancada Susana Landriscini, legisladora por Río Negro (FdT, desde 2019); y la senadora nacional Lucila Crexell, representante por Neuquén (MPN, desde 2013).
Julio César Martella.
Voz y voto
Resulta evidente que el desmedido crecimiento del conurbano en los últimos 50 años inclinó definitivamente la balanza electoral hacia sus distritos, que adquirieron una gran influencia en el armado político bonaerense.
Para comprobarlo, basta con observar cuántos intendentes del Gran Buenos Aires alcanzaron protagonismo nacional -Sergio Massa, Martín Insaurralde, Verónica Magario, Fernando Espinoza, Martín Sabbatella, Fernando Gray, Gustavo Posse, Mario Ishii, Gabriel Katopodis, Jorge Ferraresi, Juan Zabaleta-, mientras que el núcleo de poder de los municipios del interior quedó prácticamente relegado al ámbito regional o a los debates en la Legislatura.
A ese desplazamiento de fuerzas, habría que agregarle la irrupción en la escena provincial de muchos dirigentes provenientes de otros distritos, principalmente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -Daniel Scioli, María Eugenia Vidal, Graciela Fernández Meijide, Axel Kicillof, Felipe Solá, Diego Santilli-, lo que redujo aún más el margen de acción para los distritos de la Segunda, Cuarta, Quinta, Sexta y Séptima secciones electorales.
Con una tasa de población -es decir, electorado- que crece casi a la mitad de ritmo que los distritos del conurbano, parece cada vez más difícil para ciudades como Bahía Blanca trasladar nombres propios a las boletas grandes.
La tarea, en todo caso, es preguntarse cómo se puede conservar el protagonismo en las discusiones nacionales y provinciales desde una mirada que defienda los intereses locales.
Porque no es lo mismo tener voto que tener voz y voto.
Moisés Lebensohn.
Ramal Bahía-Constitución
Las tres reformas constitucionales impulsadas durante el siglo XX también contaron con la presencia de convencionales bahienses, elegidos por voto popular.
En las modificaciones propuestas en el primer gobierno de Juan Domingo Perón, en 1949, los abogados Moisés Lebensohn y Ricardo Lavalle (UCR) y sus colegas Francisco Parera y Julio César Avanza (PJ) integraron el cuerpo de debate y redacción de la nueva Carta Magna.
Ocho años después, en los cambios establecidos por el régimen de Pedro Eugenio Aramburu en 1957, participaron de las sesiones Julio César Martella (PS) y nuevamente Ricardo Lavalle (UCR del Pueblo).
Ya durante la era de Carlos Menem, la reforma efectuada en 1994 sumó los aportes del jurista Roberto Irigoyen (UCR) y de la docente Olga Abraham (PJ).
Jorge Moore.
Cerri, Moore, Pagano y Belenguer, los otros gobernadores
El territorio nacional de Los Andes fue un distrito administrativo que existió entre enero de 1900 y septiembre de 1943. Ubicado casi totalmente sobre la Puna de Atacama, al oeste de las actuales provincias de Catamarca, Salta y Jujuy, fue creado por el gobierno de Julio Argentino Roca como parte de su política limítrofe con Chile.
Su primer gobernador fue el general de brigada Daniel Cerri, exfundador del Fortín Cuatreros, excomandante de la Fortaleza Protectora y uno de los impulsores de la Biblioteca Rivadavia, quien dirigió el distrito hasta enero de 1902.
No fue el único caso de un vecino designado como jefe provincial.
El exintendente Jorge Moore (UCR) fue nombrado gobernador del territorio nacional de La Pampa (1924-26) por el entonces presidente Marcelo Torcuato de Alvear.
También fueron elegidos el ingeniero Adalberto Pagano (PDN), quien tuvo a su cargo el Ejecutivo rionegrino (1932-43) por orden de Agustín Pedro Justo, del mismo modo que el referente ferroviario Emilio Belenguer (PJ) estuvo al frente de las administraciones de Neuquén (1946-49) y Río Negro (1949-55) por disposición de Juan Domingo Perón.