Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Frente a la crisis, la construcción es una inversión atractiva para los bahienses

Las viviendas unifamiliares y las ampliaciones siguen siendo las obras más ejecutadas en el año, acaparando el 67% de los permisos.

Foto: Pablo Presti-La Nueva.

   Con un total de 182.539 metros cuadrados presentados para su ejecución entre enero y octubre, la construcción en la ciudad superó en un 36% los permisos gestionados para el mismo período 2020, de acuerdo a los datos suministrados desde la Central Territorial de Datos del Departamento de Castro de la municipalidad local.

   Si bien no puede soslayarse el hecho de que el año último resultó fuertemente afectado por la pandemia, al punto que hubo dos meses en la municipalidad no recibió ningún permiso como consecuencia de las medidas restrictivas derivadas de la situación sanitaria, en medio de una economía incierta, sigue siendo refugio de muchos inversores.

   Sin embargo, la relación interanual entre octubre 2021 y el mismo mes del año pasado muestra una gran paridad, con apenas un 0,96% más de permisos generados el pasado mes, 16.755 m2 contra 15.274 m2, lo cual muestra que a fines de 2020 la situación sanitaria había dejado de ser tan perjudicial para la construcción.

   Por otra parte, el porcentaje de aumento de los m2 en enero-octubre 2021 supera en un 81% al registrado en 2020 si se suman la superficie presentada para su construcción y las presentaciones de obras ya realizadas, sin permiso.
En 2021 ese total alcanzó los 246.182 m2, superando los 182.539 m2 de 2020.

Los modelos

   Las viviendas unifamiliares y las ampliaciones siguen siendo las obras más ejecutadas en el año, acaparando el 67% de los permisos, lo cual refleja una situación que actores del sector han reconocido, que es la tendencia a invertir en nuevas viviendas o sumar superficie a la existente, desplazando a la inversión en departamentos en edificios en altura.

   Los permisos para viviendas multifamiliares apenas alcanzan al 12,29% de la superficie gestionada. Otro rubro que ha quedado rezagado es el de los locales, que apenas llegó al 9,72% de la superficie que se presentó para construir.

Entre la incertidumbre y la confusión

   El panorama entretanto sigue siendo muy complejo para quienes se mueven en el mundo de los ladrillos, “una industria que está desconcertada y confundida”, de acuerdo al decir de algunos desarrolladores inmobiliarios consultados.

   Se observa como algunas obras comienzan a paralizarse como consecuencia del incierto momento económico.

   La construcción de edificios en altura si bien parece marchar como en sus mejores épocas –se habla de al menos cien edificios en ejecución--, la realidad es que muchos de esos emprendimientos fueron iniciados años atrás y no son pocas las empresas que empiezan a considerar que se ha saturado la cantidad de unidades existentes en el mercado, con lo cual hay un exceso de oferta.

   A eso se suma que la pandemia ha reforzado la idea de la gente de vivir en lugares abiertos, con la posibilidad de disponer de patio y otro tipo de espacios.

   El dólar sigue siendo otro referente que hace del mercado de la construcción un lugar de refugio.

   Si bien para muchos operadores el dólar “blue” a 200 pesos está “sobrevaluado” y que alcanza esos valores por la falta de confianza en el mercado, es un componente que genera un completo desequilibrio al momento de definir un nuevo emprendimiento.

   Lo curioso es que en esa confusión la gente termina, como ha ocurrido a lo largo del tiempo, confiando en el ladrillo como inversión, incluso asumiendo que la rentabilidad que hoy genera está por debajo de los porcentajes históricos.

   “Estamos muy atados a si la Argentina llega a acuerdo con el FMI, hoy no se puede importar por falta de dólares, empiezan a faltar insumos y hay que ver que sucede después de las elecciones, que haya un rumbo cierto”, mencionó un empresario local.

   La obra pública, por último, se ha movido mucho considerando los llamados a licitación. Sin embargo hay cierta desconfianza en el cumplimiento del pago por parte del estado, con lo cual muchas empresas que tienen trabajo en el sector privada evitan cotizar ese tipo de obra.