El primer club de la URS en volver a entrenar, tuvo que suspender actividades

Redacción de La Nueva.

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   Cuando parecía que el club Santa Rosa RC iba recuperando parte de la temporada 2020 al volver a los entrenamientos, un brote de COVID-19 surgido en la localidad de Catriló desató una ola de contagios que llevó al gobierno de La Pampa a volver a fase 1 en las ciudades principales.

   Desde el jueves último este club de rugby que forma parte de la Unión de Rugby del Sur (URS) canceló las prácticas que había iniciado el 23 de junio pasado, luego de la presentación y aprobación de los protocolos requerido por la URS/UAR y por el Ministerio de Salud de esa provincia.

   Fue el primero en reanudar en el ámbito de la unión bahiense.

   Aquel regreso a la normalidad fue en principio con ejercicios físicos, con tres turnos en los que primero movían los juveniles y después los 50 jugadores del plantel superior, desdoblados en dos grupos.

   A partir del lunes 13 de julio el club estuvo habilitado para realizar ejercicios con pelota aunque sin contacto con oponente, lo cual ya le daba otro perfil a las prácticas.

   La Pampa había tenido tan sólo 8 casos de COVID-19 entre el 24 de marzo y el 23 de julio. Todos recuperados. Y en medio de ese optimismo, Santa Rosa RC ofreció sus instalaciones a la Unión Argentina de Rugby -por intermedio de la URS- para que Los Pumas pudieran entrenar allí. En una de las varias burbujas sanitarias que se ofrecieron al seleccionado argentino desde distintos puntos del país.

   Pero lo ocurrido en los últimos días en Catriló y el replique que le dio a la epidemia en ciudades cercanas, llevó a las autoridades de salud de La Pampa a llevar la cuarentena a Fase 1 para Catriló, Santa Rosa, General Pico, Macachín y Toay.

   Por el contrario otros clubes de la URS que empezaron a entrenar y continúan son Coronel Suárez RC, Tres Arroyos, Pringles RC e Independiente de Puan.