Bahía Blanca | Miércoles, 08 de mayo

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Esta noche se podrá ver la estrella de Navidad

Júpiter y Saturno se verán alineados desde la Tierra y estarán tan cercanos como ocurrió en el año 1200.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Para los amantes de la astronomía, para quienes disfrutan del maravilloso paisaje del cielo nocturno, para los amantes de las estrellas, esta noche se podrá observar un singular fenómeno astronómico: la conjunción de los planetas Saturno y Júpiter, los más grandes del sistema solar, y que se alinearán a la vista desde la Tierra, formando una suerte de gran estrella que los especialistas mencionan como “La estrella de Navidad” y que ciertas leyendas (sin fundamentos) relacionan con la estrella de Belén que siguieron los reyes magos para adorar al niño Jesús.

   El ingeniero Néstor Ortega, miembro de la Agrupación Bahiense de Aficionados a la Astronomía, detalla que, esta noche se verificará ese acercamiento. “Muy probablemente, y a simple vista, se verán como un solo astro. En los restantes días van a estar cerca uno del otro, pero se podrán individualizar”, menciona.

   Para quienes le entusiasme la posibilidad de ver este fenómeno, la “estrella” se ubicará en la dirección donde se pone el sol (oeste-suroeste), bastante baja sobre el horizonte (menos de 15 °) y será visible solo durante las primeras horas de la noche (entre las 21 y 22, aproximadamente).

   Debido a esa baja altura será posible verla desde la parte alta de la ciudad, aunque por la baja altura que tendrá en el horizonte se verá afectada por el calor que emana del suelo y que hace que las imágenes se deformen. “De todas formas habrá una chance más favorable en la próxima conjunción, que se verificará a mayor altura pero en 2100”, apunta Ortega.

Una alineación desde lejos

   Júpiter y Saturno se vienen “acercando” desde hace varios días, pero esta noche sus recorridos se alinearán, lo cual provocará un mayor brillo.

   En 1610, el astrónomo italiano Galileo Galilei descubrió las cuatro lunas de Júpiter y un extraño óvalo alrededor de Saturno, sus anillos. Trece años después, en 1623, Júpiter alcanzó y pasó a Saturno, en un evento astronómico conocido como "Gran Conjunción". 

   "Puedes imaginar el sistema solar como una pista de carreras, con cada uno de los planetas como un corredor en su propio carril y la Tierra hacia el centro del estadio", dijo Henry Throop, astrónomo de la NASA. "Desde nuestro punto de vista, podremos ver a Júpiter en el carril interior, acercándose a Saturno todo el mes y adelantándolo el 21 de diciembre".

   Júpiter y Saturno aparecen alineados en el cielo cada 20 años. Pero han pasado casi 400 desde que pasaron tan cerca y casi 800 desde que la alineación ocurrió en la noche, permitiendo que el mundo sea testigo de esta “gran conjunción."

   Los planetas se pueden ver a simple vista, pero con binoculares o un telescopio pequeño es posible que hasta puedan verse las cuatro grandes lunas de Júpiter orbitando el planeta gigante. Hay que tener en cuenta, sin embargo, los dos planetas no están para nada cercanos. Al momento de su conjunción los separarán 800 millones de kilómetros, casi 2.100 veces la distancia entre nuestro planeta y la Luna.

   La última vez que Júpiter y Saturno estuvieron en conjunción tan próxima fue en 1623, pero hay pocas certezas sobre su observación porque el telescopio era un invento reciente.

Consejos para su observación

   La conjunción podrá verse en cualquier punto del planeta. “Va a ser muy evidente, sobre todo Júpiter, que será en el punto más brillante en todo el cielo. Al lado, quedará un punto más débil. Ese será Saturno. Si tenemos la oportunidad de observarlos con un telescopio, nos permitirá verlos en el mismo campo de visión, incluso observaremos sus lunas”, se explica desde la NASA.

Aquella estrella de Belén

   La teoría de que la conjunción de Júpiter y Saturno puede ser la ‘Estrella de Belén’ que menciona el Nuevo Testamento como anuncio del nacimiento de Jesús, fue planteada a principios del siglo XVII por el astrónomo y matemático Johannes Kepler, quien argumentó que esa misma conjunción planetaria alrededor del 6 a.C.

   Sin embargo, los científicos aseguran que no existe ninguna evidencia de que en esa época hubiera ocurrido una conjunción similar. La ciencia no tiene respuestas ciertas a que pudo haber sido aquella estrella que menciona el apóstol Mateo en el Nuevo Testamento ni tiene teoría alguna como explicación del fenómeno.