Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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"Cuando llegamos al club no había ropa, ni redes ni pelotas", dijo Mario Rossi

Los hinchas y el barrio pusieron de pie a un Pacífico que andaba a los tumbos. “Se acercaron muchos colaboradores para ayudar, porque no había quedado nada”, dijo el presidente de la subcomisión del fútbol mayor.

Por Javier Oscar Schwab / jschwab@lanueva.com

(Nota publicada en la edición impresa)

   "Cuando llegamos al club no había ropa, ni redes ni pelotas. El panorama era angustiante, Pacífico no parecía un club”.

   Dos años después de aquel momento que refleja Mario Rossi (hoy a cargo de la subcomisión del fútbol mayor de Pacífico), la situación cambió. Y para bien...

   “Nos metimos porque era necesario. (Gastón) Federici estaba como presidente y había que darle una mano. Pudimos acercar a los hinchas, a la gente del barrio, quienes nos vienen ayudando”, contó.

   "Todas las actividades son autogestionadas. El fútbol genera sus ingresos para invertir lo recaudado", reveló.

   -¿Cómo hicieron para resurgir?

   -Trabajamos muy fuerte. No había nada. Compramos redes, pelotas; arreglamos el vestuario local, que era un nido de ratas... El impulso fue lindo, los chicos estaban entusiasmados, pero en octubre se terminó de jugar y después llegó la pandemia...

   -¿La cancha también era un desastre?

   -Sí. Lo hacían saber nuestros jugadores y los rivales; estaba dura y nos dolían los comentarios.

   "Removimos el piso, se rellenó con tierra negra (seis camionadas). Ampliamos los sectores para el riego y el pasto creció bastante parejo. En algunas partes rellenamos con arena. Hoy da gusto ver la cancha", señaló.

   Los recursos aportados por el hincha  terminaron siendo determinantes.

   “Rifas, chancho móvil, suvenires, adornitos, todo suma. En el barrio colaboran unas 300 personas.

   “En Neuquén y Córdoba tenemos hinchas a las que le mandamos la rifa.  Y, ahora, unos pantalones cortos con bolsillo. Ahhh, también tenemos algunas publicidades", afirmó.

   -¿La pandemia les puso límites?

   -Fuimos solidarios. Se reflotó la 'Agrupación 1896', que es de los hinchas. Una parte de la comisión se puso al frente, armamos un ropero comunitario, entregamos  lavandina, jabón líquido; los chicos  repartieron mercadería. Asistimos a 6 merenderos y 6 comedores.

   “Repartimos bolsones de la municipalidad en el barrio... Y hubo tres eventos comunitarios para agasajar a los niños en su día", apuntó.

   -¿El alquiler del gimnasio es una nueva inversión?

   -No. Teníamos una chica que lo llevaba bien, pero la pandemia le frenó la actividad, pese a que la bancamos sin cobrarle alquiler.

   "Al reanudar el número de asistentes bajó y decidió dejar. Ahí apareció Daniel, quien ahora le dio una movida interesante.

   "Desactivamos la agrupación, sacamos toneladas de ropa y habilitamos la parte superior. El gimnasio es completo", remarcó.

   -¿Qué te genera trabajar con gente desinteresada?

   -Los chicos quieren al club, acá nadie cobra. El "profe" se maneja por zoom  ad honorem; igual que Oscar (Fritz), un DT muy identificado. Tuvimos una reunión con los referentes para armar una estrategia para el año que viene y acomodar lo que se puede mejorar. Inculcarles el espíritu de gente que ya vistió esta casaca.

   -¿Tus ideas son compatibles con las de la CD?

   -El club está ordenando,  hay como 2.000 socios. Pero nosotros criticamos la gestión, no queremos más gente con proyectos personales. No es el caso de Gastón, pero sí de otros que pasaron y no dejaron nada.

   “Las elecciones quedaron truncas por la pandemia, pero el club sigue funcionando y todo se le consulta el presidente".

   -¿Qué pretendés del que quiere colaborar?

   -Que lo haga por un sueño.  Si entrás dejá algo, aportá trabajo. El club salió campeón en su momento, pero el costo fue altísimo. No había recursos para nadie.

   “Hoy no podemos priorizar la parte deportiva, nos interesa la comodidad del deportista, que no le falte nada".

   -¿Cómo acercás al hincha que está enojado?

   -No podés. Hay gente que compra 20 rifas, pero no pisa más el club.

   -¿Le dedicás muchas horas?

   -Sí. Me quise ir muchas veces, pero pienso: "hicimos tanto...".

   -¿Con qué te motivás?

   -Con las obras, el futsal y el fútbol femenino, que estaba listo para arrancar. Ojalá el 2021 nos permita mostrar la cancha llena, la cantina a full y las chicas felices por el sueño que tienen.

   -¿Y los menores?

   -No sabemos. No tenemos relación con el fútbol menor. Estamos para ayudarlos, pero no hay unión. Sembraron el predio en el Parque de La Ciudad. No se dónde van a entrenar.

   "Los mayores practican en Ferroviario".

   -¿Las obras están terminadas?

   -Algunas sí, otras en marcha. Remodelamos el fogón (techo, iluminación, pintura y una nueva barra); se reacomodó el frente del gimnasio sobre calle Terrada; se hizo un contrapiso en el gimnasio del fondo (NdR: donde iba la cancha de bochas). Estamos trabajando en la cabinas y en una nueva utilería, ya que en la vieja irá una pileta de hielo.

   “Habrá un sitio, con todos los elementos. No nos pusimos fecha, pero ya sacamos una rifa para eso". 

   -¿Quién pintó el mural de la tribuna visitante?

   -Lo gestionó "Leo", con otros chicos, y lo pintó un hincha de Villa Mitre.  Es un reconocimiento al hincha.