Schwartzman no pudo con Nadal, pero dejó una huella imborrable en París

Redacción de La Nueva.

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   Se cumplió la lógica en París y el argentino Diego Schwartzman (13º) le puso punto final a su inolvidable aventura en Roland Garros, el tercer Grand Slam del año, tras caer el español Rafael Nadal (2º) en instancias de semifinales. 

   Peque no se rindió nunca y la peleó hasta el final, pero la leyenda viviente del polvo de ladrillo parisino (alcanzó su final 28º en Grand Slam) se terminó imponiendo por 6-3, 6-3 y 7-6 (0), en tres horas y nueve minutos de partido, alcanzado su 13ª final en el abierto francés.

   En el primer set, Peque, quien desde el lunes ocupará el 8º puesto en el ranking ATP (su mejor marca personal), luchó durante más de una hora para tratar de poner en aprietos a Rafa, quien quebró en el segundo juego y mantuvo la ventaja hasta cerrar el parcial con su saque. 

   Trámite intenso, puntos largos y poco margen de error; escenario ideal para Nadal, especialista en esta clase de partidos a 5 sets, y sobre todo en el patio de su casa, en el polvo de ladrillo parisino.

Uno de los buenos pasajes del primer set:

   En el segundo parcial, Rafa fue más contundente que Schwartzman, quien rápidamente cedió el servicio en el segundo juego. Nadal, más agresivo y efectivo, volvió a apoderarse del saque adversario en el noveno juego y firmó el 6-3, luego de 41 minutos.

   Promediando el tercer set, el tenista argentino levantó su nivel, recuperó el temprano quiebre perdido y llevó la definición del mismo al tiebreak (previamente tuvo chances de quebrar y sacar 6-5). La esperanza duró poco, Rafa apretó el acelerador y lo cerró por un contundente 7-0.

La ovación al Peque en su salida del estadio: 

   Nada por reprocharse para Peque en estas dos semanas de ensueño en Roland Garros; la derrota de hoy ante el "Rey de la Arcilla" (aguarda por el serbio Novak Djokovic o el griego Stefanos Tsitsipas) no empaña en absoluto su heroica actuación.

   Al igual que la rosarina Nadia Podoroska, eliminada en semifinales entre las damas, Schwartzman, reciente finalista en el Masters 1000 de Roma, devolvió al tenis argentino a la primera plana internacional,