La noticia que recibió Caio desde Brasil, no cambiará al jugador que es en Bahía Basket

Redacción de La Nueva.

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Por Fernando Rodríguez

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   A las 7:43 Caio Pacheco ya estaba en movimiento. O, al menos, lúcido como para poder hablar con “La Nueva.”.

   “Estoy despierto hace rato”, aseguró el base de Bahía Basket.

   —¿Sos de levantarte temprano?

   —Sí, como siempre. Seis y pico ya estoy despierto.

   —¿Y a qué hora te acostás?

   —No más de las once.

   El brasileño, que dio un salto de calidad la última temporada de Liga Nacional, recibió una noticia que también influye a la hora de conciliar el sueño: lo convocaron a la Selección de su país, para disputar las ventajas de la AmeriCup, ante Panamá y Paraguay, en Buenos Aires, el 26 y 27 de noviembre.

   —¿Cómo tomaste la noticia de la convocatoria a la Selección?

   —Fue algo muy lindo que soñaba desde chiquito y que me puse como objetivo. Me habían avisado unas horas antes de que saliera el comunicado oficial y se me vinieron un montón de cosas a mi cabeza, sobre todo lo que trabaje y trabajo. Es una oportunidad que espero no dejarla pasar. Es muy especial.

   Es la cuarta convocatoria del base de 21 años. En el Sub 16 quedó afuera en el último corte. Y después fue campeón Sudamericano dos veces (en Salta y Colombia) con los Sub 21.

   —¿Esta convocatoria considerás que está vinculada a tus antecedentes en la Selección o nace a partir del salto de calidad que diste y potencial que adquiriste con Bahía Basket en la Liga Nacional?

   —Creo que es una mezcla. Obviamente ganar con la Selección fue algo muy bueno. A todos los jugadores nos puso en el ojo del entrenador, pero también tiene mucho que ver con lo que evolucioné en Bahía. La temporada pasada fue muy buena, a pesar de que no terminó como queríamos. Pero creo que influyó para ser convocado.

   —¿El sistema de Bahía Basket te calzó muy bien?

   —Bahía tiene un estilo que no se negocia; Pepe (Sánchez) nos pide que corramos la cancha y que intentemos jugar sin pelota, pero obviamente creo que ese estilo tiene mucho que ver conmigo y sí, me favoreció. Cuando llegué no estaba acostumbrado a jugar así. Pero acá siempre me dieron libertad, me dijeron que ese era el camino.

   —Te fueron moldeando, a partir de darte libertad, pero sosteniéndote las riendas.

   —Exactamente. Dejándome libre y, al mismo tiempo, controlándome. Obviamente, no significa que puedo hacer cualquier cosa porque me dejen libre, pero soy chico y reconozco que, a veces, me excedo un poquito corriendo más que las piernas. Aprendí mucho de Jamaal (Levy) adentro de la cancha y de Pepe afuera.

   —¿Fuiste siendo cada vez más ofensivo?

   —Sí. Me lo cambiaron bastante. Siempre que sea posible, tengo que ir agresivo al aro. Cuando era más chico jugaba de dos (escolta) y cuando hice la transición de dos para base me sacaron esa agresividad. Acá, en Bahía, me hicieron volver a mi posición y a lo que me gusta, atacar el aro, hacer puntos y asistir, algo que me surge naturalmente.

   —Esa frescura y desfachatez que mostrás en Bahía Basket liderando al equipo de Liga, ¿te puede ayudar cuando saltes a la Selección?

   —Obviamente. Llegué hasta acá haciendo algo y no creo que tenga que cambiar por llegar a la Selección. Sí tendré que adaptarme. Seguramente no juguemos como acá en Bahía, pero tendré que seguir jugando libre, suelto, respondiendo a lo que nos pidan los entrenadores, aunque encontrando mi nicho.

   —Estás más grande físicamente. ¿Le metiste mucho trabajo durante la cuarentena?

   —Sí. Desde la semana uno que estuve entrenando. Las canchas cerraron bastante tiempo en Brasil, así que hice bastantes pesas y salí a correr por la calle. Aproveché todo lo que tenía a mi alcance. Espero seguir laburando para estar preparado al momento que se juegue la Liga o cuando tenga que presentarme con la Selección. Es mucho más fácil mantenerse en forma que ponerse en forma.

   —¿Cómo te juega en la cabeza el tema del draft?

   —Trato de estar tranquilo, de no meter cosas en mi cabeza. Obviamente que es otro sueño. Hice lo que podía y tengo que mejorar día a día. Cuando llegue el momento se tomará la decisión más correcta.