Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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La cantinela de los cambios de gabinete

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

Archivo La Nueva.

   Alberto Fernández está convencido que no hay una ni dos, sino tres “manos negras” detrás de la cantinela sobre posibles cambios en el gabinete nacional que se viene escuchando desde hace por lo menos un mes, pero que tuvo su pico de difusión y audiencia este fin de semana y más precisamente durante las marchas del lunes autoconvocadas por la ciudadanía pero fogoneadas claramente por el ala dura del macrismo y de Juntos por el Cambio.

   Para el presidente, en charla con sus colaboradores más cercanos y también con algunos gobernadores peronistas con los que habló en las últimas horas, como el tucumano Juan Manzur y el santafesino Omar Perotti, hay un primer pelotón de adoradores de los cambios de gabinete que comandan Mauricio Macri, Patricia Bullrich, el peñismo en las sombras (dicen que los trolls de Marcos Peña nunca salieron de escena y machacan el tema todos los días en las redes) y hasta el rionegrino Miguel Pichetto.

   Una segunda “mano negra”, cuándo no, proviene según el presidente y sus principales confidentes de parte de los grandes medios, empezando por los “hegemónicos”, a los que acusan en privado de abusar de la cita de fuentes oficiales o políticas según las cuales Alberto estaría analizando cambiar algunos nombres de su elenco de ministros, un supuesto que según esos mismos funcionarios del albertismo “no se compadece absolutamente con ninguna realidad”.

   La tercera embestida contra las posiciones de algunos casos puntuales del elenco ministerial, un dato que claramente se reconoce como parte de una maniobra interna del cristinismo más duro, vendría de las constantes señales que entrega el Instituto Patria acerca de un también presunto descontento de Cristina Fernández sobre el comportamiento en la gestión de casi medio gabinete, si hay que atenerse a la lista que hacen circular esas fuentes claramente identificadas con la vicepresidente.

   Esta última variante de la “mano negra”, más allá de que se insista en que los rumores sobre cambios no tienen nada que ver con la realidad o con lo que piensa Alberto, es la que más preocupa en la cima del gobierno. “Es obvio que cuando los grandes medios machacan con las voces del Patria lo que están instalando es que en realidad la que está detrás es Cristina”, dice una de las fuentes que habló con el presidente este fin de semana.

   La conclusión más fresca en medio de esa ola de rumores o de operaciones políticas fue la voz este martes del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, a la vez uno de los abonados a las versiones sobre cambios, fue que el presidente no piensa en mover ninguna pieza. Nadie sale ni nadie entra. Al menos por ahora y salvo por razones de fuerza mayor. No por responsabilidades, que Alberto no las observa, en el mal cumplimiento de la gestión.

   “El presidente no va a cambiar de gabinete ni Cristina le ha pedido ninguna cabeza como se rumorea, en todo caso lo que analizan cuando se encuentran son áreas de gestión que por ahora no están funcionando como se esperaba y de lo que se trata es de corregir, no de echar a nadie”, analiza un funcionario que por sus responsabilidades frecuenta al presidente todos los días de la semana.

   Los funcionarios al tanto de esta recurrente movida en los medios de eventuales reemplazos en el gabinete no lo reconocerán en público por razones fáciles de entender, pero lo deslizan en privado de cara al impacto que tienen los rumores. “Una cosa es que los cambios los pida (Patricia) Bullrich, o que los grandes diarios curiosamente tengan el tema todos los días en la tapa, pero otra es que se nutran de data que sale del propio palo”, dijo uno de esos confidentes en clara alusión a los rumores que “desparrama” entre periodistas el sector más duro del cristinismo, que a la vez se referencian casi siempre en La Cámpora, la agrupación que conduce Máximo Kirchner.

   A este sector, para más datos, en la Casa Rosada y en Olivos le adjudican la versión sobre la presunta llegada de Sergio Massa a la Jefatura d Gabinete en reemplazo de Santiago Cafiero. Un supuesto que el propio tigrense ya se encargó de desmentir en un par de oportunidades. “Sergio está muy cómodo y muy bien posicionado allí donde está”, dijo no sin un rapto de ironía para responder a esos rumores su vocero histórico, que hoy ocupa un cargo en el área de Comunicación del gobierno.