Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Federico Susbielles: “Este equipo va a volver a escribir páginas históricas para el deporte argentino”

Mano a mano con el presidente de la Confederación Argentina tras otro momento de gloria: la medalla plateada en el Mundial.

Fotos: archivo y Pablo Presti-La Nueva.

Por Mauro Giovannini / mgiovannini@lanueva.com
(nota publicada en la edición impresa)

   Aún retumba el segundo puesto logrado por la Selección en el Mundial de China.

   De regreso a nuestra ciudad, Federico Susbielles, presidente de la Confederación, ya trabaja y sueña con el futuro de este equipo que quedará en la historia.

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   —¿Tenías más o menos expectativas que el plantel?

   —Tenía buenas expectativas porque el equipo me había transmitido muchas sensaciones positivas en el proceso de eliminatorias. Vi cómo se forjó y unió un equipo cada vez más sólido, que venía jugando con mucha dinámica, con una defensa que imponía condiciones. La duda, que era la que teníamos todos, era cómo iba a ser la competencia con los equipos europeos. En la intimidad, el objetivo del equipo eran las semifinales. Se lo habían planteado hace más de un año y obviamente se lo mantuvieron en reserva. Por merecimientos, por llave y por lógica, tenía posibilidades de meterse en cuartos de final y de esa manera clasificar a los Juegos Olímpicos. En el Mundial, el equipo fue elevando su producción, hizo las cosas de manera increíble e hilvanó victorias consecutivas con Serbia y Francia que son dos hazañas.

   —¿Ir con el equipo “A” a los Panamericanos fue un acierto?

   —Había una disyuntiva: si el equipo iba a los Panamericanos iban a ser dos meses de trabajo continuo, que es mucho tiempo; la otra era achicar los plazos e ir a competir recién en la gira europea. Lo hablamos con Sergio (Hernández) y entendía que el equipo debía pasar por un torneo en el cual sintiera la presión de ser candidato e ir a ganar. Para ser sincero, yo me di cuenta que la decisión había sido buena cuando el día del debut con Corea teníamos a todos los jugadores disponibles y descansados.

   —¿Se va a intentar repetir la preparación rumbo a Tokio 2020?

   —Empezamos a hablar con Sergio del tema. Me imagino un inicio aquí en Bahía porque el Dow Center es un lugar con capacidad, comodidad, por lo que significa el lugar, por la intimidad que te da, por la focalización que tuvieron los jugadores para trabajar... y porque es importante poner en valor lo que Pepe Sánchez ha realizado por el deporte argentino. Si no estaría este lugar en la Argentina, pagaríamos, como lo hemos hecho en otro momento, para ir a Houston o a Las Vegas o algún lugar europeo. Seguramente habrá algunos amistosos de valía en nuestro país antes de viajar e imagino una gira con rivales importantes. Ser subcampeón del mundo genera ya una oferta variada y Sergio va a poder elegir en ese menú.

   —¿Qué falta para que se oficialice la continuidad de Sergio Hernández?

   —Sergio tiene renovación automática con un contrato por objetivos y la clasificación de los Juegos renovó automáticamente el vínculo. Más allá de eso, tenemos que sentarnos a hablar y en la CABB hay elecciones a fin de año así que lo que él planteó (NdeR: dejó stand by su continuidad) viene por ese lado. Ha hecho un trabajo maravilloso. En materia de resultados, es impresionante lo que Sergio ha logrado en la Selección y hoy está teniendo un reconocimiento unánime, que lo merecía hace tiempo, pero que en buena hora que le esté llegando. 

   —La otra figurita que faltaría para Tokio es Scola...

   —Estamos trabajando en lograr que Luis pueda estar con nosotros. Está claro que son decisiones finas porque está en él en volver a hacer un esfuerzo impresionante para ponerse a punto y seguir incorporando cosas a su juego a los 39 años. También es una decisión familiar, porque Luis lleva 20 años renunciando a descansos y a momentos de calidad con su mujer, sus hijos... Lo vi feliz. Si Argentina hubiese sido campeón, hubiese sido el mejor jugador del torneo sin dudas. Ojalá podamos alinear los planetas para que pueda estar porque con su juego sigue aportando y después, porque ordena con su conducta y con su manera de trabajar. Y queremos que después de los Juegos pueda estirar su relación con el básquet argentino. 

   —¿Te dolió la final con España?

   —Obviamente me hubiera gustado que el equipo gane. Lo merecían por el esfuerzo. Ahora, la realidad es que el equipo elevó su producción y en esa batalla estratégica ante rivales de envergadura está claro que Argentina, para ser competitivo a ese nivel, tiene que imponer su plan de juego. En el momento que eso no ocurrió, que fue ante un equipo que sin lugar a dudas demostró ser el mejor del mundial, con un gran técnico que salió a jugar al ajedrez con nuestro equipo, nos dominó e impuso la lógica. El equipo sufrió, estuvieron bastante mal después del juego y tomó el aprendizaje de lo que ocurrió. Sé que ya tienen ganas de competir de vuelta. Se los dije después del partido: hay mucha gente que puede pensar que esto es una página aislada o irrepetible y yo estoy seguro que este equipo va a volver a escribir páginas históricas para el deporte argentino. Ojalá que sea en el Juego Olímpico. Son jóvenes y van a seguir creciendo.

   —Con la Generación Dorada pasó algo similar, en otro contexto: no ganaron el Mundial y después...

   —El equipo va a ir a competir de vuelta. Desde febrero tenemos eliminatorias para la AmeriCup, con lo cual el equipo va a volver a jugar. Hay que ver qué decisión toma Sergio y qué jugadores querrá traer para comenzar el proceso con la mira puesta en los Juegos Olímpicos. Se demostraron a sí mismo que pueden competir en el primer nivel internacional y van a estar focalizados en volver a hacerlo. Quedó establecido en el plano internacional que para ganarle a Argentina hay que jugar muy bien, con respeto y con un plan de juego como hizo España en la final.

   —¿A la CABB qué le significa este segundo puesto?

   —En materia de planificación, acompaña. Tenemos un año para poder armar calendarios y se pueden elegir mejores condiciones. Estamos con una buena posibilidad de ampliar la cantidad de jugadores y jugadoras que elijan el básquetbol; aspiramos a que haya una visión global de gobierno que a futuro vincule al deporte y a la escuela, que es el salto de calidad que el deporte argentino necesita; van a mejorar nuestros sponsors... Tenemos que mantener los niveles de gestión, la profesionalidad y volcar los superávit que se vienen en infraestructura, en mejores competencias. Lo que tiene hoy la Selección es un equipo competitivo y una gestión que respeta valores. Esto también les resulta un activo y un atractivo a las empresas.

   —Estuvimos cerca de ser locales en el Mundial de 2023 o 2027. ¿Era cerrar un círculo perfecto teniendo en cuenta la edad de estos jugadores?

    —Nos sigue doliendo ese tema. El 2023 teníamos la candidatura muy cerca de ganarla. El proyecto era el mejor presentado en la historia, reconocido por FIBA, desde lo técnico. No pudimos cumplimentar los avales que el gobierno tenía que presentar, porque comenzó una situación compleja en el plano macroeconómico. Como una valoración al trabajo tuvimos la exclusividad para el 2027, que nos dieron seis meses para completar documentación y avales. En principio, el gobierno estuvo de acuerdo pero al momento de hacerlo, lamentablemente no lo realizaron con lo cual esa posibilidad se cayó. De haber presentado los avales, automáticamente Argentina y Uruguay hubiesen sido sede del Mundial 2027. Tenemos un equipo súper competitivo y hubiese sido hermoso tenerlos en casa. La posibilidad de 2027 va a depender del próximo gobierno. El proyecto está armado y entendemos que es una decisión que nos excede. Pero es viable, sustentable y que serviría mucho para impulsar al básquetbol y al deporte en argentina. 

   —Te criticaron mucho después de lo que pasó con la selección femenina en Lima, que quedó eliminada por un error administrativo. ¿Este logro borra aquel trago amargo?

   —Yo sabía desde el momento en que tomé la decisión de ser candidato a intendente de mi ciudad, que todo lo que haga en relación a la CABB iba a estar atravesado por una mirada política. Estamos en un país que ha hecho de la división y la grieta casi un deporte. Sabía que iba a estar expuesto y lo trato de transitar de la mejor manera separando lo institucional de lo político. Que Scola, Nocioni, Hernández hayan hecho una valoración de la CABB, diciendo que tiene el mismo nivel o calidad de gestión de lo que representó la Generación Dorada dentro de la cancha, por lo menos para mi, me completa. Cumplí con la responsabilidad que asumí en 2014 cuando me tocó agarrar una Confederación que debía 4,5 millones de dólares, que estaba al borde de la quiebra y que no tenía ningún tipo de prestigio. En estos años de planificación, de métodos y de sacrificio hemos logrado poner al básquetbol en otro lugar y con una plataforma de despegue distinto. Eso me da muchísima satisfacción. En cuanto a lo que pasó en Lima, me dolió muchísimo. Nadie hizo lo que hicimos nosotros por tratar de generar y darle mejores condiciones al básquet femenino y eso que ocurrió no lo va a compensar nada ni nadie porque es algo no reparable. Las personas que tenían la responsabilidad en ese momento son personas que han trabajado muchísimos años, con mucha identidad y que cometieron un error grave. Soy una persona que acepta cualquier opinión, positivas y disensos. El básquet argentino necesita construir puntos de encuentro, salir de antinomias y buscar espacios en común que nos lleven hacia adelante. La Generación Dorada fue exitosa porque fue capaz de dejar de lado diferencias y por entender que solamente podían tener éxito si se juntaban e iban por un objetivo común que los trascienda. Es lo que tenemos que hacer en Bahía Blanca, en la Provincia y en Argentina. Y por eso elegí transitar y tomar responsabilidades políticas. Entiendo que ese es el camino.

   —¿Cuando hablemos previo a la preparación de Argentina para los Juegos Olímpicos, en el Dow Center, ¿qué rol vas a tener?

   —Administro la confianza que la gente depositó con responsabilidad. Entiendo que vamos a construir una nueva mayoría el 27 de octubre y que voy a ser el intendente de Bahía Blanca, así que espero en junio del año que viene poder estar hablando como intendente de la ciudad y estar recibiendo a la Selección en el Dow Center y acompañando el crecimiento del básquet argentino desde la posición que me toque. El básquet es una parte importantísima de mi vida y no quiero romper este vínculo.

La Selección volverá a juntarse en febrero

   Continental. La próxima AmeriCup se jugará en 2021; no obstante, desde febrero próximo se disputarán las eliminatorias.

   Sistema. Serán tres ventanas: 20 y 23/02/20 (ante Venezuela), 27 y 30/11/2020 (ante Chile y Colombia) y 18 y 21/02/2021 (también contra Chile y Colombia).

   Clasificación. Avanzarán los tres mejores de cada zona. Argentina integra la A.