Bahía Blanca | Domingo, 13 de julio

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Bahía versus Sirio: tiempos de gloria

Los bahienses frente a uno de los equipos más poderosos de todos los tiempos

Mario Minervino / [email protected]

 

Hace 49 años, en septiembre de 1970, se jugó la revancha entre el Sirio de Brasil, flamante campeón sudamericano de básquetbol, y el seleccionado bahiense.
La jornada anterior había sido de gloria para el seleccionado local: Bahía Blanca 73, Sirio 72, con 17 puntos de Fruet y 21 de Ugozzoli. Alberto "Beto" Cabrera había tenido una mala noche (9 puntos), aunque había conseguido el doble del triunfo. 
Pero la leyenda de Beto no se apoya en inventos y, consciente de su bajo rendimiento, a primera hora del día siguiente estaba entrenado solo en el estadio de Estudiantes. Lo hizo por una hora y media.
La revancha significó una nueva noche de puro básquetbol, vibrante, emotivo, de juego y garra. En la capital de ese deporte. 
Sirio salió dispuesto a modificar la historia luego de asumir que los "amistosos" no corrían en Bahía. 
Todos sus titulares a la cancha y dos metros de altura abajo del aro. Manejó el partido desde el inicio y sólo Cabrera logró que el marcador no sea tan desventajoso. 
El primer tiempo dejó en claro como eran las cosas: Sirio 41, Bahía 25.
En la segunda etapa, Bill Américo Brusa, director técnico local,  incentivó la garra bahiense y buscó  revertir el resultado con marca personal toda la cancha. 
Creció Atilio Fruet en ataque, ayudó Ugozzoli y Cabrera no dejó de crear.
 Cuando Cortondo y Ojunián sumaron sus fuerzas, el equipo de Brasil se sintió desbordado. 
Ahí estaban los cinco jugadores de 1,85 metros de promedio escribiendo a puro oficio una nueva historia.
A segundos del final, Bahía se puso un doble abajo (58-60). Pero, esta vez, no alcanzó. el base Mosquito dribleó, fue y vino y retuvo la bola hasta el final. 
Ganó Sirio. Un cerrado aplauso saludó --como siempre-- la actuación de los locales.
Noches grandes e inolvidables del deporte de los cestos, las que forjaron nuestra identidad