Vimos "It, capítulo dos" y te contamos (sin spoilers) por qué genera tanta expectativa

Redacción de La Nueva.

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Franco Pignol / fpignol@lanueva.com

   Pasaron 27 años en Derry, el pueblo en donde Pennywise hizo estragos. Los niños de la primera parte crecieron. Son adultos y están distribuidos por distintas ciudades de Estados Unidos. Regresarán.

   “It, capítulo 2”, distribuida por Warner Bross Pictures se estrenará el próximo jueves en Bahía y genera una expectativa pocas veces vista en una película de terror.

   Lo cierto es que el segundo capítulo de “It” es el final de la saga que comenzó en 2017 con un éxito rotundo y que ahora promete volver a destrozar las taquillas.

   Tuvimos la oportunidad de verla antes de que se publique. Y analizamos algunos de los rasgos generales (no hay spoilers) de la película dirigida por el argentino Andrés Muschietti (“Mama” e “It”).

Los ojos de Pennywise

   Pero qué  es lo que tiene este largometraje que captura la atención tanto de los amantes del terror como de quienes no pueden ni pensar en verlo. Veamos.

   Andy Muschietti se hizo muy conocido a través del cortometraje “Mama”, que luego Guillermo del Toro potenció y transformó junto al argentino en uno de los largometrajes de terror más vistos de los últimos tiempos.

   A partir de ahí, el argentino comenzó a ser renombrado en el ambiente hollywoodense. No era para menos. Con un presupuesto de 15 millones de dólares lograron multiplicar las ganancias a más de 140.

   La propuesta para llevar al cine la novela de King no tardó en llegar. ÉL fue el elegido y llegó otro exitazo.

   Ahora bien ¿Qué tienen en común? A nuestro humilde entender Muschietti logra mantener la atención del espectador no sólo en las escenas de terror directo, sino que también te hace desesperar en momentos en donde parece que está por pasar algo, pero no sabemos bien qué.

   Y el argumento está puesto en las miradas de sus aterradores personajes principales. Sí, en los ojos.

   En “Mama”, la mujer tiene durante toda la película su cara tapada con sus pelos largos. Jamás se le ve directamente la mirada.

   En cuanto a Pennywise, su mirada sí se puede observar, aunque claro, tiene un estrabismo pronunciado. Este desvío en sus ojos resulta desesperante. Se acentúa con los trazos de maquillaje que ascienden desde la comisura de sus labios y hasta la frente, atravesando sus ojos en línea recta.

   Quien vio la primera parte puede recordar la escena de Georgie, el niño de piloto amarillo que pierde su barquito de papel en en desagüe de la calle. Cuando se acerca a buscarlo aparece lentamente el payaso entre la oscuridad. Esa escena de la primera película es clave en la historia. Y más allá de que hay un terror explícito, la charla previa resulta desesperante. El estrabismo de Pennywise es el que desespera, ya que resulta imposible determinar qué lugar ocupamos como espectadores (y qué lugar ocupa el pequeño Georgie, dentro de su deseo).

   “Cuando lo estaba dibujando pensé en hacerle los ojos así”, nos explicó Muschietti...

Los hermanos, felices

   Como decíamos, tuvimos la chance de ver  el film antes del estreno y luego charlamos con los hermanos Andy y Bárbara Muschietti.

   El director y la productora del filme están súper ansiosos por este proyecto que nació de la novela de Stephen King y que ya cuenta con una exitosa primera parte, también dirigida por Muschietti en 2017.

   Mirá la videoentrevista de Franco Pignol, editor cultural de La Nueva con Andrés y Bárbara Muschietti.

   “Hacer la premiere acá para mi era muy importante por haber nacido y crecido en este país y teniendo acá tantos afectos. Además, la otra parte: cuando estaba estudiando cine en Argentina tenía muchos referentes internacionales, directores y cineastas. Lo que ahora veo es que hay una generación de estudiantes y gente que le gustaría hacer cine que responde muchísimo a lo que nosotros estamos haciendo. Venir acá y recoger esas expectativas y cariño, para mi es importante”, aclaró Andy Muschietti, con los pies sobre la tierra.

   Por su parte, Bárbara contó que hasta el momento de llegar a nuestro país sólo habían recibido reacciones y testeado al público de Estados Unidos.

   “Las respuestas son completamente diferentes. La reacción del público argentino es distinta. Nos reímos y lloramos en momentos distintos. Es cultural. Es fascinante. En cuanto a lo personal, es muy importante llegar y pasar un buen rato con nuestro compañeros de colegio, por ejemplo, con quienes nos conocemos desde niños”, aclaró Bárbara.