Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Macri de salida: dos viajes y otro cruce con su sucesor

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

Archivo La Nueva.

   Tras algunas dudas, Mauricio Macri decidió finalmente que hará su penúltimo viaje como presidente a Madrid, el 1 de diciembre. Será para asistir a la Cumbre Mundial del Clima que se realizará en la capital española. Esa reunión debió hacerse en Santiago de Santiago de Chile, pero el presidente Sebastián Piñera decidió suspenderla y pedir a otro país que se hiciese cargo de la organización por la grave crisis social y política que atraviesa.

   De modo que la COP 25 se hará en Madrid entre los días 2 y 13 de diciembre. La Casa Rosada por ahora no lo confirma oficialmente, como tampoco si Macri además de su asistencia a la cumbre, donde dará un mensaje, tendrá un encuentro formal con el primer ministro Pedro Sánchez, o con alguna autoridad del gobierno español.

   Fuentes de la Cancillería aseguran que el presidente "va a viajar", aunque hay detalles del armado final de la agenda madrileña que estaría plateando dudas de último momento, que podrían zanjarse cuando se conozcan más detalles: ocurre que hasta el último "peinado" de los nombres que hicieron los organizadores en contacto con las respectivas cancillerías, Macri por ahora es el único jefe de gobierno anotado, ya que la mayoría de los países enviaría a funcionarios de menor rango.

   Macri viajaría el sábado 30 de noviembre o el domingo 1 de diciembre apenas acompañado de su esposa, Juliana Awada, y el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, según se sabe extraoficialmente de fuentes de la Dirección de Ceremonial. Su visita se extenderá por poco más de 24 horas. No se descarta incluso que si Macri desistiese a último momento de viajar, Bergman sea quien lo represente en la cumbre de la COP 25.

    El interés del presidente de estar en España para cumplir con el compromiso climático, que había comprometido antes de que se decidiera que Santiago de Chile no era el lugar más adecuado para realizar la cumbre, tiene en todo caso un condimento que aún a menos de una semana de entregar el poder a Alberto Fernández, que ocurrirá cuando se baje del avión en el aeropuerto de Barajas, Macri no desea dejar en el olvido. Esto tiene que ver con su compromiso con el cuidado del medio ambiente y la pertenencia del país a los protocolos de Tokio luego refrendados en París. Pese a que uno de sus más fuertes detractores es nada menos que el norteamericano Donald Trump.

   El siguiente viaje al exterior de Macri, que ahora sí será el último antes de entregar la banda y el bastón, será a Brasil el 5 de diciembre para asistir a la cumbre del Mercosur, de la que el vecino país ostenta la presidencia pro témpore. Y ya le generó, cuándo no, un cruce soterrado con Alberto Fernández.

   Se asegura incluso que existe un fuerte malestar en los equipos del Frente de Todos que tienen a su cargo los temas de política regional y exterior contra Macri y la Casa Rosada. Tendría su razón en la casi inexistente transición, con muy poco contactos, que transcurre entre los gobiernos saliente y entrante. El tema puntual del enojo del futuro oficialismo, y se dice que del propio presidente electo, es la fecha de la última cumbre del año del grupo regional que tendrá como sede la ciudad brasileña de Bento Gonçalves.

   Desde el albertismo, cuando todavía tenían su campamento en el viejo edificio de la calle México, le habían solicitado al gobierno saliente que "realice gestiones" a través de Cancillería dirigidas al Palacio Itamaraty para pedir una postergación de la fecha para días después del 10 de diciembre, tras el traspaso de mando. Pretendían cerca del presidente electo que sea Fernández el que asista en su calidad de flamante mandatario. Pero Macri se negó, según las fuentes que se escuchan ahora en las nuevas oficinas de Puerto Madero.

   Para zafar del entuerto, en escritorios de Balcarce 50 pero también de la Cancillería dicen que a la cumbre, obviamente, la organiza el país que tiene la presidencia pro témpore, es decir Brasil, y que en todo caso una solicitud de ese tenor debió ser dirigida al presidente Jair Bolsonaro, y no reclamarle a Macri por una gestión que no estaba en sus manos.

   Desde despachos del macrismo, para reforzar la posición, reconocen que habría habido "un par de llamados" al gabinete del socio mayor del Mercosur, pero que Bolsonaro, de pésima relación con Fernández, se habría negado a mover la fecha.