Bahía Blanca | Martes, 30 de abril

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11 historias de presos que burlaron al Servicio Penitenciario en Bahía

Bombas caseras, boquetes, "descuidos" y muchas corridas, algunas formas que se utilizaron en Bahía para intentar escapar de la cárcel.
Ilustración Gustavo Pereyra

Por Redacción lanueva.com / contenidos@lanueva.com

   Los celulares que se esconden de las requisas y les permiten a los presos tener acceso a internet y a las redes sociales no son los únicos "descuidos" que sufren en el penal bahiense.

   Acá van algunos otros, ordenados cronológicamente.

22 de marzo de 2002

Archivo La Nueva.

   A la mañana había un partido de fútbol en el patio de la cárcel bahiense. Jugaban más de 30, dicen las crónicas. Pero Martín Espiasse y Daniel Zamorano no participaban. Habían preparado 3 bombas caseras para hacer un boquete en la pared que da a calle De Angelis.

   Explotó una sola y el agujero no se abrió.

   Todos se sorprendieron y comenzó la investigación. A metros del penal apareció una camioneta abandonada en la que se encontraron 2 escopetas, 4 pistolas, un revólver, un chaleco antibalas y el cargador de una ametralladora.

   Los dos fueron condenados a 5 años y un mes por ese intento de fuga.

1 de septiembre de 2009

Rodrigo García-La Nueva.

   Walter Silva Trigo tenía una audiencia en el Juzgado en lo Correccional Nº 3 de la primera cuadra de Estomba, pero cuando lo iban a subir al camión de traslado alguien lo descuidó y se escapó. ¡Se escapó!

   Tuvieron que correrlo 200 metros hasta atraparlo. De ahí, un mes al buzón, como le dicen a la celda individual de castigo.

12 de noviembre de 2009

   El “Chapa” Juan Oscar Zarantonello tenía 57 años cuando llegó de la cárcel de Dolores a la de Bahía. Debía cumplir hasta 2018 una condena por abuso sexual. Gozaba del régimen abierto, es decir que tenía una de las 3 habitaciones con baño y cocina en un sector especial del penal.

   Pero "El Chapa" aguantó un mes ahí y decidió fugarse. Nunca se supo cómo lo hizo. Supuestamente, los guardiacárceles lo habían visto adentro a las 7 de la mañana. 5 horas después ya no estaba.

   Estuvo 8 días afuera. Lo detuvieron cuando se volvía en auto a Dolores. Iba armado.

6 de mayo de 2012

Sebastián Cortés-La Nueva.

   Luciano “Chano” Martín tenía cadena perpetua por el asesinato del taxista bahiense Alfredo Alejandro Pianesi en Coronel Dorrego. Sebastián “El Cabra” Carabajal lo acompañó cuando decidió fugarse.

   Dicen que limaron los barrotes de la celda y luego treparon el muro de 5 metros con palos de escoba, ganchos y sábanas. Dos centinelas cuidaban ese paredón y el resto del patio: “No vieron nada”.

   Al "Chano" Martín lo atraparon poco después en Punta Alta; el otro apareció a los 2 meses en el conurbano bonaerense. 

26 de agosto de 2013

 

 Foto ilustrativa. Archivo La Nueva.

    Otra mañana de fútbol en el penal de Villa Floresta. Rodrigo “El Sapito” Vidal Figueroa se colgó del arco y no fue para defender a su equipo. Utilizó la red para subir a la pared, saltó y se fue por calle Guido Espano. Le pidió dinero a uno que pasó por ahí y huyó al Noroeste. Estuvo poco menos de 2 horas en libertad.

   "El reo estaba vestido con una remera fluorescente y una campera del Barcelona. Cayó en nuestra trampa", dijo un jefe policial que calificó a su operativo cerrojo como un éxito.

18 de diciembre de 2013

   Marcos Gabriel Ruiz Reyes cumplía una condena de 4 años y 6 meses. Días antes de fugarse le habían sacado “algunos beneficios” por no cumplir algunas reglas.

   Sin embargo, cocinaba y limpiaba en el Casino de Oficiales, un “premio” en Floresta.

   Un día no se dieron cuenta y se fue. Recién lo advirtieron unas horas después cuando volvieron todos sus compañeros del Pabellón 6.

Julio de 2014

Rodrigo García-La Nueva.

   Martín Alejandro Garcés no se escapó de ninguna cárcel, pero se las ingenió para burlar al Servicio Penitenciario Bonaerense.

   Se hizo conocido cuando entró en 2013 al boliche Impacto y tiroteó a los patovicas. Lo condenaron a 12 años por eso. 

   Volvió a ser noticia en 2014 cuando descubrieron que manejaba una banda que vendía drogas desde la cárcel.

   Fue después de casi un año de escuchas telefónicas. Le decían "Walter", como al protagonista de la serie Breaking Bad. Ahí Walter White manejaba una gran organización de venta de metafetaminas.

   En la propia cárcel, Garcés tenía dos cómplices. Afuera al menos 12 personas más. 

   El fiscal general Juan Pablo Fernández manifestó que "parte del personal de la cárcel local no podía mantenerse ajeno al accionar de estos reclusos”.

19 de agoto de 2014

   Marcelo “El Mafia” Castañese dijo que padecía de dolores estomacales y fue trasladado de Floresta al Hospital Penna. Ya había pasado casi 8 horas ahí y dos personas disfrazadas de policía llegaron para “relevar” a los custodios. Sí, policías disfrazados.

   Afuera esperaban motos y cerca de la ventana había una soga y sábanas preparadas para su descenso. Al “Mafia” no le salió: los del Servicio Penitenciario se dieron cuenta de que los policías truchos no estaban cumpliendo el protocolo y los invitaron a retirarse. Una buena para el Servicio Penitenciario, aunque duplicaron la custodia.

6 de abril de 2015

Archivo La Nueva.

   Se fueron 3 horas pero generaron un revuelo tremendo. Sebastián Contreras y Edgar Gorosito limaron los barrotes de su celda y treparon el paredón.

   A Contreras lo acusaban de matar a una persona y la mamá de la víctima salió aterrorizada por los medios tras la fuga. Tenía miedo de que se vengara. Sin embargo los atraparon a los dos en menos de 3 horas

6 de mayo de 2015

   Tres detenidos del Gran Buenos Aires querían abandonar el penal bahiense y pensaron hacer un pozo en una de las celdas, estilo Hollywood, aunque más precario: para taparlo usaban una sábana.

   Nunca precisaron cómo lo hicieron pero habían alcanzado una profundidad de entre 30 y 40 centímetros, 50 de largo y otros 50 de ancho.

   La idea de los detenidos era alcanzar un conducto que los llevara al patio y de ahí ganar la calle. Los descubrieron durante una requisa y fueron trasladados a otras cárceles.

22 de junio de 2015

Archivo La Nueva.

   Mariano Villalba Zurita había llegado hacía poco a Bahía. Venía de Longchamps, en Almirante Brown, con una condena por formar parte de una banda de piratas del asfalto.

   El 22 pasado, después de las 14, aprovechó y se hizo pasar por abogado para abandonar el penal. Todavía lo buscan.

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