Drogas: investigan al servicio penitenciario de Villa Floresta
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La justicia local investiga una presunta complicidad entre personal del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), que presta tareas en la Unidad Penal Nº 4, y tres reclusos que están acusados de coordinar desde el interior del penal la comercialización de estupefacientes.
Todo esto se potenció luego del secuestro de drogas y armas de fuego, sumado a la aprehensión de doce personas, en el marco de un megaoperativo desplegado en la mañana del lunes.
En este sentido, el fiscal general Juan Pablo Fernández manifestó que "parte del personal de la cárcel local no podía mantenerse ajeno al accionar de estos reclusos”.
“Lógicamente, vamos a actuar de oficio e investigar si existió alguna anomalía o negligencia”, agregó.
Producto de la investigación de fiscalía fueron aprehendidos Yésica Karen Almanza, María Cristina Andersen, Cintia Leticia Bergallo, María Cristina González, su marido Oscar Santos Soto.
También María Guevara, Luis Alejandro Lanzavecchia, Claudia Gabriela Montangie, Jorge Rodríguez, Gladys del Pilar Pérez, Mario Rodríguez y Natalia Vidal.
La investigación se inició en agosto del año pasado por una denuncia respecto a que un grupo de personas se juntaban con mucha frecuencia en un bar denominado El Viejo Tropezón, ubicado en Rivadavia y Liniers, con el objeto de tráficar estupefacientes.
Los roles.
Fernández confirmó que luego de un año de trabajo investigativo se determinó que Martín Alejandro Garcés era el principal coordinador de la banda que vendía drogas en Bahía Blanca y Punta Alta.
“El operaba desde la cárcel de Villa Floresta y contaba con un numeroso grupo de allegados, entre ellos su esposa y otros dos internos de la Unidad Penal Nº 4”.
Luis Alejandro Lanzavecchia, Jorge Rodríguez, su concubina Gladys del Pilar Pérez y el hijo de ambos Mario, usaban el local emplazado en el barrio Tiro Federal, para promover contactos y futuros destinos de venta.
“Había varios punteros trabajando y el reparto de la droga se hacía tipo delivery”.
“Natalia Vidal, esposa de Garcés, junto a Cintia Leticia Bergallo, pareja de otro interno, operaban desde el exterior de la cárcel”.
Los investigadores comprobaron que Garcés, que se halla en una celda de máxima seguridad, se comunicaba con su grupo de trabajo y hasta mantenía diálogos telefónicos con los hermanos Juan Cruz y Juan Martín Domenichetti, quienes se encuentran en otro pabellón de la misma unidad del Servicio Penitenciario.
“Por día, tenemos más de noventa horas de grabación. En las intervenciones telefónicas que se le hicieron a los celulares de Lanzavechia y Rodríguez, logramos comprobar que estas personas se comunicaban con un hombre que se hacía llamar Walter, aunque con el tiempo desciframos que se trataba de Martín Garcés”.
“Andersen, Montangie, Guevara y González efectuaban la tarea de punteros, mientras que Vidal y Bergallo llevaban el peso de las decisiones y tenían un rol más importante en la organización”.
Fernández añadió por último que “en el marco del operativo realizado en las últimas horas se logró incautar un poco más de medio kilogramo de cocaína, marihuana, elementos para el corte, fraccionamiento de estupefacientes y dinero en efectivo”.