Recapturaron a un evadido de la Unidad Penal Nº 4

Redacción de La Nueva.

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     Luego de un operativo cerrojo que duró aproximadamente dos horas, personal del Servicio Penitenciario Bonaerense y del Grupo de Apoyo Departamental, así como efectivos de las comisarías Quinta y Segunda y de la Delegación Departamental de Investigaciones, lograron recapturar en el barrio Noroeste a un recluso que ayer a la mañana se había evadido de la Unidad Penal Nº 4, de Villa Floresta, mientras jugaba un partido de fútbol, según se informó oficialmente.
     El episodio se produjo aproximadamente a las 10.20, cuando el interno trepó la red de uno de los arcos, que quedó enganchada a la cima del muro perimetral --de aproximadamente siete metros de altura--, y descendió al exterior de la cárcel por la calle Guido Spano.
     El sujeto fue identificado como Rodrigo Alejandro Vidal Figueroa (23), apodado "El Sapito", quien cuenta con numerosos antecedentes delictivos y desde el 15 de abril de este año se hallaba preso en la penitenciaría bahiense, luego de que se revocara su libertad condicional.
     Si bien no se emitió un comunicado oficial por parte de las autoridades del penal de Villa Floresta, voceros allegados al SPB manifestaron de forma escueta que se inició una investigación interna para determinar fehacientemente cómo se produjo la fuga del reo.
     Después de escapar de la cárcel, Vidal Figueroa le habría pedido dinero a un transeúnte y continuó su huida por la calle De Angelis al 1300, en sentido ascendente de la numeración, hasta llegar a la intersección de Cipolletti y Leónidas Lucero, donde habría abordado un camión recolector de residuos y escapó rumbo al barrio Noroeste, donde habría sido encubierto por cómplices.
     Tras una intensa búsqueda, Vidal Figueroa fue recapturado dos horas después de fugarse de la prisión, mientras caminaba sobre Chaco al 1300.
     "Primero anduvo por los techos, después comenzó a caminar por la vía pública y cayó en la trampa de nuestro operativo cerrojo. Había más de una veintena de efectivos recorriendo el sector al momento de la captura", señaló Herman Rubén Gab, titular de la comisaría Segunda, quien estuvo a cargo del protocolo de emergencia establecido por la Jefatura Departamental.
     "El reo estaba vestido con una remera fluorescente, una campera del Barcelona de España, un jean de color claro y zapatillas blancas", agregó el jefe policial consultado por "La Nueva Provincia".

Cayó su hermano
     En circunstancias similares y pocos minutos después, en el cruce de las calles Chaco y Mendoza, fue detenido Sebastián Nicolás Vidal Figueroa (24), alias "El Sapo" y hermano de Rodrigo, también con un amplio prontuario y domiciliado en Belisario Roldán al 2500.
     Según confirmaron fuentes policiales y del juzgado de Garantías Nº 1, a cargo de la doctora Gilda Carmen Stemphelet, el mayor de los hermanos tenía un pedido de captura desde el 16 de julio pasado por hallarse imputado del delito de "robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego y en poblado y en banda", cometido en una casa de Juan Molina al 500, en perjuicio de Nicolás Manuel Marcos.
     "Sebastián Vidal Figueroa escapó corriendo, aunque fue rápidamente reducido por personal policial que se encontraba apostado en las inmediaciones del barrio Noroeste", detalló el informante.
     Rodrigo Vidal Figueroa fue conducido de regreso al presidio bahiense y su hermano Sebastián quedó alojado en uno de los calabozos de la comisaría Segunda, a la espera de que sea citado a declarar en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 15, que investiga delitos descubiertos en flagrancia.
     Según consta en el archivo de este diario, Sebastián Vidal Figueroa fue aprehendido el 18 de junio de este año, sospechado de haber participado del robo en una vivienda de calle Cuyo 323, propiedad de Claudio Ariel Mitilli.
     También de acuerdo con constancias de este matutino, los ilícitos que se le atribuyen a Rodrigo Alejandro Vidal Figueroa son los siguientes:
     * El 28 de marzo de 2009 lo aprehendieron cuando, junto con dos cómplices, trataba de ingresar con fines de robo en el inmueble de Cervantes 268.
     * El 11 de noviembre de ese año, la policía lo volvió a aprehender por una sustracción perpetrada en un automóvil Renault 21 que estaba estacionado en la avenida Alem al 500. Por el hecho también fue arrestado Daniel Oscar Navarrete.
     * El 11 de abril de este año el delincuente fue aprehendido nuevamente acusado de tentativa de hurto calificado, robo, atentado y resistencia a la autoridad e infracción al artículo 189 bis del Código Penal, tras un procedimiento en el inmueble de Charlone 1947.

Intentos frustrados
     Un intento de fuga se registró a las 10.45 del 22 de marzo de 2002, cuando Martín Alejandro Espiasse y Daniel Antonio Zamorano trataron de huir del penal bahiense, colocando un explosivo en el muro perimetral que da a la calle De Angelis, que delimita el patio del establecimiento, mientras una treintena de reclusos participaba de un encuentro de fútbol.
     Según la investigación, se utilizó gelamita 80, un material habitualmente empleado en canteras, con el objeto de realizar el boquete en el grueso paredón que circunda el patio del penal.
     Los individuos colocaron tres bombas de fabricación casera, aunque sólo una de ellas detonó y el boquete no se abrió tal como se había planeado.
     El estruendo generó en principio gran confusión, pero rápidamente se restableció el orden en el interior de la cárcel y esa situación allanó el terreno para el inicio de una investigación, que enseguida comenzó a arrojar sus resultados.
     Personal de Seguridad e Investigaciones de la policía bonaerense acordonó las adyacencias del edificio de Villa Floresta y en las inmediaciones se encontró una camioneta abandonada, con pedido de secuestro emitido en Neuquén, y en su interior se secuestraron dos escopetas calibre 12.70, cuatro pistolas 9mm, 22 y dos 11.25; un revólver 32, un chaleco antibalas y el cargador de una ametralladora. Las armas habían sido sustraídas de una repartición judicial de Mendoza.
     En marzo de 2006, y en trámite de juicio abreviado, el Tribunal en lo Criminal Nº 3 condenó a Espiasse y Zamorano a cinco años y un mes de prisión al considerarlos coautores de tenencia de material explosivo, en concurso real con evasión en grado de tentativa, delito que concurrió idealmente con explosión.
     En tanto, dos años más tarde los jueces del Tribunal en lo Criminal Nº 1 absolvieron a Guillermo Ismael Muñoz Zabala, quien llegó a juicio acusado de ser apoyo externo del intento de evasión.
     El 6 de mayo de 2012, Luciano Rodrigo "Chano" Martín, quien cumple la pena de prisión perpetua tras ser hallado culpable del crimen del taxista bahiense Alfredo Alejandro Pianesi consumado en Coronel Dorrego, y Sebastián Norberto "El Cabra" Carabajal (27), se fugaron de la unidad penitenciaria.
     Martín fue detenido poco después en Punta Alta, mientras que Carabajal logró escapar y dos meses después fue recapturado en el Gran Buenos Aires.