Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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La realidad de los mormones en la Argentina

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, conocidos como mormones, abrió su templo en Buenos Aires a los visitantes tras su remodelación, en un momento de descenso de su número de fieles ante la pujanza de otras confesiones cristianas. Los mormones, como se conoce a los fieles de esta iglesia fundada en los Estados Unidos en la década de 1820 por John Smith, cuentan en Argentina con 400.000 bautizados, según explicó el "elder" (sacerdote) Francisco Viñas, integrante del "Grupo de los 70", tercer cuerpo en jerarquía de este grupo religioso.

 La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, conocidos como mormones, abrió su templo en Buenos Aires a los visitantes tras su remodelación, en un momento de descenso de su número de fieles ante la pujanza de otras confesiones cristianas.


 Los mormones, como se conoce a los fieles de esta iglesia fundada en los Estados Unidos en la década de 1820 por John Smith, cuentan en Argentina con 400.000 bautizados, según explicó el "elder" (sacerdote) Francisco Viñas, integrante del "Grupo de los 70", tercer cuerpo en jerarquía de este grupo religioso.


 "En Argentina contamos más de 400.000 bautizados, ya que estamos predicando aquí desde 1925", explicó Viñas, una cifra que sin embargo es bastante menor a los 600.000 que hay en Chile, un país con 17 millones de habitantes frente a los 40 millones de Argentina, y que se aleja de los 1.250.000 fieles en Brasil.


 Para el investigador César Ceriani, especialista en antropología de las religiones del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet), el abandono del credo por parte de los bautizados y el avance de otras ramas del protestantismo como la evangélica pueden ser las causas de un descenso en sus fieles no contabilizado por los mormones.


 "En Argentina lo importante es estar atento a las tasas de deserción, ya que ellos se basan en los bautismos, lo cual no discrimina cuáles son activos y se describen a sí mismos como mormones", explicó Ceriani.


 El investigador también reconoció que los mormones están perdiendo "la capacidad de acoger respecto al movimiento evangélico o pentecostal", ya que éstos cuentan con una mayor "posibilidad de apropiación cultural.


 "Se trata de una expansión muy distinta porque es atomizada. Son iglesias menos centralizadas y jerarquizadas. Los mormones están mucho más institucionalizados", agregó.


 Esta jerarquización propia de los mormones se refleja en el acceso a sus templos, habitualmente vedado a los no creyentes e incluso muy restringido para la mayoría de los practicantes, como se da en el templo de las afueras de la capital argentina, el único del país.


 Ubicado en una finca de casi 5 hectáreas y cercano al aeropuerto internacional de Ezeiza, el templo mormón bonaerense es un edificio triangular con 3 agujas, la más alta de ellas de 34 metros, un lugar "para la adoración y las 'ordenanzas' (ceremonias)", según el elder Francisco Viñas.

Con restricciones.




 Aunque hasta el 25 de agosto se encuentra abierto a los visitantes debido a que fue suspendido del culto tras unas obras de remodelación del edificio, cuando este templo sea de nuevo "dedicado" (consagrado) el próximo 9 de septiembre, no podrá ser visitado por la mayoría de los mormones que viven en Argentina.


 "Al templo pueden acceder todos los miembros que cumplan con las normas de dignidad básica, como el cumplimiento de ciertos mandamientos", explicó Viñas.


 Sin embargo, el elder reconoció que sólo el 40% del total de los bautizados están "preparados para entrar" en este templo, en el que se llevan a cabo distintas ordenanzas, como los bautismos o los "sellamientos" (matrimonios). "No es un lugar secreto, sino sagrado", añadió el sacerdote.