Creciente sin precedentes en la cuenca del río Neuquén
Lo que pudo ser una verdadera catástrofe quedó minimizada detrás de los diques y embalses del complejo Cerros Colorados que alcanzó a retener una creciente del Neuquén que no tiene antecedentes, al menos, en el último siglo.
Por lo pronto, por ese río llegaron a escurrir unos 10.300 metros cúbicos por segundo de agua, que casi hacen colapsar Portezuelo Grande, diseñado para un máximo de 11.500 metros cúbicos por segundo.
El fenómeno fue consecuencia de las intensas lluvias que se produjeron en el norte de la provincia del Neuquén, a lo que se sumó la fusión de la nieve.
La furia de la masa hídrica se llevó lodo y árboles y también provocó el anegamiento de numerosas viviendas.
Las autoridades responsables de la Autoridad Interjurisdiccional de la Cuenca de los ríos Neuquén, Limay y Negro, dispusieron la apertura de compuertas para dejar pasar por el cauce histórico del Neuquén (que corre hacia el norte de los embalses Los Barreales y Mari Menuco), un 14 mil por ciento más que el caudal "ecológico", de tan sólo 12 metros cúbicos por segundo, lo que, inclusive, originó algunos problemas en el área de Loma de la Lata, desde donde se abastece la mitad del gas natural que se consume en la Argentina.
Para evitar el colapso del dique compensador El Chañar, del que dependen los caudales en el valle, se determinó que saliera de servicio Planicie Banderita, la única central hidroeléctrica del complejo, para interrumpir el aporte desde Mari Menuco.
Hasta ahora la marca máxima jamás registrada en el Neuquén era de 6 mil metros cúbicos por segundo y se dio el 19 de julio de 1989 cuando el río aún no tenía ningún tipo de contención. Fue ante esas circunstancias en que General Roca había quedado completamente bajo el agua.
Las autoridades neuquinas se mostraron visiblemente preocupadas, al punto de pensar en reflotar el proyecto de construcción de Chihuido II, a cargo de una empresa privada, pero con financiación del gobierno nacional.
La creciente de los últimos días no sólo afectó al Neuquén, sino también al Limay, por lo que se estima que la suma de ambos valores dará un caudal máximo de más de 1.900 metros cúbicos por segundo al río Negro, con lo que se estima habrá inconvenientes en las zonas ribereñas.
Plan de emergencia hídrica.
En las últimas horas, la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas presentó un plan de emergencia hídrica para ser instrumentado por los organismos intervinientes.
La exposición estuvo a cargo de Jorge Izarra, titular de la AIC, a quien acompañaron los ingenieros Aníbal Asensio y Ricardo Cazeneuve.
Se admitió que en los sectores bajos de los tres ríos (Neuquén, Limay y Negro) seguramente van a existir filtraciones de agua en superficie en la parte de adentro de la zona de defensa, aunque se estimó que el nivel de caudales erogados actualmente no debería traer inconvenientes mayores.
También explicó que la situación es de elevados caudales en la alta cuenca, y puntualizó que se tratará de "laminarlos" aguas abajo de los embalses, de manera que el impacto sobre la población, los bienes y las áreas productivas sea el menor posible y, por lo tanto, no existan mayores consecuencias.
"El pico de la crecida aún no ha ingresado al sistema de Cerros Colorados y, a medida que tengamos los informes en el transcurso del tiempo, se harán simulaciones respecto del caudal máximo a erogar y a su permanencia", se dijo.
Por lo general, la "laminación de crecibidad" provoca una permanencia prolongada, dijo el ingeniero Ascensio.
Apuntó, también, que existe una estrategia alternativa que se está elaborando junto con la secretaría de Energía, y que tiende a escalonar los futuros aumentos de caudales.
Destrozos.
En la zona de Chos Malal el fuerte temporal dejó pérdidas millonarias.
El puente sobre el Curi Leuvú había sido habilitado exclusivamente para peatones, mientras las autoridades provinciales gestionaban la posibilidad del envío de un puente Bailey del Ejército para terminar con el aislamiento que padece el departamento Minas, desde el martes pasado.
El puente sobre el Neuquén en la ruta 40 ya fue habilitado, mientras se buscan alternativas para llegar a otras poblaciones aisladas.
GRISADO
Drama en Sauzal Bonito.
Pérdidas totales no sólo en sus bienes sino en la producción dejó la histórica creciente en Sauzal Bonito, una localidad con casi 700 habitantes. Muchas personas fueron evacuadas y otras se fueron por sus propios medios, en particular hacia Plaza Huincul, a la espera de ayuda oficial. La fuerza devastadora del Neuquén no permitió a los pobladores que salvaran la mayoría de sus pertenencia. Apenas se alzaron con algún abrigo y se fueron, advirtiendo como sus viviendas quedaban bajo las aguas.
Situación controlada en el Colorado
Es normal la situación en toda la cuenca del río Colorado, después de las intensas precipitaciones que se produjeron al comienzo de esta semana.
Esto lo revelaron autoridades del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO), quienes vienen monitoreando en forma permanente lo que sucede a lo largo de ese importante curso de agua.
El fenómeno se registró en la alta cuenca, incluidos los dos principales afluentes del Colorado: el Grande y el Barrancas, como una extensión de lo ocurrido en un amplio sector de la cordillera y que dejó volúmenes históricos, particularmente en el río Neuquén.
Las lluvias principales se dieron el martes pasado y el pico máximo de creciente, a la altura de Buta Ranquil (zona de confluencia) se originó el miércoles a la noche, con 567 metros cúbicos por segundo.
La magnitud de la creciente se advierte con más facilidad si se tiene en cuenta que los valores medios para esta época oscilan entre los 80 y los 100 metros cúbicos por segundo.
El año pasado el tope para julio, fue de 279 metros; en 2004, de 109 y en 2003, cuando se inició el procesamiento continuo de datos, el máximo para este mes fue de tan sólo 134 metros cúbicos por segundo.
En el caso del Colorado, los aportes que vienen del área cordillerana se suman a los que se reciben de la cuenca media, de características aluvionales.
De todas formas, la onda de creciente se va a sentir aguas arriba de la presa de Casa de Piedra y los principales volumenes quedarán depositados en este espejo de agua.
Precisamente, el principal objetivo de la construcción de este dique fue la regulación de las crecientes y bajantes que podían darse en el Colorado, acción que se ha venido cumpliendo con normalidad desde la conclusión de los trabajo.
Aguas abajo de Casa de Piedra circularán alrededor de 125 metros cúbicos por segundo, caudal establecido a partir del 1 de este mes.
"La situación es normal en toda la cuenca", coincidieron en señalar Miguel Angel Boyero y Juan Perl, presidente del comité ejecutivo del COIRCO y gerente técnico, respectivamente.
Precisaron que a partir del alerta meteorológico difundido el viernes pasado, se impartieron instrucciones a lo largo de toda la cuenca.
Las obras realizadas para enfrentar las habituales crecientes del verano se vieron complementadas con algunos trabajos en los últimos días, con lo que se pudo controlar la presente creciente sin problemas significativos.
Ante el fenómeno, desde COIRCO se mantuvo una permanente comunicación con los responsables de las intendencias, de defensa civil y de los organismos de riego, a los efectos de intercambiar información y coordinar la ejecución de tareas de inspección y cuidado de las defensas existentes.
"Fuertes lluvias suelen darse en esta época, pero los volumenes recientes fueron excepcionales", se explicó.
El presidente del Ente Río Colorado en 25 de Mayo, Ricardo Jouli, puntualizó que en esa zona el panorama era normal y que ayer, por la mañana, escurrían más de 500 metros cúbicos por segundo, acotando que aún no había llegado el pico de la creciente.
Una circunstancia favorable es la paralización, en esta época, del proceso de regadío, que se hubiera visto dificultado por la gran cantidad de limo que arrastran las aguas del Colorado ante fenómenos pluviales como este.
En cuanto a los pronósticos níveos (el mayor aporte para el río) venían muy magros, pero en forma simultánea con las lluvias se produjeron nevadas que acercaron los valores a un índice de normalidad.
El río Colorado tiene una extensión de 920 kilómetros desde la confluencia de los ríos Barrancas (30 por ciento del aporte hídrico) y el Grande (70 por ciento) hasta la desembocadura en el océano Atlántico.
A lo largo de todo su recorrido no sólo permite el riego de varias zonas de producción frutihortícola, sino la dotación de agua para consumo humano en varias localidades ribereñas y la generación energética en Casa de Piedra, la gran obra que regula sus caudales.