A los argentinos les gusta, cada vez más, la música nacional
BUENOS AIRES (EFE) -- El 45 por ciento de los discos vendidos este año en Argentina corresponde a artistas nacionales, y sólo cuatro de los diez álbumes "superventas" son de cantantes o grupos de otros países, entre ellos dos españoles.
Las ventas de discos y videos musicales en Argentina crecieron un 16 por ciento con respecto a 2003 hasta llegar a 13,2 millones de unidades, un nivel igual al que había antes de la grave crisis económica y social que tuvo su apogeo en 2001/2002.
"No obstante, debido a la piratería estas cifras no alcanzan a recuperar el nivel histórico del disco", dijo Gabriel Salcedo, director ejecutivo de Cámara Argentina de Productores y Fonogramas y Vídeogramas de Argentina.
Del total de unidades vendidas, el 45 por ciento, dos puntos más que en 2003, fue de artistas nacionales, el 19 por ciento de artistas en español de otros países, el 33 por ciento de artistas en inglés u otros idiomas, y el 3 por ciento de música clásica.
La lista de diez discos más vendidos de 2004 la encabeza La argentinidad al palo (volumen 1), del grupo de rock Bersuit Vergarabat, y sólo un disco de un artista no hispanohablante: Fallen, de Evanescence, en el último puesto.
Además de Fallen, hay tres discos de artistas extranjeros: Lo que te conté mientras dormías, de la banda española La Oreja de Van Gogh; Méjico en la piel, de Luis Miguel; y Lágrimas negras, del pianista cubano Bebo Valdés y el cantaor flamenco Cigala, que están en los puestos sexto, séptimo y noveno, respectivamente.
Un 92 por ciento de las ventas de 2004 corresponde a discos compactos, que aumentaron un 17 por ciento con respecto a 2003, y el resto al formato DVD, que creció un 163 por ciento.
El rock recuperó convocatoria
El rock continuó recuperando en el año 2004 su poder de convocatoria en la Argentina gracias a la popularidad de varios solistas y bandas locales, la visita de importantes figuras extranjeras y la concreción de festivales y recitales que lograron masivas concurrencias.
PJ Harvey, Morrisey, Blondie, Goran Bregovic, The Mars Volta, Pet Shop Boys, Primal Scream, Molotov, The Offspring, The Wailers y Café Tacuba son algunas de las propuestas que en el año que termina sonaron en el país --algunas por primera vez-- en el marco de los festivales Personal Fest y del Quilmes Rock en su segunda edición.
La presencia de estos artistas volvió a ubicar a la Argentina como un destacado lugar en la agenda de shows internacionales, algo que no pasaba en las épocas de paridad entre el dólar y el peso.
En nueve noches en el estadio de Ferrocarril Oeste, donde se pudo apreciar en directo a grandes figuras de la escena local e internacional, el Quilmes Rock reunió a más de 200 mil espectadores, así como las dos jornadas del Personal Fest en el Club Ciudad de Buenos Aires, bajo el mismo concepto, convocaron a unas 50 mil almas.
Llamativos éxitos
Una visita más que curiosa fue la de The Doors, que sin Jim Morrison pero con Ian Astbury (ex cantante de The Cult) y el guitarrista Robbie Krieger y el tecladista Ray Manzarek, dos miembros originales del grupo, "resucitó" ante el público argentino con un concierto que en el estadio de Vélez atrajo a más de 20 mil fans.
Pero el espíritu inquieto de Morrison pareció haber sobrevolado la noche, ya que sucedió algo inesperado: gran parte del público ubicado en la platea y en la popular invadió una suerte de anfiteatro que se había armado en el campo con butacas, y derribó vallas y todo lo que se le antepusiera.
Otros que funcionaron con éxito llamativo en el país, pese a la ausencia de su líder --en este caso, Bob Marley--, fueron los jamaiquinos The Wailers, que regresaron a estas latitudes para participar de una velada reggae del Quilmes Rock, que resultó ser una de las más convocantes, ya que congregó a unas 30 mil personas.
Pero el suceso del grupo no hace más que ratificar el excelente momento por el que atraviesan el reggae y el ska en la Argentina, géneros que tienen aquí a varios referentes, como Los Cafres, Dancing Mood, Riddim, Mimí Maura, Non Palidece y Resistencia Suburbana, entre muchos otros.
Podio de masividad
Uno de los exponentes del crecimiento en su popularidad que gozan las bandas de rock argentinas lo constituye, sin duda, La Renga, que llevó a 50 mil fieles al estadio de Huracán sin publicidad previa alguna y cerró así un año en el que también había reunido 60 mil espectadores en abril en el Monumental de River Plate.
La Bersuit comparte ese podio de masividad, y con más de 10 funciones efectuadas en el estadio Luna Park y una actividad constante en el interior del país, está finalizando un año intenso que empezó con la salida de su disco doble La argentinidad al palo.
No puede dejar de nombrarse a Los Piojos, que en mayo colmaron dos Vélez y hace poco completaron la capacidad del estadio Unico de La Plata y fueron los encargados de cerrar el Quilmes Rock.
Las Pelotas, que lleva más de 14 años de carrera, disfruta de un éxito merecido que tomó forma, sobre todo, en 2003 con la edición de su último disco Esperando el milagro.
Este año, el grupo oriundo de Hurlingham llenó dos Obras y se dio el gusto de clausurar por primera vez una fecha del festival en Ferro.
Babasónicos, la banda liderada por Adrián Dárgelos, es otra de las expresiones del rock que está pasando por su mejor momento, y que tras ofrecer dos shows en el "templo del rock" y tomar parte del Quilmes Rock, ratificó el poderío de su personal estilo.
Pero más allá del nivel de convocatoria, lo cierto es que 2004 fue un año con pocas novedades en lo artístico, y las bandas consagradas prefirieron ir a lo seguro y crecieron en cantidad de seguidores, pero en su música hubo una escasa búsqueda de riesgo estético.
En una temporada en que los próceres del rock argentino no exhibieron ningún disco nuevo, la mayor novedad solista la aportó el Indio Solari, quien reafirmó el final de Los Redondos al concretar su demorado debut individual con El tesoro de los inocentes, que presentará en el año 2005.