Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Un informe derriba varios mitos de la explotación petrolera offshore

"Decir que las operaciones se harán en las costas bonaerenses es relativo y hasta tendencioso", señala un trabajo del IAPG.

   El Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG) difundió un informe donde pone blanco sobre negro distintos aspectos vinculados con la explotación offshore de crudo en el Mar Argentino.

   “Hablar de bombardeos acústicos, del fin de la vida en el Mar Argentino y de “ciento por ciento de posibilidades de derrames” es pseudociencia, y solo demuestra el escaso nivel técnico científico y la irresponsabilidad de quienes difunden este tipo de información”, dijo la entidad presidida por el ingeniero Ernesto López Anadón

   El IAPG, una institución privada, profesional y sin fines de lucro que desarrolla estudios y análisis de las actividades vinculadas a la industria de los hidrocarburos, recordó que el 30 de diciembre pasado se aprobaron los permisos para realizar estudios del subsuelo en tres áreas del Mar Argentino, debido a la posibilidad de hallar gas y petróleo.

   “Como instituto técnico dedicado a los hidrocarburos y a la energía en general creemos necesarias algunas aclaraciones.

   “Lo primero, es que se trata de una iniciativa del Estado Nacional y no de empresas extranjeras que vienen a “saquear” un recurso local. Es el propio Estado el interesado en el desarrollo del recurso e invita al sector privado a participar, como ocurre en la mayoría de los países”.

   El Instituto dijo que entre las compañías concesionarias hay de capitales extranjeros, pero también de capitales locales, como YPF; de capitales estatales y también privados y mixtos. Todas operarán bajo las mismas condiciones.

   “Pero, además, esto no es nada nuevo. La Argentina busca hidrocarburos en su mar desde hace más de 90 años. Desde entonces, se han perforado 187 pozos en el lecho marino y se han producido algunos hallazgos de interés, sin incidentes ambientales significativos.

   “Por ejemplo –agregó--, desde hace décadas existe producción de gas en pozos marinos de la Cuenca Austral (Tierra del Fuego y sur de Santa Cruz). Y, de hecho, el 17% del gas que producimos en el país (y que se relaciona con tu consumo) viene hoy de 36 pozos operativos en el mar”.

   Sobre este punto, el IAPG dijo que es muy importante porque más de la mitad de la energía que consume la Argentina es gas natural.

   En el informe señaló que durante el más de medio siglo de búsqueda en lecho del Mar Argentino se ha utilizado la “sísmica” como técnica exploratoria.

   Sólo entre 2017 y 2020 se registraron unos 120.000 km de sísmica en el Mar Argentino, pero la técnica se usa en nuestro mar desde fines de los 50.

   En las costas bonaerenses, por caso, se han registrado desde 1960 unos 50.000 km de sísmica y se perforaron 18 pozos; el último en 1997, algunos de ellos relativamente cercanos a la costa.

   “¿Ocurrió algún desastre ecológico? La respuesta es un rotundo NO. Por ejemplo, las poblaciones de ballenas no han dejado de crecer en los últimos 50 años. Y hay que decir que se salvaron de una casi segura extinción, cuando las ciudades comenzaron a iluminarse con querosene (derivado del petróleo), en lugar de aceite de ballena”.

   El IAPG dijo que la creencia de que las llamadas “energías limpias” son la solución al problema es un mito, divulgado en forma irresponsable. Estas fuentes son valiosos complementos, pero con serias limitantes técnicas e impactos ambientales de los que no se habla.

   “El primero es la intermitencia. No hay forma de garantizar aún el abastecimiento solo a base de energías renovables. Y esto supone un límite concreto a su abastecimiento a gran escala. No hay un solo ejemplo en el mundo de un país “renovable” en su matriz primaria.

   “El Sol y el viento contienen energía renovable. Pero los paneles solares y los aerogeneradores no lo son. Por ejemplo, requieren la intensificación de actividades extractivistas y no renovables, como la minería.

   “Y dado que básicamente se genera electricidad, sería necesaria la electrificación de todos los servicios (transporte, calefacción, cocina) y la construcción de grandes redes de transporte y distribución (basadas en el cobre, que no es renovable)”.

   “Una novedad: será la primera vez que las operaciones se hagan en aguas profundas y ultraprofundas; es decir, se llevarán a cabo en zonas muy alejadas de la costa, a cientos de kilómetros, en donde el mar puede alcanzar profundidades de hasta 4000 metros.

   “Decir que las operaciones se harán en las costas bonaerenses es relativo y hasta tendencioso. El punto más cercano a Mar del Plata, de hecho, son 307 kilómetros, tan lejos de la localidad balnearia como Brandsen, por ejemplo. Nadie en Mar del Plata verá plataformas ni petróleo”.

   “Hablar de bombardeos acústicos, del fin de la vida en el Mar Argentino y de “ciento por ciento de posibilidades de derrames” es pseudociencia, y solo demuestra el escaso nivel técnico científico y la irresponsabilidad de quienes difunden este tipo de información”.

   Recordó que los países más proteccionistas del mundo (Canadá, Australia, Holanda, Noruega, etc.) tienen actividad offshore por los beneficios que reporta. Y no prohíben: regulan. 

   Lo último: los beneficios de la actividad impactarán positivamente y de lleno en la economía del país y, en especial, de una ciudad como Mar del Plata. De producirse un hallazgo, incontables actividades entre bienes y servicios se pondrán en marcha.

   “Por eso, no dejes que te asusten con imágenes tremendistas y consignas chatarra. Los permisos para explorar el Mar Argentino son una muy buena noticia. Tenemos que conocer nuestros recursos, si queremos defenderlos y aprovecharlos.

   “Y si producto de esa exploración se produce un hallazgo, la noticia será buena multiplicada a la enésima para el país y, en especial, para Mar del Plata”.