Bahía Blanca | Jueves, 25 de septiembre

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La Sociedad Argentina de Pediatría rechazó una supuesta relación entre paracetamol, vacunas y autismo

La postura coincide con la de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Europea de Medicamentos.

El TEA es una condición de origen multifactorial, donde intervienen factores genéticos y ambientales

Luego de que el presidente de Estados Unidos Donald Trump sugiriera un posible vínculo entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el desarrollo de trastornos del espectro autista (TEA), además de cuestionar la seguridad de la vacunación infantil, distintas entidades científicas salieron a responder. Entre ellas, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) publicó un documento en el que sostuvo que no existen pruebas científicas que respalden esas afirmaciones.

El informe, elaborado por el Comité de Crecimiento y Desarrollo de la SAP, subraya que la investigación disponible descarta una asociación entre el paracetamol y el autismo, y ratifica que la vacuna triple viral no causa TEA.

La postura coincide con la de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que en reiteradas oportunidades confirmaron la ausencia de evidencia que vincule el medicamento o las inmunizaciones con este trastorno.

Qué dice la evidencia

Según la SAP, el TEA es una condición de origen multifactorial, donde intervienen factores genéticos y ambientales.

La heredabilidad es alta y el riesgo de repetición en hermanos se ubica entre el 10 % y el 20 %.

En algunos casos, se asocia a síndromes definidos como el X frágil o a la exposición prenatal a fármacos como el ácido valproico.

En cambio, el paracetamol no presenta una relación comprobada. Estudios que inicialmente señalaron una asociación débil perdieron validez al ser ajustados con metodologías más rigurosas.

La entidad también explicó que el incremento de diagnósticos de TEA observado en los últimos años responde, en gran medida, a cambios en los criterios diagnósticos, mayor conciencia social y la sustitución de diagnósticos previos.

Tratamientos e intervenciones

El documento señala que el abordaje del TEA debe centrarse en un enfoque interdisciplinario y adaptado a cada persona, incluyendo terapias educativas, conductuales, del habla y ocupacionales, además del acompañamiento a las familias.

Los tratamientos farmacológicos, aclaró la SAP, no resultan eficaces para los síntomas centrales del espectro, aunque en ciertos casos pueden emplearse para manejar conductas graves.

En cuanto a la leucovorina, el Comité advirtió que los estudios disponibles son de calidad limitada y no permiten recomendar su uso como intervención. Sí existe consenso sólido en torno a la importancia del ácido fólico durante el embarazo como medida preventiva.

La SAP remarcó que la comunicación pública sobre salud debe basarse en evidencia de calidad, evitando difundir hipótesis sin sustento que puedan generar alarma en la población.

"El paracetamol sigue siendo seguro durante el embarazo cuando se administra bajo control médico y no hay evidencia que relacione la vacuna triple viral con el autismo", concluyó la entidad.