Ganadería vacuna: ¿qué se espera para el segundo semestre del año?
“Si la inflación sigue en niveles controlados y bajos, el impacto del estancamiento en los valores no será tan importante como en otros años”, dijo el analista de mercados cárnicos Fernando Gil.
Periodista. Círculo de Periodistas Deportivos de Bahía Blanca. Fue redactor de la revista Encestando (1985-2000). Desde 1987 trabaja en el diario La Nueva Provincia (hoy La Nueva.). Pasó por las secciones Deportes, La Región y La Ciudad, donde se desempeña actualmente. Está especializado en periodismo agropecuario desde 2001. Miembro de la Asociación Bonaerense de Periodistas Agropecuarios. Responsable de las páginas webs de la Asociación de Ganaderos (AGA) y de Abopa.
Tras un período enero-junio que, en muchos casos, ha dejado sensaciones positivas, el sector ganadero vacuno en la Argentina encara con otra mirada el segundo semestre del corriente año.
“En el caso del ganado para la faena creo que los precios tenderán a estabilizarse, ya que ahora (por julio) aparecerán lo que se encerró en los corrales a inicios de año. Y eso va a tranquilizar al mercado”, señaló el Méd. Vet. Fernando Gil, consultor y analista de Agroideas.
“No veo una baja nominal, pero sí estabilidad”, añadió.
“Si la inflación sigue en niveles controlados y bajos, el impacto del estancamiento en los valores no será tan importante como en otros años”, sostuvo.
Respecto del precio del ternero de invernada, dijo que, en lo que resta del año, su oferta va a disminuir y la demanda se afirmará.
“Todavía hay una disponibilidad interesante de esta categoría porque, gracias a los buenos precios y a la oferta forrajera, los criadores pudieron retener y vender de forma más espaciada”, indicó.
“¿La exportación? Creo que seguirá activa por la fuerte demanda mundial”, comentó Gil, quien además es magíster en Gestión de Empresas Agroalimentarias.
“Los precios internacionales de la carne son buenos; incluso, si hubiera más novillos los comprarían todos”, afirmó.
“Lo más complicado para este eslabón es la cuestión cambiaria y el peso de los derechos de exportación, del 6,75 %, para gran parte de la carne que venden al mercado mundial. Se trata de un tema que, ojalá, se pueda resolver pronto”, explicó.
“De todos modos, se ve que están activos y que van recuperando niveles de faena y haciendo mejores integraciones con el consumo interno, que tiene buena demanda”, expresó.
Gil también hizo un balance —en la página web de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA)— de los primeros seis meses para la ganadería de cría.
“Fue un semestre soñado. En todas las categorías hubo buenos valores e interesantes posibilidades de negocio y de trabajo”, comentó.
“Empezando por la cría, el precio del ternero fue subiendo mes a mes. No bajó nunca, ni siquiera en los momentos de más oferta, como sucede habitualmente en las zafras”, admitió.
“Eso hizo que, en los últimos 12 meses, el ternero le gane 20 % a la inflación. Su precio subió 79 % contra una inflación de alrededor del 60 %”, dijo.
“El valor del ternero a precio constante está 10 % por encima del promedio de los últimos 15 años. En tanto, la vaca mantuvo sus cotizaciones en términos reales respecto de un año atrás”, agregó.
En otro tramo, el consultor sostuvo que el valor de la hacienda gorda en los últimos 12 meses acompañó a la inflación y que, en este primer semestre de 2025, le ganó a la suba de precios, a excepción de mayo, cuando sus valores quedaron estabilizados respecto de abril.
“Lo que había perdido a fin de 2024 lo recuperó todo y, por lo tanto, hoy están empatando a la inflación; eso es bueno. En precios constantes están por encima del promedio de los últimos 15 años”, describió.
Respecto de la relación entre precios ganaderos, comentó que, si bien los costos de la ganadería bovina aumentaron, se puede trabajar bien y que en todos los eslabones hay rentabilidad.
“Los precios relativos favorecen a la actividad. Si bien los insumos subieron, lo hicieron menos que el kilo de carne, por lo que se tiene mejor poder de compra de los insumos y los diferentes costos de la ganadería”, explicó.
“La mejora en las cotizaciones de la invernada fue mayor a la de los fertilizantes, agroquímicos y, también, del transporte”, amplió.
“Además, con un kilo de novillito se pueden comprar 15 de maíz. Esa relación es muy buena y favorece el agregado de kilos en los corrales. Por eso creo que es necesario aprovechar esta oportunidad para mejorar en eficiente productiva”, concluyó Gil.