Biblioteca Rivadavia, de lo nuestro lo mejor
Un espacio visitado por generaciones de bahienses y que mantiene su protagonismo en el mundo de los libros.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 143 años, en julio de 1882, un grupo de vecinos bahienses creó la Biblioteca Rivadavia, institución modelo en su tipo y una de las más importantes del país.
Bahía Blanca era entonces un modesto pueblo del sur bonaerense. Sus poco más de 2.000 habitantes sabían de "los días de Bahía", donde el viento levantaba enormes nubes de tierra, el agua escaseaba y la carencia de caminos y ferrocarriles generaba el peor de los exilios.
Pese a ello, los bahienses pensaban a su lugar como merecedor de lo mejor, y el área cultural una cuestión a atender. Fue en ese marco que se decidió formar una Asociación capaz de sostener el funcionamiento de una biblioteca popular.
En mayo de 182 se repartieron circulares entre los vecinos y el 16 de julio se efectuó la asamblea general en la Escuela de Varones de la calle Vieytes 51. La reunión sirvió para dar lectura al reglamento general --redactado por Luis Caronti y Leónidas Lucero-- y elegir al primer consejo directivo.
Hubo intercambio de opiniones y un acto de sufragio. Daniel Cerri y Francisco Mainó fueron encargados del escrutinio, siendo elegido presidente el escribano Eliseo Casanova. Octavio Zapiola fue vice, Felipe Caronti secretario, José Jiménez tesorero y Luis Caronti, Leónidas Lucero, Francisco Mainó y Daniel Cerri, vocales.
Firmaron el acta fundacional, entre otros, Lucas Abad, Francisco Iguacel, Daniel Aguirre, Carlos Pronsato, Juan Molina y Lorenzo Temossi.
La biblioteca tuvo su primera casa propia en 1892, ubicada en Moreno 80. En 1930 se mudó al edificio de avenida Colón 31 que ocupa hasta la actualidad.
La entidad es modelo en su tipo y sigue siendo clave para estudiantes, investigadores y lectores en general. Su sostenimiento debiera ser una responsabilidad asumida por todos los bahienses a través del accesible pago de una cuota social.