Las primeras noticias sobre Bahía Blanca en el viejo mundo
Un breve repaso por los diarios del siglo XIX reflejando los primeros años de la ciudad, al cumplir sus primeros 197 años.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
A mediados del siglo XIX los diarios europeos comenzaron a recibir noticias de Bahía Blanca, un fuerte del sur bonaerense que, entre males y esperanzas, comenzaba a tener nombre propio. Algunas de aquellas publicaciones reflejan el día a día de los primeros habitantes.
Al cuidado de los Pampas
“Sabemos que quinientas señoras de Buenos Aires pertenecientes a patriotas están en lista para ser enviadas al Azul y a Bahía Blanca bajo la custodia de indios Pampas. ¿Dejarán los ministros extranjeros residentes en Buenos Aires perpetrar esta horrible barbarie? No lo creemos!”. La Iberia, Madrid 1842.
Malones, antes del último
«Horror causan los sucesos lamentables ocurridos en las inmediaciones de Bahía Blanca. Se realizaron los temores de una invasión de indios a favor del desamparo de la frontera y el sacrificio de vidas, el cautiverio bárbaro de niños y mujeres, el despojo de inmensas fortunas.
Cuatro mil indios invadieron la campiña del Sud, hasta cuatro cuadras de Bahía Blanca, cuya población recogió muchas familias de sus inmediaciones, fortificando las bocacalles con carretas; troncos de árboles, con los objetos más pesados para preparar la defensa.
Los indios recorrían como vándalos las campiñas, asesinaban a los hombres y cautivando a las mujeres y a niños. Las tribus de Calfvcurá y de Renquil capitaneaban la invasión pero se nos dice que los acompañaban en esa empresa feroz algunos cristianos. Los males causados en las propiedades eran de mucho valor y, según un individuo que logró escaparse, se sabe que la invasión debía continuar por la dirección del Sauce, de las Mostazas y Quequen Salado». La Iberia, diario de Madrid, 12 de agosto de 1842
Tranquilidad y justicia
“Las correrías de los indios por el territorio de Buenos Aires han cesado. Los desórdenes que habían estallado en la colonia italiana y ultra-socialista de Bahía Blanca han sido reprimidos y los asesinos del coronel Olivieri han ido presos”. La Esperanza, Madrid, 16 de junio de 1858
De la mano de Dardo
"El gobernador de Buenos Aires, doctor Dardo Rocha, no sólo está cumpliendo honradamente su programa de gobierno, sino que está yendo mucho más allá, iniciando y realizando obras, á las que ligará su nombre perdurablemente.
Últimamente ha firmado un contrato con el señor Parish, de la compañía del ferrocarril del Sud, para prolongarlo nada menos que hasta Bahía Blanca, es decir, hasta los confines de aquellos vastos territorios, debiendo pasar la locomotora por todas las importantes poblaciones que están en el trayecto.
Según el contrato, la línea debe quedar concluida en dos años, de manera que dentro de ese corto espacio de tiempo se habrá cambiado la vida y condición de la inmensa, rica y fértil provincia, debiéndose esta transformación a la iniciativa, talento y perseverancia de su gobernador, de quien tantas veces se ha ocupado la prensa española, dándole el lugar que le corresponde entre los hombres más eminentes de América”. La América, Madrid, enero de 1882
Perdimos el tucu-tucu
“¿Qué es, pues, lo que ha descabalado la multitud de especies? ¿Es un cambio de clima que los animales no pudieron resistir? ¿Alguna violenta transición del frío al calor? ¿Alguna baja de temperatura que de zona tórrida pasó a la del hielo? ¿Acaso el hombre fue el agente terrible, la verdadera plaga que asoló las comarcas y las despojó de su fauna? ¿El que destruyó paulatinamente los animales desdentados de la América meridional y el Megaterio? ¿Por qué ha desaparecido el pequeño tucu-tucu de Bahía Blanca? Los ratones que hoy ostentan las reliquias fósiles de su organismo”.. Revista de España, enero de 1882
Llegan los alemanes para ver a Venus
“Un importantísimo fenómeno astronómico tendrá lugar el 6 de Diciembre próximo y del cual vamos a dar una ligera idea. Se trata del paso del planeta Venus entre la tierra y el sol, paso que tuvo lugar en 1874 y que no se repetirá hasta 2004, es decir, dentro de 122 años, para reproducirse nuevamente el 5 de Junio de 2012.
Este acontecimiento no tuvo importancia astronómica hasta que en 1877 se la dio Halley con la idea de aplicar su Observación a la determinación de la distancia al sol, que no había podido ser conocida sino muy imperfectamente por los métodos de triangulación. El gobierno alemán ha nombrado cuatro comisiones científicas que saldrán para América para observar ese paso.
La comisión que se establecerá en Punta Arenas salió de Hamburgo el 19 de Setiembre. El que lleva a la comisión a Bahía Blanca salió del mismo puerto el día 24. Los otros dos buques irán a la América del Norte en Alkeu y en Hartfort”. La propaganda Liberal, Madrid, 6 de octubre de 1882
La limpieza del desierto
“La barbarie se ha ido a escudar en el fondo de las gargantas andinas. Las líneas militares del desierto avanzan y el servicio de las fronteras ha quedado reducido al de simple policía.
Bahía Blanca, un fortín avanzado, donde vegetaba una población pobre y pusilánime, es hoy un gran puerto comercial, y un día, no muy lejano, será nuestro primer puerto en el Atlántico y el mercado de nuestras provincias situadas ala falda de las cordilleras.
Bahía Blanca es hoy uno de los partidos más ricos y poblados de la provincia. Donde cuatro años atrás se levantaba la toldería de Namuncurá, el poderoso señor de la Pampa, hoy se destaca el blanco mirador de una estancia, residencia de una familia irlandesa.
Ya el puerto no es la caleta solitaria cuya entrada era el terror de los navegantes. Hoy es un lugar fácil y seguro, señalado por un faro flotante, en el cual se confunden las banderas de todas las naciones y fondean vapores venidos de Europa.
La paz es una verdad. La confianza se ha hecho carne. La ley ejerce su imperio en toda la extensión de la República. Bajo la influencia de estos hechos y ante la perspectiva de un porvenir mejor, empieza el tercer año del Gobierno del general Roca. ¡Quiera el cielo que sea tan fecundo como los anteriores!». La América Madrid, 28 de noviembre de 1882
Descripción del fuerte
“Hay un pueblo a cinco millas del puerto de la Bahía y a doscientas leguas de la Capital, denominado “Bahía Blanca” o “Fuerte Argentino” con una población de novecientos ochenta y dos habitantes entre cristianos e Indios amigos. Hay en él una Iglesia, una botica, un médico, un molino de agua, una casa de negocio con varios ramos, ocho establecimientos pastoriles, 22 de agricultura y las haciendas siguientes: Ganado vacuno, cabezas 4,000, Caballada 1.490, Lanar 1.089, Cerdos 20”. Almanaque de la tribuna, 1867
Terrenos de Estancia.
"En virtud de lo dispuesto por la ley de 1855, en Bahía Blanca y Patagones se dan gratuitamente una suerte de estancia de 3000 varas de frente por 9000 de fondo a cada poblador que quiera ocuparla, y quiera sujetarse á las condiciones sencillas que se reducen a poblar con 300 cabezas vacunas ó mil lanares y 100 árboles.
Llenadas estas formalidades, durante dos años el Gobierno escritura la propiedad. Se puede obtener un solar de muy buena extensión en todos los pueblos de frontera, una quinta ó una chacra para labra, y con su producido mantenerse, asegurando la Vejez. Convénzase el hombre que es el trabajo el que le dará la fortuna.
Los funcionarios locales sean protectores de los habitantes, no sus mandones, y se encontrará que las leyes no solo garanten la vida y los intereses del ciudadano sino que en ellas hay también estímulo para las rudas labores del campo, pues la propiedad para él y los suyos es el precio seguro que acuerda por tantos afanes". Almanaque de la tribuna, 1867
Pero que las plagas de Egipto
“El Porvenir, de Bahía Blanca, nos comunica sobre una invasión de salvajes: «La eterna rémora de nuestra campaña, esa plaga mil veces peor que la que la ira divina descargó sobre Egipto, vuelve a perseguirnos.
El viernes a la madrugada, el alcalde Vera telegrafió a Bahía Blanca que había sido robada toda la caballada del Colorado y que los ladrones no podían ser otros que los indios. Con tal motivo el comisario Paulino Amarante se puso en marcha hacia Fuerte Argentino con el oficial Arias y dos gendarmes a fin de salvar el golpe; pero los indios en medio de su salvajismo son sagaces y vinieron el viernes a medio día a dejarse caer peor que langosta por el fortín Cuatreros.
Aquí empezaron su destrucción y a hacer víctimas de sus sangrientos instintos a Nicolás Mora, que dejaron acribillado a lanzazos; al catalán Baldomero Gelabert, joven de 27 años a quien dejaron por muerto, pero que la autoridad local pudo traer con vida hasta este juzgado, donde espiró a las doce y cuarto de la noche, ehicieron cautiva á Felipa Paz (a) la Chimanga y una niñita que esta señora tenia, así como a Mercedes N. de Gelabert con otra niñita.
Entre los que sabemos que lograron escapar se enumeran un indio como de 80 años, llamado Pascual Potucú, y otro llamado Mario Pueri con su mujer Luisa y una niña que se escondieron entre unas pajas. El número de indios se calcula en 80”. Gaceta universal, 30 enero 1882
Los salesianos a fondo
“Está causando mucho desagrado la actitud intemperante que desde tiempo atrás viene observando la congregación saleciana aquí establecida, por sus continuas prédicas contra la ley que deben concurrir. El Sr. Enrique Julio, secretario del consejo escolar y redactor de El Deber, pasaba ayer con otro amigo por frente al colegio que han abierto, en la puerta del cual, y al parecer en expectativa, se hallaban dos curas.
Estos contestaron el saludo que del acompañante de Julio, manifestando que no saludaban a éste porque era un sinvergüenza. El Sr. Julio continuó ni camino sin darse por aludido; pero pocos instantes después, al pasar nuevamente, fue otra vez provocado con duros apostrofes, y bajando los curas á la calle con palos en la mano, se le fueron encima.
Entonces el señor Julio enarboló su bastón, pero los repetidos golpes de los agresores lo hirieron levemente. El Sr. Julio echó mano de su revólver, lo que produjo la inmediata fuga de los curas, uno de los cuales disparó a la iglesia y el otro hacia la plaza. Como es de suponer, el incidente, que ha sido unánimemente reprobado, puede ser precusor de otros peores.
La curia eclesiástica está llamada a cortar de raíz la intemperancia de quienes deberían ser los primeros en observar mansedumbre. La autoridad policial intervino, imponiéndoles diez pesos de multa a cada uno de los tres protagonistas.» Las Dominicales del libre pensamiento, 1894