Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

De la mano de un bahiense, Aníbal Troilo se instala en Singapur

La escultura es obra del bahiense Daniel Brandimarte (70), arquitecto y artista plástico de renombre internacional.

Esta historia tiene un costado emotivo y también otro muy curioso, que une a Bahía Blanca, al autor de tangos como Sur y La última curda y a uno de los países más ricos del planeta.

El próximo jueves 11 de julio, día nacional del bandoneón en nuestro país, la principal avenida comercial de Singapur (Orchard Road), estrenará, en una de sus esquinas más emblemáticas, una escultura de Aníbal Troilo, Pichuco, “el bandoneón mayor” del tango, obra realizada por un bahiense.

Se trata de una obra gemela de la pieza llamada “Fuelle”, inaugurada en diciembre de 2014 a metros del Obelisco porteño, por obra y arte del arquitecto y artista bahiense Daniel Brandimarte.

Daniel Brandimarte en su taller

La obra celebra el tango y es además un homenaje a los 50 años de Relaciones Diplomáticas entre la Argentina y Singapur.

La idea de generar lo que se menciona como “un hermanamiento en clave escultórica" entre ambos países, surgió de contactos entre la Embajada Argentina en Singapur, la Dirección de Asuntos Culturales de Cancillería, el autor Daniel Brandimarte, el equipo del legendario Salón Marabú (Salón de tango desde 1935), la Argentine Tango Society y algunos sponsors singapurenses.

"Fuelle", la obra que llegará a Singapur

“Todo comenzó cuando el embajador de Singapur en nuestro país vio mi escultura de Troilo ubicada en Diagonal Norte y la avenida 9 de Julio de Buenos Aires. Le gustó y me contactó a partir de ver mi firma hecha con electrodos en la obra. Quería replicarla en su país”.

Quien relata esto a La Nueva. es el propio Brandimarte, el pasado miércoles, un día antes de viajar hacia Singapur –previa escala de dos días en Estambul, Turquía—para ser parte de la ceremonia inaugural de su trabajo.

“Primero querían que fuera en persona a realizar la obra. Pero como yo la hice a partir de varios planos, les ofrecí mandarles esa documentación y que la fabricaran ellos. Es un trabajo hecho con acero cortado. Aceptaron y a medida que iban avanzando me mandaban fotos y lo veíamos juntos”, agrega.

La curiosidad por homenajear  a Troilo en ese país asiático de 6 millones de habitantes, conocido como “La perla de Asia” y uno de los cinco más ricos del planeta, se relaciona con que en muchos lugares de ese continente se tiene pasión por el Tango. En Singapur en particular existe una pequeña pero muy activa comunidad tanguera que, se menciona, “recibe la escultura con muchísimo entusiasmo”.

Pichuco estará en el sur de Asia
Orchard Road, la avenida de Singapur dónde se instalará la obra

Prueba de lo relevante de esa inauguración es que la misma contará con la participación del Ministro de Relaciones Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan; el Embajador Argentino en Singapur, Mauricio Nine; el Embajador de Singapur en Argentina, Leong Horn Kee; y el autor de la escultura. La ceremonia será acompañada por un bandoneonista local y una pareja de tangos que bailaran algunas de las canciones compuestas por Pichuco.

Pichuco en movimiento

"Fuelle" es una obra de extrema simpleza y que está resuelta para que evoque y genere una particular sensación de movimiento, siguiendo la modalidad que tenía Troilo al ejecutar el bandoneón.

Se trata de una combinación geométrica de ángulos, planos y formas recortadas en acero. Un conjunto de siluetas en transición que evocan ese movimiento típico de Troilo.

Aníbal Troilo y una pose habitual.

Brandimarte diseñó un ingenioso juego de planos alineados a modo de fuelle, donde las manos de Troilo, caladas y presentes como vacíos, se confunden con el instrumento, desafiando la noción de que se trata de una escultura inmóvil.

“La obra la realicé en 2014, centenario del nacimiento de Troilo, en un concurso que organizó la familia del músico”, detalla el autor.

El material utilizado es acero con terminación óxido para la escultura y granito para la base. Las placas están empotraron en una base de cemento que representa la caja del bandoneón.

Si se la ve de frente, la escultura  recuerda el movimiento del metrónomo, el instrumento que dicta el compás de la música, pero cuando el observador cambia el ángulo va descubriendo la figura de Troilo con el clásico movimiento que tenía de subir y bajar la cabeza mientras tocaba.

 “Nunca me fui de Bahía Blanca”

Brandimarte se fue de nuestra ciudad apenas terminó el secundario y hasta hace pocos años volvía de manera periódica. “Mi mamá vivía en Bahía. Falleció hace tres años, con el Covid. Tengo todavía unos tíos por allá, pero uno va perdiendo los vínculos más fuertes”, señala.

Su primer destino fue Buenos Aires, para estudiar Cine o Escultura, pero fueron dos carreras que cerró la Dictadura. “Arquitectura quedó en tercer lugar pero descubrí que es una hermosa carrera. Muy completa, que te da una formación importante y una hermosa profesión. Hay algunas carreras que son más áridas pero Arquitectura te da una formación humana y técnica. Todo el mundo tendría que estudiar arquitectura”, señala.

Hoy se desempeña en esa profesión y de manera paralela desarrolla su labor como artista plástico. “Pinto y hago esculturas. Es parte de mi trabajo. Hace unos meses inauguré una escultura en el museo de Botafogo, en Brasil”. Tengo además obras en Alemania y Estados Unidos y un conjunto de 40 acuarelas en el Museo de Guangzhou, en China”.

A pesar de ser un reconocido artista internacional, nunca expuso en nuestra ciudad, su ciudad. Sólo tuvo oportunidad de presentar un trabajo en 1970, a sus 17 años de edad. “Terminaba el secundario y hubo un concurso, creo que organizado por la Casa de España, que gané con un grabado llamado “Ocificosas”, que retrataba una guerra entre caballos, esqueletos y personas”, detalla.

A pesar del paso del tiempo, de haber viajado por todo el mundo, de conocer ciudades y lugares, Daniel no olvida su ciudad natal. “Es el lugar de mi infancia y de mi adolescencia. Nunca me fui de Bahía Blanca”.

Un artista de excepción

Daniel Brandimarte nació en nuestra ciudad en 1953, donde cursó sus estudios primarios y secundarios en el colegio Don Bosco.

Hoy se presenta como arquitecto, diseñador, escenógrafo, artista plástico, pintor, acuarelista, ilustrador perspectivista, escultor, diseñador gráfico, fotógrafo, fotógrafo dibujante. “También cuchillero –señala--, en honor a mi tatarabuelo que tenía ese oficio de fabricar cuchillos”, aclara.

Brandimarte en una de sus tantas muestras.

Trabajó como diseñador para el Grupo L’Oréal, realizó más de 300 proyectos para diferentes puntos de Venta del país, y para las marcas Vichy y La Roche Posay

Fue ilustrador de estudios de arquitectura de Argentina, USA, España y Japón. Ha realizado más de 250 logos y trabajó como Director Creativo para el Grupo Alto Palermo.

Maradona, acuarela en el museo de Guangzhou, China
Jorge Luis Borges, acuarela en el museo de Guangzhou, China

Actualmente se desempeña como Diseñador y Director Creativo de MUDE (Museos Deportivos) participando en producciones en el Museo del Deporte de Santa Fe, la Confederación Sudamericana de Fútbol, el Museo del Fútbol Club Flamengo, y en los estadios de Botafogo, Wembley, Boca, River, Benfica y Juventus, entre otros. Tiene una exposición de 40 acuarelas de distintos personajes en el museo de Guangzhou, en China.

Escribe y diseña el cómic FIN, publicado en Argentina, y SAM, la tortuga amarilla, saga.

Las manos de jugadores xeneizes en la vereda de la bombonera, obra de Brandimarte.
"La tierra en armas", obra de Brandimarte y Carlos Benavidez en el museo Güemes de Salta.

Troilo y Bahía Blanca

Más allá de las varias presentaciones que realizó Aníbal Troilo en nuestra ciudad, sin dudas hay un hecho que lo vincula de manera especial con Bahía Blanca, sobre todo con Ingeniero White.

Es que el último cantor que tuvo en su orquesta fue el whitense Oscar Aníbal Crudelli, conocido con el nombre artístico de Roberto Achával (1930-1996).

Roberto Achával y Aníbal Troilo, 1975

Si bien no llegaron a grabar un disco, juntos actuaron en la comedia musical “Simplemente Pichuco”, que estuvo en cartelera a mediados de 1975 en el teatro Odeón de la Capital Federal. Fue al día siguiente de la última función de esa obra que Pichuco se descompensó y falleció. Tenía 61 años.

Una foto del flaco Morán

En noviembre de 1965 coincidieron en Bahía Blanca, contratados por LU2 radio Bahía Blanca, Aníbal Troilo y Atahualpa Yupanqui, dos representantes relevantes del tango y del folclore. Una tarde que ambos ensayaban en los estudios de la radio, en Sarmiento 64, el fotógrafo Omar Morán obtuvo una fotografía maravillosa. El propio Morán contó ese momento.

Yupanqui y Troilo antes los micrófonos de LU2 radio bahía Blanca, 1965

“A Atahualpa lo conocía de otras ocasiones y tenía fama muy bien ganada de ser medio renegado. Pero al verlos a los dos no dudé y les pedí si podía sacarles una foto. Troilo se mostró dispuesto y a don Ata no le quedó otra que decir que sí, con la condición de que fuera bien rápido. Tratando de que la emoción y los nervios no me jugaran en contra, me puse en posición mientras ellos se reían y conversaban, sin darme demasiada importancia. Fue un instante pero nos dejó una hermosa toma de estos dos próceres de la música nacional”.

POSDATA 

Madame Mattioli, la madre del artista

El 27 de junio de 2020, a sus 98 años de edad, murió la mamá de Daniel Brandimrte. Y la ciudad despidió a una de sus máximas referentes en la danza y la enseñanza del idioma francés.

"Madame" Nélida Mattioli, tal su nombre, fue pionera en la traducción y la enseñanza del Francés y junto con Alba Lutecia creó la Escuela de Danzas Clásicas, donde dictó clases durante 30 años.

Nació en Villa Mitre, en 1922, aunque fue concebida en Italia. Sus padres, Alessandro Mattioli y María Biagetti, salieron de Génova el 7 de mayo de 1921, con su mamá ya embarazada.

Nélida una mujer muy elegante, con un halo interesante y misterioso a la vez. Atrapaba con su ersonalidad, su andar y su rodete, que era como su firma. A los 25 se recibió de Traductora e Intérprete de Francés y de italiano. Escribió los ibros con los que estudiaban sus alumnas, el 'Mon Français pour la Danse' del volumen uno al 4, donde brindaba su método para aprender francés pero con vocabulario de danza".

También fue profesora de la Fuerza Aeronaval de la Armada Argentina, donde le enseñó francés a los pilotos que viajaron a Francia para aprender a comandar los aviones Súper Étendard.

Junto con su mamá tuvo un hotel en Zelarrayán 337, el Bentivoglio. También fue dueña de la boutique Pandora, que primero estuvo en calle Zelarrayán y luego en Galerías Plaza.

Daniel recuerda que cuando se mamá tenía 96 años, le dijo algo que él después se encargó de trasmitir a sus hijos y amigos: "¡Ah, si volviera a tener ochenta!.." Eso resumía su filosofía de vida.

Nélida Mattioli con su hijo Daniel Brandimarte