Bahía Blanca | Domingo, 24 de agosto

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¿Qué piensan Sagasti y Ortiz, los ganadores del Diploma al Mérito en Letras por la Fundación Konex?

Están entre las 100 personalidades del país más destacadas de la última década (2014-2023). El 10 de septiembre recibirán la distinción que los postula para el premio mayor de platino a entregarse en noviembre.

Los escritores Mario Ortiz (izq.) y Luis Sagasti, en La Nueva. / Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por diferentes canales, Luis Sagasti y Mario Ortiz se enteraron de su inclusión entre las 100 personalidades argentinas más destacadas de la década en Letras (2014-2023), la distinción que la Fundación Konex realiza desde 1980.

En ambos casos, la sorpresa fue el común denominador.

Por esta nominación ya se adjudicaron el Diploma al Mérito, que les será entregado en una ceremonia a realizarse en el Centro Cultural Konex, en CABA, el venidero martes 10 de septiembre.

“No había tenido premios; nunca. Por eso cuando recibí el e-mail me sorprendí. De hecho, pensé que me estaban buscando para ser jurado de algún trabajo o de un concurso, algo que es habitual”, dijo Ortiz, quien integra la categoría Poesía (para el período 2019-2023) junto a Miguel A. Federik, Luisa Futoransky, Alicia Genovese, Luis Tedesco y Horacio Zabaliáregui.

“Quedé muy impactado. No era algo que estuviese buscando, ni porque me haya postulado, sino que acá hay un jurado que decide a quién se lo entregan”, añadió.

Tras la entrega de los reconocimientos, en noviembre próximo se elegirán los ganadores de cada una de las 20 categorías y, en ese momento, se otorgarán los Diplomas de Platino y se pasará a competir por el Konex de Oro, que es el máximo galardón.

“Lo interesante es eso: no te presentás para ganar un premio. De hecho, yo no sabía que este año se hacía el Konex de Literatura. He recibido otras distinciones, pero esto es diferente porque premian una trayectoria. Es muy halagador, claro”, sostuvo Sagasti, quien forma parte de la categoría Novela (2018-2020), junto a cinco reconocidos colegas como Eduardo Sacheri, Daniel Guebel, Selva Amado, Jorge Consiglio y Miguel Vitagliano.

Sagasti viene de lograr un segundo premio nacional de novela y estuvo entre los tres primeros reconocimientos que se otorga en Gran Bretaña e Irlanda sobre el mejor libro de editoriales independientes. Además, fue finalista en Catalunya al mejor libro de 2023 en lengua castellana.

“El caso es que en la Argentina se escribe extraordinariamente bien y tenés 20-25 personas de excelente nivel. Días pasados lo dijo (Enrique) Vila-Matas, quien es candidato al Nobel desde hace rato: ‘Antes mirábamos a París como nuestro faro, pero hoy es Argentina”, contó.

Ortiz, cuyos textos llevan por título Cuadernos de Lengua y Literatura, hizo referencia a una masa crítica e intelectual. “Esto no llegó de la nada, sino que fue posible porque hubo redes estatales de formación, de educación y universidades públicas que concluyen en una movilidad social ascendente, no solamente en lo económico sino desde lo cultural”, explicó.

Ortiz y Sagasti son de Bahía Blanca. Pero no se consideran escritores bahienses, como se verá más adelante.

—¿En qué momento les llega la nominación?

—MO: Muy particular, porque fue totalmente inesperado e insospechado. Para mí la literatura es algo que uno hace por placer, pulsión y deseo. No hay una cuestión de trabajo, de contrato o de retribución monetaria.

“Nosotros trabajamos en la docencia y en la investigación, pero la literatura, francamente, la hacemos cuando tenemos tiempo.

“Dije inesperado porque, si bien había publicado un libro en 2021, en este último tiempo estuve haciendo otras actividades y aun dentro del ámbito humanístico, me dediqué a cuestiones como, por ejemplo, cursar una maestría de literatura argentina en Rosario e investigaciones sobre la historia local. Una de las razones es que la pandemia fue un momento especial para dedicarse a investigar por puro placer”.

—LS: No sé exactamente en qué momento, ya que sigo escribiendo novelas. A lo sumo, coincide con una desilusión absoluta respecto de la cultura política del país.

“Es una tristeza espantosa a partir de lo que está haciendo (el presidente de la Nación, Javier) Milei. Está desguazando todos los organismos culturales. En lo que a nosotros respecta, desarticuló el Proyecto Sur, que es un programa donde el Estado subsidiaba las traducciones de libros no comerciales.

“En lo personal es un buen momento de mi vida; estoy escribiendo y creando, pero en el aspecto cultural tengo tristeza”, señaló Sagasti.

“En alrededor de 10 años fueron más de 1.500 publicaciones a un costo total de casi 3 millones de dólares, pero eso permitió que la literatura argentina se distribuya por el mundo y se la valore muchísimo. Y, además, la gente que recibe los derechos de autor la gasta acá; es pura ganancia. Eso me jode, me da bronca; es innecesario. Otro tanto sucede con el cine”.

—¿Hay un sentimiento ambiguo entonces detrás de la distinción?

—LS: No. Para mí es una caricia y en tiempos que corren me arrancan una sonrisa. En lo personal es un buen momento de mi vida; estoy escribiendo y creando, pero digo que en el aspecto cultural tengo tristeza.

—MO: Los momentos personales son buenos, pero no somos seres individuales ni átomos flotando en medio de la nada, sino que estamos en un contexto social. Por ejemplo, a este premio la UNS lo exhibió con orgullo por dos docentes de esta casa de estudios que reciben la distinción. Y porque esto demuestra a la sociedad que la universidad, un organismo público que está en la mira de todos, como otros, cuenta con gente reconocida.

“La UNS lo puso en valor y está bien, porque nosotros nos formamos y trabajamos acá. Si de algún modo este premio sirve como respaldo, o para demostrar que en la educación pública se forma gente que reconoce el Konex, en buena hora que lo haga.

“Lo cierto es que estamos siendo hostigados no sólo a nivel presupuestario y salarial, sino también por un cierto clima ideológico que considera que las universidades, o el Conicet, son ñoquis del Estado, nidos de zurdos y esas cosas”.

—¿Sobre qué temas escriben?

—LS: Si lo tuviera claro, no escribiría... (risas). Lo hago porque no tengo en claro ciertas intuiciones que me vienen y que se presentan como un cuadro abstracto, como un estado de ciernes o de umbral que, creo, se aclara un poco cuando se desarrolla en el tiempo.

“La literatura, como la música o el cine, es un arte en el tiempo. Por eso puede tener intuiciones, pero no podría decirlas claramente y necesito de historias y reflexiones para concretarlo. Me han preguntado si en determinado libro yo quería decir… (hace una pausa) y la verdad es que no lo sé. Lo que quiero decir siempre es lo que está escrito.

“¿Cómo se hace? Contando historias, sumando reflexiones. No es más que eso. Un compromiso con mi interioridad imaginativa o filosófica; en realidad, no sé cómo llamarla. Me sale así y me gusta, como dar clases, salir a correr o ver jugar a Luka Dončić (NdR: basquetbolista de la NBA por los Mavericks de Dallas)”.

—MO: Cuando uno ya tiene algunas ideas, intuiciones o disparadores luego se van trabajando; se amplían, se modifican. No siempre sabemos de que el libro que viene es la ejecución escrupulosa de un plan armado. Muchas veces, el plan se construye a medida que va surgiendo y se va clarificando la posibilidad de concretarlo. Así me ha ocurrido con los libros.

“Por ahí en algunas situaciones he partido de cosas más concretas y referenciales, determinados objetos, ámbitos o espacios geográficos que muchas veces tenían que ver con Bahía Blanca, pero no porque me considere un escritor bahiense o regionalista, sino solo y sencillamente porque es el lugar donde estoy y debo hacer algo para habitarlo poéticamente. Entiendo que esa idea de escritor bahiense es un poco reduccionista, porque uno escribe y punto”.

—LS: Cuando un porteño escribe no dice: ‘Yo hago literatura porteña’. Escribís bien o escribís mal. Punto. Uno tampoco se refiere a la ciencia bahiense; la ciencia es ciencia.

—MO: Sí vivimos en Bahía Blanca.

—LS: Soy de acá, vivo acá y me quiero quedar. Pero no sé cuál sería el arte propio del bahiense como para decir que pertenezco. Yo soy escritor de lengua castellana.

—¿En sus textos no hay historias bahienses?

—MO: He trabajado algunas. Pero lo hice porque ocurrieron acá; me interesaron. También escribí alguna obra de teatro sobre Carolina Beltri (1898-1919), que fue una cantante que se suicidó en la ciudad.

Mario Ortiz.

“Muchos de mis textos se refieren a objetos de la plaza Rivadavia. Esto lo detectó muy bien un crítico de Buenos Aires respecto de un libro mío: ‘Trabaja sobre elementos de Bahía Blanca, pero no hay voluntad de regionalismo, de criollismo, de querer mostrar la esencialidad de ser bahiense, como en tal otro libro’. Es decir, está la presencia deliberada, voluntaria y buscada de elementos locales, porque me siento en la obligación y en el deseo de hacer algo con eso”.

—LS: Si tuviera que poner algo situado en Bahía Blanca lo haría. No sé, acaso lo hice. En realidad, he contado historias orales inventadas de Bahía Blanca cuando hicimos un programa de radio con él (por Ortiz) y con Miguelito Martos. A veces tomábamos algún clásico inglés del siglo XIX y lo adaptábamos para lograr cierta empatía con los oyentes. Alguna vez me sugirieron escribirlas, pero no.

—Residen en Bahía Blanca y se nutren de historias cotidianas urbanas, de personajes ausentes y presentes y eso supone que se trata de un terreno fértil para escribir…

—LS: Voluntariamente podría escribir una historia o una metáfora sobre básquet. Eso me sale. Y capaz que sea bahiense.

—MO: He sacado fotografías de espacios de la ciudad y las incluí en un libro. Pero también puse del campo de mi suegro, que está cerca de Coronel Suárez.

“Cierto es que la materia prima es trabajar a partir de lo que uno tiene de donde vive y hay una búsqueda deliberada para que esa materia prima ingrese al texto para volverse productiva, generar nuevos sentidos e indagar sobre eso.

“Lo hice en la literatura y en investigaciones en el ámbito de la UNS, como determinados sitios de la memoria en un proyecto de investigación que dirige Fabiana Tolcachier; sobre el origen de las calles de Villa Mitre y, ahora, respecto de la historia de la masonería en Bahía Blanca. Eso es más histórico que literario, pero lo cierto es que estamos hecho de esta sustancia”.

—¿Qué se lee ahora?

—LS: Desde hace unos 30 años todo ha cambiado en forma radical y, acaso, se lea menos. Hoy vemos lo narrativo, ya sea musical, fílmico o literario, en forma segmentada; lo cancelamos cuando nos aburrimos, lo retomamos, lo hacemos yuxtapuesto con otra cosa. Para los más chicos es natural.

“En lo personal, difícilmente pueda estar en mi casa dos horas viendo una película; en el cine puede ser. Esta manera de acceder a lo lineal, a lo que se extiende en el tiempo, se traduce también en la manera de escribir. Lo más curioso es que para escuchar música no lo hacés con discos. Si te ponés nostálgico y pretendés escuchar un tema viejo vas exactamente a buscar la parte que querés.

“Si bien nosotros aprehendemos estas cosas, difícilmente las toleremos cuando nos ponemos a leer. La literatura contemporánea no tiene tantos usuarios y la gente prefiere algo más clásico. No es que sea elitista, para nada, pero todo lo que puede llegar a ser de vanguardia no tiene tanto eco. Quiero decir: nosotros nunca vamos a hacer un bestseller; tampoco se nos ocurre”.

—MO: Un fenómeno muy interesante que se ha dado en el campo de la poesía es a través de una red de festivales en Buenos Aires, Córdoba y, particularmente, Rosario, que ha provocado una explosión del género.

“Como se trabaja con editoriales pequeñas, cuando no artesanales, se ha permitido una verdadera rizomatización del campo poético. Antes, si no pasaba por Buenos Aires no existía y hoy, a través a las redes convencionales, de las editoriales y de esos encuentros se dio un fenómeno de federalización increíble.

“La literatura se hace por placer, pulsión o deseo. No hay una cuestión de trabajo, de contrato o de retribución monetaria”, dijo Ortiz.

“Otro hecho interesante es que se pensaba que internet iba a acabar con el libro. En realidad, lo que desaparecen son aquellas cosas sobre las cuales la sociedad no tiene necesidad de ellas. O porque surgen tecnologías mejores, donde el DVD suplantó al casete y hoy todo es online.

“El libro no desaparece y no es por una cuestión nostálgica. Si bien la gente lee en internet, quiere seguir teniendo el placer del libro en la mano. La vieja tecnología de papel continúa siendo funcional y da otro plus: si publicás un libro en determinada editorial y sale en papel te ubicás de una manera diferente que si lo hicieras en un blog. Está claro, entonces, que las editoriales siguen cartografiando el sistema literario”.

Plan de la obra de Sagasti

Luis Sagasti es exalumno y docente de Escuelas Medias; cursó su carrera en el Departamento de Humanidades y posee la licenciatura y el profesorado en Historia por la UNS.

—Novelas: Lenguas Vivas, Eterna Cadencia, Buenos Aires, 2023; Leyden Ltd. Eterna Cadencia, Buenos Aires, 2019; Una ofrenda musical, Eterna Cadencia, Buenos Aires, 2017; Maelstrom, Eterna Cadencia, Buenos Aires, 2015; Bellas Artes, Eterna Cadencia, Buenos Aires, 2011; Los mares de la Luna, Sudamericana, Buenos Aires, 2006 y El Canon de Leipzig, Simurg, Buenos Aires, 1999.


—Ensayos: Por qué escuchamos a Led Zeppelin, Gourmet musical, Buenos Aires, 2019; Cybertlön, Tenemos las máquinas, Buenos Aires, 1918 y Perdidos en el espacio, Capital Intelectual, Buenos Aires, 2011.
—Relatos: El arte de la Fuga, Teintayseis, Buenos Aires, 2016.
—Participó en la realización de El libro de las diez mil cosas, presentado en la Documenta XII de Kassel (20022) y Doce textos sobre doce edificios públicos de la República Argentina para la página ww.argentinavirtual.educ.ar (Ministerio de Educación de la Nación).
—Libros traducidos: Bellas Artes ha sido traducido al inglés y al francés (2018) y al portugués (2019) y Una Ofrenda Musical al inglés (2019) y al turco (2023).


—Premios y distinciones (seleccionados): Año 2023. Short list premio Finistre al mejor libro en español publicado en 2022. Año 2022: Segundo Premio Nacional de Literatura por el libro Una Ofrenda Musical. Año 2021: Short list en Republic of Consciousness Prize (mejor libro editado en Gran Bretaña e Irlanda en editorial independiente) por A musical Offering. Año 2014: Mención de Honor, Premio Nacional de Literatura por el libro Bellas Artes. Año 1997: Premio Nacional de Crítica de Arte.
—Otros: 2019, Estadía en Hawthornden International Retreat for Writers, Escocia; 2009, beca estímulo a la creatividad otorgada por Apexart Residency Program, New York, (texto sobre bellas artes) y 2013, invitado al ciclo sobre la obra de Jorge Luis Borges, a cargo de Ricardo Piglia, producido por la TV Pública.

Plan de la obra de Ortiz

Mario Ortiz es exalumno y docente de Escuelas Medias; cursó su carrera en el Departamento de Humanidades y obtuvo la  licenciatura y el profesorado en Letras por la UNS, carrera en la que es profesor adjunto de la cátedra Literatura Contemporánea 1. Todos sus libros de poesía (once volúmenes) tienen el título general Cuadernos de Lengua y Literatura. Este es el detalle:
—Cuadernos de Lengua y Literatura vol. I, Bahía Blanca, Edit. VOX, 2000.
—Cuadernos de Lengua y Literatura vol. II, Bahía Blanca, Edit. VOX, 2001.
—Cuadernos de Lengua y Literatura vol. III (Yo Luis Carapella), Sello Cooperativa Editora El Calamar, Bahía Blanca, 2003.


—Cuadernos de lengua y literatura vol. IV (El libro de las formas que se hunden), Buenos Aires, Gog & Magog, 2010.
—Cuadernos de Lengua y Literatura vol. V (Al pie de la letra) Editorial 17 Grises, Bahía Blanca, mayo de 2010.
—Cuadernos de Lengua y Literatura vol. VI (Crítica de la imaginación pura), Montevideo, Editorial La Propia Cartonera, 2011.
—Cuadernos de Lengua y Literatura vol. V, VI y VII, Buenos Aires, Eterna Cadencia, 2013.
—Cuadernos de Lengua y Literatura vol. VIII (Conectores temporales), Buenos Aires, Eterna Cadencia, 2014.
—Cuadernos de Lengua y Literatura vol. IX (Ejercicios de Lectoescritura), España, Editorial Liliputiense, 2014.
—Cuadernos de Lengua y Literatura vol. III ½ (La canción del poeta atrasado) Córdoba, Miembro Fantasma, 2015.


—Cuadernos de lengua y literatura, vol. X (El libro de las escalas múltiples), Buenos Aires, Eterna Cadencia, 2017.
—Cuadernos de lengua y literatura, vol. XI (Tratado de iconogénesis), Buenos Aires, Leteo, 2021.
—Los Signos, Bahía Blanca, Editorial Lux, 2023 (ensayo religioso católico).
—Entre 1992 y 1995, junto a Luis Sagasti y Miguel Martos, fue libretista del programa humorístico Maldición, llegó el verano, que se difundió por FM De La Calle (87.9).
—En 2013 publicó la obra de teatro Estomba, Buenos Aires, Editorial Libretto.
—En 2018 estrenó en Bahía Blanca la obra de teatro Carolina Beltri, dirigida por Rocío Ameri.
—La República de Villa Mitre - Colección Cuadernos de Historias del Sur Bonaerense, Bahía Blanca, EdiUNS, 2011 (historia regional escrita en colaboración con un equipo de investigación de la UNS – Departamento de Humanidades).

Los otros candidatos bahienses

Además de Sagasti y Ortiz, quienes residen en la ciudad de Bahía Blanca y son educadores en la UNS, otros cuatro bahienses fueron distinguidos con el Diploma al Mérito entre las 20 categorías de la década, en Letras, por la Fundación Konex. Se trata de:

Paula Bombara, escritora, editora, bioquímica y comunicadora científica, en Literatura Juvenil. / bragado.tv.com.ar

Roberta Iannamico, poeta, pedagoga, música y escritora de libros educativos, en Literatura Infantil. / CELTTV

Jorge Boccanera, poeta, periodista, dramaturgo y ensayista, en Poesía (2014-2018). / argentina.gob.ar

 

Guillermo David, escritor, traductor y curador, en Ensayo Literario. / Youtube - Canal Abierto