Calor extremo y falta de agua: los bahienses vuelven a los surgentes
Se trata de una imagen repetida durante los veranos. Al Parque de Mayo va gente que vive cerca, pero también vecinos de barrios alejados como Rosendo López o Grünbein.
Continúa la ola de calor en Bahía Blanca, con temperaturas máximas que rozan los 40 grados y una alerta roja por temperaturas extremas.
Esta mañana, desde el área de Salud del Municipio llamaron a "tener más responsabilidad" con algunas conductas que pueden poner en peligro a la salud. Recomendaron no realizar actividades deportivas al aire libre, utilizar ropa fresca y de colores claros, evitar la exposición al sol en los horarios pico, aumentar la frecuencia de la lactancia en recién nacidos, y garantizar la hidratación durante el día.
Sin embargo, en las últimas semanas algunos sectores de Bahía experimentaron problemas con el servicio de agua potable de la empresa ABSA, uno de los motivos por los que muchos vecinos decidieron acercarse a los surgentes de la ciudad, una fuente de agua que resulta una solución segura para situaciones habituales como esta.
Ese fue el caso de una joven de barrio Universitario que se acercó al Parque de Mayo a buscar agua "para uso general de la casa".
"La estábamos sufriendo con el calor, no solemos cargar acá, vinimos solo porque se me cortó el agua", contó.
Fabián, que vive en Grünbein y también se encontraba cargando agua, contó que en los últimos días solo sufrió cortes de luz. "Tenemos un problema de tensión, bajó, se cortó, subió y quemó un montón de televisores. Pero dentro de todo se lleva, hay que hidratarse, nada más".
En su caso, carga agua en surgentes desde siempre: "Cargo un bidón y, cuando se me acaba, vuelvo a buscar. Estas botellas que llevo ahora van para la heladera y el bidón para cocinar. A veces en donde vivo el agua viene fea, color marrón, no podemos ni siquiera hacer comida. Así que venimos acá", relató.
Algunos otros vecinos solo llevan agua para limpieza o cocina, como Benedicto, que vive en el barrio Parque Norte y sostiene que no confía en el agua de pozo. Por ese motivo, carga en los sugentes cada vez que le queda de pasada. En su caso, prefiere comprar el agua que usa para consumo propio. Elige bidones de 20 litros que le llevan a domicilio y rondan los 2.000 pesos.
Otras opciones, bidones más pequeños de 5 u 8 litros, se venden en comercios de la ciudad entre los 1.500 y 2.500 pesos.
Benedicto aseguró que el calor "se lleva". "No te digo que estamos bien. Más o menos, pero al no salir no es mucho problema".
Por su parte, Mariano, del barrio Rosendo López, aseguró que estos días intentó mantenerse tranquilo por el calor y seguir las recomendaciones de cuidarse del sol.