Bahía Blanca | Sabado, 12 de julio

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Causa judicial: el curioso descargo de un hombre detenido por vender drogas

Luis Alberto Chiavetta negó las acusaciones al declarar en la fiscalía. La Cámara Penal confirmó su prisión preventiva.

Fotos: Archivo LN.

Como inconsistentes y un intento por mejorar su situación calificaron los investigadores las llamativas y variadas explicaciones que ensayó un hombre acusado de vender drogas, quien fue detenido hace casi dos meses durante un allanamiento en su casa.

Se trata de Luis Alberto Chiavetta (46), apodado “Chula”, quien se encuentra imputado de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.

Recientemente, la Sala II de la Cámara Penal local declaró inadmisible una apelación presentada por la defensora oficial María Victoria Santa Cruz, ratificando la prisión preventiva que dictó el juez de Garantías Nº 2, Guillermo Mércuri.

La causa investigada por el doctor Mauricio Del Cero, comenzó un año antes del procedimiento, cuando una persona que no quiso identificarse le indicó a una policía que en la vivienda del procesado vendían drogas.

A partir de allí realizaron tareas de investigación (observación y filmaciones) y advirtieron movimientos compatibles con el delito atribuido.

Señalaron que a lo largo de 24 jornadas de seguimiento observaron la llegada al lugar de un número importante de personas, quienes permanecían unos instantes y se retiraban.

También se detectaron dos situaciones en las cuales, de acuerdo a lo referido, un individuo fue observado manipulando un presunto envoltorio con droga y otro que habría consumido sustancia a metros del inmueble registrado.

 

Con estos elementos, el pasado 15 de junio allanaron la casa del imputado, en Santa Cruz al 200, secuestrando 5,2 gramos de marihuana, 4 de cocaína y 89 semillas de cannabis sativa, entre otros elementos.

Respuestas para todo

Al brindar su versión en la fiscalía, Chiavetta dijo que la presencia de personas que ingresaban y salían de su domicilio tenía relación con una de sus actividades, ya que se dedicaba a arreglar autos, motos y hasta electrodomésticos, como lavarropas y secarropas.

También manifestó que tenía un capital de unos 200 mil pesos que utilizaba para comprar todo tipo de elementos y luego revenderlos, con el objetivos de “hacer una diferencia” y tener un rédito económico.

Mencionó que solía adquirir celulares, baterías y cajas de herramientas, entre otras cosas, para posteriormente comercializarlas nuevamente.

Agregó que la plata que secuestró la Policía al momento del procedimiento era resultado de la venta de una moto que había realizado su hijastra.

En tanto, manifestó que su núcleo familiar es grande y que al momento del allanamiento se encontraban presentes varios amigos de sus hijos.

“Siempre hay movimiento de gente en mi casa”, justificó.

Al ser interrogado por la incautación de estupefacientes en su domicilio, el procesado explicó que es consumidor y que incluso en un par de oportunidades debió ser atendido en un hospital.

Rechazó, en este sentido, las acusaciones y negó haber vendido sustancias.

Contestó que la cocaína se la compra a un sujeto del que conoce solo su apodo y que suele pasar por su vivienda, intercambiándola por alguno de los objetos que tiene a la venta.

Según se informó, durante el operativo los efectivos secuestraron recortes de nylon presuntamente utilizado para el fraccionamiento de drogas.

Sin embargo, Chiavetta dijo que “era una bolsa de facturas” y que le faltaba un solo pedazo que había utilizado para “ponerlo en un cable enrollado donde tengo un horno eléctrico”.

Sin sustento

Al momento de decretar la prisión preventiva, Mércuri sostuvo que no resultaba razonable la explicación sobre el hallazgo de la bolsa recortada.

Agregó que esta conclusión “extendió a las visitas que dijo recibir el imputado, las que en ocasiones, al retirarse, manipulaban elementos compatibles con cocaína e incluso la consumieron allí, permanecían en el lugar por cortos períodos de tiempo y tampoco fueron vistos llevándose elementos como los que dijo vender”.

Finalmente dijo que “la calidad de adicto no es incompatible ni excluyente de la de vendedor, y que la primera colisiona con las tareas de vigilancia que durante un año tuvieron lugar en su morada”.

Apelación rechazada

Decisión. La Sala II de la Cámara Penal declaró inadmisible la apelación presentada por la defensora oficial de Chiavetta.

Valoración. Los jueces consideraron que las razones de la Justicia de Garantías no fueron controvertidas adecuadamente, sosteniendo que, en la presentación, la defensa ”no realiza una crítica meditada, razonada y concreta de los argumentos desplegados”.

Explicaciones. Señalaron en el fallo que la aboagada solo se abocó en su presentación a sostener que ”su asistido posee una familia numerosa y se dedica a la compra, venta y reparación de todo tipo de artefactos -justificando así el movimiento de personas en el domicilio-, que el dinero secuestrado pertenecía a la venta de una motocicleta y que era escasa la cantidad cocaína habida en su poder, siendo los "recortes" restos de nylon de unas medialunas que un vecino le regaló”.

Situación. En el allanamiento a la vivienda también habían detenido a una mujer, quien luego recuperó la libertad y fue imputada por la fiscalía del delito de tenencia simple de estupefacientes.