Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Tráfico de armas: ley vieja y fallas en los controles

El fiscal federal Gabriel González da Silva, especializado en el tema, analizó que para combatir la problemática en nuestro país se requiere una política criminal semejante a la del narcotráfico.

El problema radica en la obtención de armas por grupos criminales organizados dentro del país.

El tráfico de armas, una de las ramas del crimen organizado, constituye una problemática “grave” en nuestro país que no está tipificada en el Código Penal y no se puede disociar de delitos como el narcotráfico, que tiene en jaque a ciudades como Rosario.


La falta de “profundidad” en el abordaje del problema por parte del Estado agrava la situación.


A los efectos de combatir esta práctica, ya sea local o internacional, se necesita la implementación de una política criminal del “mismo tenor” que la normativa vigente para perseguir y sancionar la comercialización de drogas.


El análisis corresponde al fiscal general ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal bahiense, Gabriel González da Silva, quien explicó que en la Argentina predomina el tráfico de armas de fuego a nivel interno.


“No hay que analizar el tráfico de armas como alguien que trae armas desde el exterior, sino que implica los movimientos y la obtención de armas por grupos criminales organizados dentro del país. No es una mera adquisición o portación; es algo más grave”, remarcó.


“Por ejemplo, muchos dicen que lo que sucede en Rosario es un problema de bandas que venden droga, pero es un problema de armas porque no hay un control efectivo. Si no ¿de dónde salieron todas las armas que hay allá y en los barrios de emergencia?”, agregó.


“Se detecta más tráfico interno de armas viejas que elementos que ingresan al país desde el exterior. El tráfico de armas es lo mismo que la trata de personas, pero con armas”, continuó el titular de la fiscalía especializada en la investigación de este tipo de delitos, con sede en la ciudad de Buenos Aires.


La violencia de género, que en ocasiones deriva en femicidios, tiene también estrecha vinculación con poseedores de armas sin la debida autorización legal.


“Tengo muchas denuncias por tenedores ilegales de armas, con las que amenazan y/o matan a sus parejas. Por día, en la Argentina, se asesina a una mujer con un arma de fuego”, precisó el representante del Ministerio Público Fiscal de la Nación.


Según González da Silva, “alguien” reparte esas armas en el mercado 'negro' doméstico y otros tienen el control de esas maniobras.


“Uno no compra armas en la vía pública porque nuestro país no es Estados Unidos, donde cualquiera puede comprar un arma de fuego. Ojalá que nunca lo sea”, advirtió.

Modernizar la ley


A criterio de González da Silva, hay que “modificar y aggiornar” la ley nacional de armas y explosivos (20.429) sancionada hace 50 años, en función de las nuevas tecnologías que actualmente -opinó- “no tenemos en cuenta”.


“Hay un cierto control. Tenemos la ANMaC (Agencia Nacional de Materiales Controlados), que regula y autoriza las habilitaciones con vencimiento y qué tipos de armas se pueden entregar. No cualquiera puede comprar un arma (en el circuito legal)”.


“Pero el problema, del cual no todos están al tanto y que no solo afecta a la Argentina, requiere la intervención de todos los sectores que deben evaluarlo y decidir qué medidas adoptar. Por ejemplo en Brasil, con la problemática de los grupos paramilitares que sí reciben armas procedentes del exterior, esta situación ya se les escapa de las manos”, aseguró.

 


“Algunos países tienen regulado este delito, pero es una cuestión para abordar mundialmente; no es una tema que lo pueda definir Rosario, ni la provincia de Santa Fe ni la Nación Argentina”, completó.


Para el especialista, la consumación del tráfico de armas es “imposible” si no falla el sistema de control en fronteras, rutas y búnkeres narcos.


“No puedo afirmar que haya corrupción estructural, pero sí hay sectores que, como mínimo, fallan. De lo contrario, tramitaríamos muchas más causas por tráfico de armas como ocurre con las investigaciones por narcotráfico”, sostuvo.


En esa línea, dijo que con frecuencia se toma conocimiento del secuestro de un cargamento de drogas, pero no en el caso de las armas, cuando hay sectores que las demandan.


“Hay una problemática de tenencia ilegal y otra de gente que tiene gran cantidad de armas autorizadas o no. Pero esto hay que revisarlo porque ¿a título de qué tienen tantas armas? Va más allá de un coleccionista”, siguió diciendo.

 

Trabajo interdisciplinario


Desde hace un año González da Silva encabeza un análisis multidisciplinario de las problemáticas relacionadas con armas, con el que colaboran fiscales de distintos países, integrantes de la cátedra de Toxicología de la Universidad de Buenos Aires, Greenpeace, Amnistía Internacional, la ANMaC y Cancillería, entre otros.


La presentación del estudio, que cuenta con el apoyo de la Procuración General de la Nación y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), está prevista para el próximo mes.


“Nuestra idea es elevar el interés y la importancia de este tema para que se tome conciencia del problema del tráfico de armas, que es una pata más del crimen organizado. Además vamos a proponer ideas para mejorar la lucha contra esta actividad”, detalló el vocero.


“Todo lo que analizamos tiene conexión con todo, es decir financiamiento, corrupción estatal, corrupción privada y las ligaduras con organizaciones narcos que también son organizaciones de armas”, añadió.

 

El trabajo incluye una investigación sobre el contexto en EE.UU., con el objetivo de "desalentar estas políticas que pretenden la liberación de armas".

 

 

Al respecto, el profesional consideró improbable la apertura ilimitada a la tenencia de armas en Argentina, tal como sucede en aquel país de Norteamérica.

 

"Las posiciones contrarias a la tenencia de armas son mayoría en el territorio argentino, pero hay un candidato (a presidente, Javier Milei) que promueve esto".

 

"Esa es una decisión legislativa y no la puede tomar un presidente. Si se decide así, tiene que haber voluntad del Congreso y dudo que la haya porque el resto de los espacios políticos, en mayor o menor medida, no está a favor de la liberación de las armas.

 

"Sí algunos piden más o menos restricciones, pero no liberación", indicó.

 

Congreso en Brasilia

 

Por invitación de la ONU, desde este lunes González da Silva participará en la capital brasilera de un congreso sobre tráfico de armas, con la presencia de otros fiscales y policías especializados de Sudamérica (principalmente países miembros del MERCOSUR) y Caribe.

 

"Se procura un acercamiento entre los fiscales de la región para debatir sobre causas en trámite o posibles causas que trascienden las fronteras. Además se analizan las legislaciones y problemas de cada país en particular", precisó quien en Brasilia será el único representante argentino, al menos por parte del MPF.

 

"Es un tema internacional, así que cada tanto la ONU nos convoca a los fiscales de crimen organizado, ya sea por drogas, armas o trata de personas", finalizó González da Silva, a cargo de la única fiscalía de tráfico de armas en el país y en el resto de Latinoamérica.

 

Si bien el tráfico de armas en nuestro país no tiene tipificación legal, sí están tipificadas la portación, la tenencia, el acopio y el contrabando de armas.