Bahía Blanca | Viernes, 17 de mayo

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Bahienses con hijos en Israel: "El horror de la guerra no tiene ninguna justificación"

Adriana Visnivetski tiene a su hija Daniela Katz viviendo a minutos de Tel Aviv con su pareja, un joven rosarino que fue llamado a sumarse al ejército. "No existen palabras para describir el odio, la locura y el ensañamiento", dijo.

Adriana Visnivetski y su hija Daniela Katz, en el Muro de los Lamentos

El teléfono celular no descansa en la casa de Sergio Katz y Adriana Visnivetski. Viven la tragedia de la guerra casi en vivo.

Los mensajes de su hija Daniela mantienen a ambos en una tensa calma, porque los más de 12 mil kilómetros de distancia que separan a la Argentina de Israel solo les permiten acompañar y contener a través de la palabra y los rezos.

Desde 2018 Daniela y su pareja Román viven en Ramat Gan, a minutos de Tel Aviv, junto a la gatita que adoptaron, "Kala". Pero, la historia de amor entre ambos, comenzó a escribirse de a poco, desde la adolescencia.

A pesar de vivir en ciudades distintas —Daniela, Bahía Blanca y Román, Rosario—  se conocen desde los 12 años, de los campamentos  de verano del movimiento Hejalutz Lamerjav.

Román y Daniela

Cuando terminaron el secundario, como tantos chicos y chicas del mundo, se sumaron al plan Shnat, una experiencia educativa en la que además de propuestas turísticas y culturales entre otras, viven experiencias laborales que les permiten conocer el funcionamiento de Israel desde adentro.

Daniela hizo la escuela hebrea hasta tercer año del secundario y Román también llegó a Israel con conocimientos del idioma. Igualmente cuando llegan al país, tienen seis meses donde reciben clases intensivas para ayudarlos a insertarse en la sociedad.

"Allí se enamoraron el uno del otro y también de Israel.  Esto fue en 2016 y finalizada esa experiencia, regresaron cada uno a su lugar de origen, pero con la seguridad de que habían encontrado su lugar en el mundo. Además de encontrar su identidad, se sintieron muy a gusto y seguros y decidieron planificar su futuro en ese país", cuenta Adriana.

Román, Sergio, Adriana y Daniela, en Rosario

Desde 2018 Daniela y Román viven en Ramat Gan, a minutos de Tel Aviv, junto a la gatita que adoptaron, "Kala".

En ese año también hicieron su Aliá, el trámite de la ciudadanía israelí y poco tiempo después la familia de Román dejó su Rosario natal y siguió los pasos de su hijo.

"Mientras Román se alistó en la carrera militar y en el Ejército, Dani se puso a trabajar cuidando niños y a estudiar Diseño Gráfico. Cuando después  de casi tres años Román terminó su experiencia como Jaial (soldado), siguió su vida como civil, también trabajando como encargado de una dietética. En Israel no existe el trabajo en negro".

Foto familiar: Martín, Adriana, Sergio y Daniela

Pero la angustia de Adriana, conforme pasan los días, sigue creciendo.

"Mi corazón está con mi hija, Román y toda su familia. Pero también con mis adorados sobrinos  Nico y Nati Katz, hijos de Tati Rossi mi cuñada y Marcelo Katz, hermano de Sergio. Además, por el lado de los Katz, tenemos mucha familia allí y también los primos de Sergio por el lado de Irma, su mamá.  Y ni hablar de la cantidad de amigos bahienses que están allá. Son tantas las familias destruidas por el odio".

Celebrando 7 años de amor en Nueva York

—¿Cómo viven las familias esta incertidumbre, el día a día, sin poder estar junto a sus hijos?

—Desde que se fueron, Dani nos visitó varias veces. Para ellos juntar dinero y planificar la vida es mucho más fácil que para nosotros. Nos comunicamos a diario por videollamadas. Cuando en el año 2022, en septiembre, viajé a ver cómo era su mundo, me sentí como en casa, conocí todos los espacios donde habitualmente ella se mueve. La playa de Tel Aviv donde baila al menos una vez por semana, porque ama bailar las danzas israelíes. Conocí sus amistades, su departamento y hasta cada movimiento de Kala, su gata. Pasarle recetas de cocina, enseñarle a solucionar problemas, todo con la tecnología hoy es muy simple. Compartir sus festejos como a la vez estar en charla por el celular y que suene una alarma porque debe salir corriendo para refugiarse. Todo eso nos pasó y todo por video llamada. Pero esto supera los límites de cualquier otra experiencia que nos haya tocado vivir desde que Dani está radicada allí. Los chicos venían de vacacionar en Nueva York y estaban festejando sus siete años de pareja y tan enamorados como el primer día. Y de pronto todo se oscureció. Alarmas que suenan y no sabés muy bien qué pasa. Salir a los refugios o en el caso de Dani y Román, a las escaleras del edificio. Eso significa alerta, misiles, necesidad de resguardarse. Luego lo que ya todos sabemos, que ni siquiera es lo mismo que verlo por la tele. Es sentir el peligro, la muerte y el terror en primera persona. 

Román y Daniela en el Muro de los Lamentos

—¿Qué se dice en Israel sobre el por qué de este ataque atroz?

—Nadie puede a esta altura dar explicación a tanto odio. Los medios tampoco pueden contar detalles macabros de lo que esta gente ha hecho y mejor ni decirlo, porque el dolor es muy profundo, hay familias destruidas pero seguro nos encontramos con un país que como siempre, se va a poner de pie. ¿Qué reclama Hamas? Podría reclamar mucho, poco o nada pero de eso no se trata, se trata del horror, de la guerra y eso no tiene ningún tipo de justificación. Respecto de la franja de Gaza, yo no soy la más indicada para dar lección del tema, lo único que me atrevo a decir, es que ha habido acuerdos y tratados de paz inclusive territoriales para  poder convivir en esa franja problemática pero es evidente que aquí ya no se trata de territorios, negociados, o lo que se les ocurra a cada uno de los politólogos explicar. No existen palabras para describir el odio, la locura y el ensañamiento. Porque a los chicos que estaban en un recital, los denigraron, mataron o secuestraron. Tanta gente que se quedó sin alguien que amaba y en el mientras tanto,  muchísima gente, como Román, fueron llamados a servir al ejército. Como padres, a Sergio y a mí nos toca contener, acompañar. Sergio tenía hace rato los pasajes sacados para ir a visitar a Dani la semana que viene y no sabemos qué sucederá. Claramente y como sea, nuestro deseo es que él pueda estar con ella. Dani está ahora en casa de la familia de Román, con Kala incluida. Saber que está con ellos, para nosotros es una gran tranquilidad.

Román es fanático de Rosario Central

—Las marchas y manifestaciones a favor de los palestinos y su accionar, deben resultar noticias difíciles de procesar...

—Entiendo que haya gente de un lado y del otro. La grieta existe en todos los ámbitos de la vida, pero el odio materializado en matanza, violaciones, secuestros y quienes hacen de esto una fiesta, vanagloriándose y acompañando como un trofeo el cuerpo de una mujer quemada o haber incendiado una familia entera, cualquiera que esté ignorando o manifestándose a favor del terrorismo, son señales para mí de una mísera persona de la cual siempre me voy a alejar".