Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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¿Por qué el proyecto sobre provincias nuevas está más vigente que nunca?

Enrique Julio adoptó el proyecto no sólo para la denominación de su diario que vio la luz el 1 de agosto de 1898, sino para promoverlo a través de los tiempos a pesar de las distintas transformaciones.

La ciudad de Bahía Blanca es considerada —en no pocas alternativas— como capital de una eventual provincia nueva. / Fotos: Rodrigo García y Pablo Presti-La Nueva.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   “Si analizamos los momentos que estamos viviendo, bien podemos sostener que las razones que llevaron a través de casi dos siglos a impulsar el proyecto de provincias nuevas, o la nueva provincia, están más vigentes que nunca”.

   Lo dijo el Dr. Víctor San Román, referente del proyecto sobre provincias nuevas, una idea que aliente desde 1998.

   “Por múltiples razones, el país no está bien por problemas que vienen desde tiempos muy lejanos y una gran diversidad de causas que se van agravando”, agregó.

   “Es imprescindible, además de las medidas de urgencia para las coyunturas, concretar un plan integral de país mirando hacia un futuro que cambie el rumbo y que lo saque adelante en forma definitiva”, sostuvo.

“La idea es que los ciudadanos  incorporemos un espíritu fundacional y tengamos  la posibilidad de defender nuestros intereses y promover el desarrollo de los territorios”, dijo San Román.

   El Dr. San Román también señaló que las distorsiones políticas, sociales, culturales, institucionales, y de todo tipo, que genera la provincia actual repercuten no sólo en perjuicio de sus habitantes, sino que afectan a toda la Nación.

   “Y si pensamos en una solución, debemos también resolver este problema que atraviesa el tiempo y que permanece latente”, comentó.

   “Por la concentración del poder en torno a La Plata, y en especial a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los ciudadanos de gran parte de este territorio vivimos ausentes y limitados para gravitar en  la superación de los problemas comunes de todos los argentinos”, explicó.

   “De esta manera, existe un vacío institucional que acentúa el desequilibrio del poder a favor de la concentración que se inició   con la creación del virreinato del Río de la Plata y se ha prolongado hasta nuestros días”, sostuvo.

   El Dr. San Román no se refiere a dividir la provincia, sino a la creación de una o más provincias nuevas.

   “La idea es que los ciudadanos  incorporemos un espíritu fundacional y tengamos  la posibilidad de defender nuestros intereses y promover el desarrollo de los territorios, no sólo en beneficio propio, sino como aporte al mejoramiento del país”, aseguró.

Dr. Víctor San Román, referente del proyecto provincias nuevas.

   También recordó que, a fines de 2021, se presentó el libro Una nueva Buenos Aires, escrito por el senador nacional Esteban Bullrich, Enrique Morad y Jorge Colina.

   “Fue una propuesta que causó un gran impacto. De esta forma se logró lo que no habíamos podido alcanzar nosotros desde esta región: instalar el tema fuera de ella con la fuerza necesaria”, admitió.

   “Hemos establecido contacto con ellos y encontramos coincidencias en todos los aspectos esenciales de nuestras propuestas”, comentó.

   “Ahora hemos acordado trabajar coordinadamente para el avance simultáneo de la iniciativa desde Buenos Aires, Bahía Blanca y otros centros gravitantes, como son los casos de Mar del Plata y de San Nicolás de los Arroyos”, afirmó.

   El Dr. San Román recordó que la fundación del diario La Nueva Provincia en 1898 nos transporta a una visión de aquellas épocas, cuando el país se encontraba en acelerado crecimiento, experimentando Bahía Blanca y la región una profunda transformación como resultado de la construcción de una red ferroviaria que atravesaba la pampa húmeda y llegaba al más importante puerto de aguas profundas, de donde salía la producción agropecuaria hacia el mundo.  

   “Ese proceso estuvo acompañado de la radicación de grandes empresas exportadoras y la fundación de pueblos en torno a las estaciones ferroviarias, que constituían las áreas de servicios para miles de familias de inmigrantes que llegaron —principalmente— de una Europa en crisis, radicándose en la  inmensa llanura circundante a Bahía Blanca y su puerto”, describió.

   “En esos momentos se daban todas las condiciones que justificaban, en este territorio y con esa población, la creación de una nueva provincia. Enrique Julio adoptó ese proyecto, no sólo para la denominación de su diario, sino para promoverlo desde entonces a través de los tiempos, a pesar de las transformaciones que se operaron en todo este prolongado período, sin perder jamás vigencia”, sostuvo.

El Dr. San Román recordó que, durante largos años, fue un reclamo de reconocimiento a las  condiciones de Bahía Blanca para constituirse en capital de una provincia, al igual que otras ciudades de similar —o menor gravitación— que fueron declaradas como tales.

   “Pero, en épocas más recientes, la justificación vino principalmente de  la necesidad de esta extensa región, la más alejada de la capital ubicada en La Plata, para que tuviera una entidad institucional similar a las del resto de las provincias, para tener la posibilidad de superar a través de su esfuerzo, una situación de estancamiento, y hasta declinación, que la viene afectando desde hace mucho tiempo”, añadió.

La historia reciente

   A fines de la década del 90, junto a destacadas figuras como las del profesor Pedro González Prieto, exrector de la UNS y Ezequiel Crisol, secretario de la Asociación Empleados de Comercio,  uno de extracción radical y el otro peronista, más el Dr. Víctor San Román, entre otros, los ciudadanos de las más diversas ideologías políticas y extracciones sociales, culturales y económicas, conformaron un movimiento multisectorial que se extendió a toda la Sexta Sección Electoral.

   El 4 de agosto de 2001, un congreso en —Aldea Romana— con la presencia de 500 delegados que, por unanimidad, se expidieron a favor del proyecto, sin registrar una sola oposición en varios años realizando asambleas en cada ciudad y pueblo.

   De allí en más, faltaba instalarlo en la agenda de la legislatura provincial para su tratamiento y aprobación por 2/3 de los integrantes de ambas cámaras.

   A tales fines se recorrió gran parte de la provincia buscando apoyo, pero no se pudo lograr.

   Las respuestas, en especial en el interior provincial, era que si bien el proyecto era bueno, para ellos no representaba beneficio alguno; incluso, un perjuicio porque la salida de la Sexta los debilitaba aún más ante el predominio del conurbano, colocándolos en un plano totalmente intrascendente.

Parte de la historia: El primer proyecto de Enrique Julio.

   El argumento tenía cierta certidumbre. Por tal razón,  se reformuló la propuesta y, en lugar de limitarla al territorio de la Sexta,  se amplió a otros sectores de la provincia, dando paso a la iniciativa denominada provincias nuevas.

   “Analizando el prolongado período transcurrido desde la fundación del diario La Nueva Provincia, y retrotrayéndonos aún más hasta llegar a la presidencia de Bernardino Rivadavia, donde encontramos el más remoto antecedente, la conclusión a que llegamos es que siempre existieron sólidos fundamentos para la creación de provincias nuevas en el inmenso territorio bonaerense”, dijo el Dr. San Román.

   “¿Por qué no se logró? Por el peso de los intereses políticos y económicos que se opusieron y la falta de adecuadas estrategias y cursos de acción para avanzar con el proyecto”, añadió.