El “nuevo boom” del vóley que explotó en Bahía, gracias a la medalla olímpica de Tokio

Redacción de La Nueva.

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   Por Mikel Iñurrategui / minurrategui@lanueva.com
   (Nota publicada en la edición impresa)

   La histórica medalla de bronce conseguida por la selección argentina masculina de vóley en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 tuvo su rebote en Bahía.

   Lo transmitido por el equipo nacional, que volvió a subirse al podio olímpico luego de 33 años, hizo eco en nuestra ciudad y los clubes lo sintieron.

   Mientras miles de argentinos madrugaban de la mano del “Heredero” o el “Nene Malo”, siguiendo los emotivos relatos de José Montesano y comentarios de Hugo Conte, a más de un chico o una chica se le encendió la llama de querer intentarlo. O de volver a intentarlo.

   “Por suerte se le está dando esa difusión que necesitamos y la verdad que nos viene bárbaro. En Villa Mitre estamos mucho mejor, incluso pasamos las expectativas que teníamos. Siempre que hay un torneo así se genera algo más en la gente”, señaló Hernán Gauna, miembro de la subcomisión del vóley tricolor.

   Algo similar se vivió en Tiro Federal, según explicó Fernando Delbés, coordinador y entrenador del club.

   “Siempre uno va teniendo llamados y se acercan, pero nunca tantos llamados juntos. Hubo un gran acercamiento tanto de varones como de chicas. Lo que sucedió en Tokio hizo que se sumara mucha gente. Nos han llamado mucho de distintas edades y estamos tratando de acomodarnos, viendo de sumar más horarios de entrenamiento”, señaló Fernando.

   Y agregó: “Lo mismo pasó cuando se hizo el Mundial en Argentina, en el 2002; hubo un auge terrible. Hay que aprovechar estos momentos”.

   En Liniers, una de las instituciones que más avanzó en este último tiempo en la disciplina, los Juegos fueron otro envión para seguir creciendo.

   “Yo arranqué hace 14 años en Liniers con el vóley, arranqué solo y ahora somos cinco y estamos hasta las manos (sic) los cinco. Hablábamos hace unos días de que era muy llamativo, nos contactaban chicos y chicas por todos lados: WhatsApp, Facebook, Instagram...", explicó Amilcar Lópes, coordinador y DT del “Chivo”.

   “Creemos que es por varios factores: que ya no esté tan estrictas las restricciones por la pandemia, la medalla de los Juegos Olímpicos, como creció el club con las instalaciones, lo de Lautaro (Martínez) y la participación del club en la Liga Nacional. Creemos que esa sumatoria hizo que hace un mes y medio, o dos, no paremos de sumar gente casi todos los entrenamientos”, entendió López.

Creciendo

   Si trasladamos el ejemplo de estos tres clubes a números, podríamos decir que incrementaron entre un 20 y 30% sus inscriptos, en las distintas categorías y en ambas ramas.

   Obviamente, esto generó —entre otras cosas— un reacondicionamiento de horarios, profesores y canchas.

   “Desde que empezaron a llamarnos,  llegamos a tener 15 chicos en espera y con la reapertura (de las actividades) y la posibilidad de tener mas gente dentro del gimnasio los convocamos y se sumaron todos. En sub 16 femenino habían quedado cinco nenas nada más, no podíamos ni formar un equipo, y hoy ya tenemos 16. Se dio todo en dos emanas, ¡una locura!”, señaló Gauna.

   “A principio de año —agregó el colaborador de Villa Mitre— llegamos a tener 150 chicos, fue buenísimo. Pero por la pandemia perdimos mucha cantidad de pibes, un 35 % de chicos que dejaron y ahora que ya volvimos estamos en más de 120 chicos. Todos los entrenamientos se están sumando tres o cuatro nuevos”.

   En todos los casos, quienes quieran acercarse a este deporte disponen de algunos días para probar, divertirse y ver si definitivamente quieren incorporarse a la actividad.

   “Todo chico que se acerca es una familia que va atrás y es un posible primo, prima, vecino o amigo que se puede llegar a sumar y eso va generando una rueda que te ayuda a levantar más aún la cantidad de gente en el deporte”, dijo Delbés.

   Amilcar, señaló que “lo que más me llamó la atención es en varones o nenes de escuelita, porque de 10 u 11 años siempre hemos tenido pocos. Y muchos también en el grupo de “Escuela”, que son en 12 años en adelante que arrancan. Te digo que cuatro o cinco nuevas por entrenamiento, estamos muy contentos. Estamos trabajando seria y responsablemente pero invadidos gracias Dios”.

Llegó una buena

   Al igual que a todas las disciplinas, la pandemia golpeó fuerte al vóley local que aún no ha podido retornar a los certámenes tradicionales. Aunque sí lo hizo con “Grand Prix”, torneos reducidos que se disputan en un fin de semana, para evitar bajas o mayores problemas por contagios.

   “Es buenísimo ver las canchas de vóley otra vez llenas. Me acuerdo que a principio de año sacamos una foto y dijimos que bueno volver a tener esto y la pandemia nos partió al medio. Y ahora volver despacito pero con este empuje tremendo que nos dio las olimpiadas es genial”, se ilusionó Gauna.

   “Estábamos muy golpeados por el tema de la pandemia, al ser un deporte en un lugar cerrado se nos complicaba todo mucho más”, señaló Fernando.

   “Fueron tiempo duros cuando el club estaba cerrado y cuando abrimos con todos los protocolos, porque ni siquiera podían jugar entre ellos. Te limitaba mucho. Aunque nos seguimos cuidando muchísimo, las cosas van cambiando”, ejemplificó Amilcar.

A futuro

   Una vez que la fiebre olímpica pase, el nuevo desafío para propios y extraños será aprovechar al máximo este empujón que llegó desde Tokio. 

   Un impulso que pueda verse reflejado con el correr de los años y que deberá ser apoyado por clubes, padres, profesores, dirigentes, comisiones, subcomisiones, medios y políticas deportivas que extiendan en el tiempo este aire fresco que renovó energías y expectativas.

   “Ojalá que esto se mantenga. Ese es el laburo que tenemos nosotros, ahora tenemos que trabajar para conseguir que los chicos se queden en el vóley. Tenemos que laburar para darle a los chicos eso que necesitan”, dijeron desde la “Villa”.

   “Los clubes trabajamos más que nada en lo social donde los nenes hacen amistades nuevas. No es solamente ir a jugar, es más grande que hacer un deporte y eso es lo bueno de que vuelvan a los clubes”, continuó Gauna.

   “Este envión hay que aprovecharlo, tenemos que poner todo lo nuestro para aprovechar ese auge que se generó. No solo para actividad en sí, sino también para el club porque se suman socios”, apuntó Delbés.

   “Hay que aprovechar al máximo estos momentos. Estamos teniendo mucha cantidad de socios y eso le hace bien al club y nos hace bien a nosotros”, entendió Amilcar.

"Esto nos vino muy bien"

   La presidenta de la Asociación Bahiense de Vóley, Angélica Diaco, también dio su visión de este momento que vive la actividad.

   "Detectamos que hay mayor atención a nuestro deporte y aumenta el caudal de jóvenes por practicarlo y hay mayor entusiasmo por seguir los partidos. Por lo que, de un modo u otro, todos ganamos con la euforia del vóley", señaló.

   "A nosotros -agregó- esto nos vino muy bien porque con la pandemia nos estaba costando mucho remontar de nuevo la actividad de la mejor manera. Estamos observando que en un muchos lados no les alcanza el espacio para tener a los jugadores".

   Además, la dirigente del vóley local, dio una especie de anuncio que puede traer buenas noticias para nuestra ciudad.

   "Tenemos algunos proyectos para poder acercar a Bahía a gente que estuvo involucrada en los Juegos, para que los chicos los conozcan y puedan verlos de cerca. Nosotros estamos siempre en actividad de buscar la forma de poder desarrollar cada vez más el vóley", reconoció.

   En cuanto al futuro, señaló que "todo lo que surga hay que aprovecharlo y buscarle la vuelta y como tenemos muy buena relación con la gente de Buenos Aires y a nivel nacional porque podemos buscar la forma y los medios para poder mejorar".