Arens, el doble más importante de su carrera, su futuro y el orgullo que causa
El bahiense se graduó en dos carreras en la Universidad de Kutztown, su lugar en el mundo en los últimos cuatro años. “No descarto comenzar una vida acá en Estados Unidos si surge una oportunidad de trabajo”, contó.
Nació en Bahía Blanca, el 11 de febrero de 1986. Es periodista egresado del Instituto Regional del Sur. Trabajó durante una década en Gente de Básquet e integró el departamento de prensa de varios clubes bahienses. Se desempeña en La Nueva desde 2013 como miembro de las secciones Deportes y de lanueva.com; y es productor de La Nueva Play. Asistió a los Juegos Olímpicos de Río 2016, a los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, a los Juegos Suramericanos de la Juventud Rosario 2022 y a los Juegos Suramericanos Asunción 2022, entre otros.
“The future belongs to those who believe in the beauty of their dreams”.
La frase lleva la firma de Eleanor Roosevelt, una escritora, activista y política estadounidense que fue primera dama entre 1933 y 1945 de su esposo Franklin.
La misma ocupa un lugar especial en la Universidad de Kutztown, el hogar de Facundo Arens en los últimos cuatro años. Y él más que nadie puede decir que “el futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños”.
Estos comenzaron a forjarse en la cancha de Olimpo, con una pelota de básquetbol en sus manos, y en el colegio Claret, entre libros, apuntes y exámenes. Siempre, claro, respaldado por sus amigos y su familia, la misma que le inculcó la importancia del estudio. Y de los sueños.
“Los estadounidenses no entienden cómo en Argentina el deporte y el estudio están separados. Mis padres siempre me insistieron que estudie y yo quería jugar, así que lo ideal para mí siempre fue venir a Estados Unidos”, relató desde Pensilvania.
El bahiense partió a Norteamérica en 2017 con un nivel de inglés “muy malo” y ahora habla “fluido”. Ah, además se recibió en dos carreras: Sport Management y BA Spanish.
Sin embargo, la historia contemporánea comenzó con un duro revés para Facundo, quien en principio iba a recalar en la universidad de Hartford.
“Ellos no quisieron arriesgar a que la NCAA no me permita jugar porque había participado profesionalmente en Olimpo. Me habían mandado el contrato y todo, pero se tiraron para atrás. Ahí, Pepe (Sánchez) —a quién conoce de su paso por Bahía Basket, donde jugó Liga de Desarrollo— buscó otras alternativas y la única que me bancaba sin jugar era Kutztown”, relató.
“Entonces, era ir a Kutztown o quedarme en Bahía Blanca a empezar Agronomía en la UNS; yo ya me había anotado y todo. A partir de ahí, comencé el proceso de acomodarme tanto a la universidad, como a la cultura y al idioma”, detalló.
Junto a Montenegro, Pepe Sánchez, Faggiano y Ramiro Santiago, Facu integra un quinteto histórico
Finalmente, la NCAA se expidió favorablemente y —con la temporada en marcha— Arens pudo debutar en la División II el 30 de diciembre de 2017: fue ante West Chester, de titular y con dos puntos en 23 minutos.
Desde entonces, al 29 de febrero de 2020, cuando jugó su último partido oficial (sumó 8 tantos ante Shippensburg), Facundo totalizó 74 encuentros y promedió 5,4 puntos, 2,7 rebotes, 1,6 asistencias en casi 22 minutos. Fueron tres temporadas, ya que la última se canceló por la situación sanitaria debido a la pandemia de coronavirus.
“En estos cuatro años crecí mucho como persona y no tanto como deportista, pero siempre supe que cuando me graduase iba a ver la posibilidad de dedicarme a lo que había estudiado. Y la verdad es que me encantaría meterme en el mundo del deporte acá en Estados Unidos, donde hay muchos puestos de trabajo y organizaciones deportivas. Quizá, si me ayudan, podría obtener un puesto de trabajo y ahí la NBA podría ser un objetivo”, mencionó.
A la hora de analizar su futuro inmediato, el bahiense dijo que “la realidad es que yo todavía no tengo ciudadanía europea para ir a jugar allá, a Argentina no quiero volver y la única opción que tengo es seguir en Estados Unidos, pero el siguiente paso sería la NBA y estoy a millones de kilómetros de poder jugar en la NBA”.
“Si me encantaría llegar a la NBA con una oportunidad de trabajo —continuó—, dejando el básquet y comenzando una vida acá”.
“Acá” es lejos de Bahía Blanca, donde gran parte de su familia siguió el acto de graduación como pudo.
“Durante el acto pensé mucho en mi familia, que me iba a ver por un link pero que no sé por qué no les anduvo. Y pensar que yo me la pasé saludando a la cámara ja, ja, ja. Mi mamá estaba en la graduación y por suerte pudo grabar un video”, narró.
Arens empezó a estudiar kinesiología tras tener que rendir dos veces el examen de ingreso y pasar “raspando” el segundo. Aunque su inglés no era el mejor y una charla con su DT lo guió.
“En el primer examen de química saqué el 15 %; entonces me agarró mi coach y me dijo ‘mirá Facu, todo muy bien, pero si querés quedarte con nosotros cuatro años deberías elegir una carrera más accesible porque tu inglés no es muy bueno y estas carreras son muy difíciles por su vocabulario’. Leer libros sobre biología y kinesiología en español eran difíciles para mí, imagínate en inglés”, recordó.
Para mantener la beca necesitaba un buen promedio académico y decidió cambiarse a la carrera de manager deportivo y asegurar su escolaridad.
“Poder irte de tu país, seguir con el deporte y a la vez estudiando es un proceso largo y difícil, pero no imposible. En lo personal, aprendí mucho y lo haría de vuelta. Además de tener dos títulos, la experiencia me dio muchísimo y ahora estoy evaluando oportunidades”, detalló.
“El acto de graduación fue bastante corto, no tiramos los gorros para arriba como es costumbre y algunas cosas más, por los protocolos del COVID. Pero la verdad yo solo deseaba que me entreguen el diploma. Ahora quiero estar en Argentina, recuperar algo de tiempo con mi familia y mis amigos”, completó.
Llegó la hora de volver a soñar y elegir caminos.
Mamá, papá, su primer DT y el cariño de una maestra
“Me tocó venir, fui una privilegiada. Estoy muy agradecida y orgullosa porque él lo ha logrado, se lo propuso, estudió y jugó al básquet. Vivió la experiencia que quería. También estamos agradecidos a Pepe (Sánchez) porque él nos ayudó mucho”, contó Silvia Amorena, mamá también de Antonella, Georgina y Florencia.
“Los coaches están muy contentos y súper agradecidos que haya venido; y escuchar hablar sobre su comportamiento y logros me pone muy orgullosa. Termina una etapa y vendrán otras y nosotros siempre vamos a estar acompañándolo”, agregó desde Kutztown.
A la distancia, su papá Claudio también sintió mucha felicidad y orgullo por la nueva etapa superada.
“Los cuatro años y todo lo que pasó Facundo es el mayor orgullo que uno siente; desde el cambio de país, de idioma, de cultura, que lo acepten… Y más teniendo en cuenta que hubo una pandemia en el medio”, mencionó.
“Además, él trabajó en los ratos libres para bancarse algunos gastos. Ahora tiene un montón de herramientas más y una formación para continuar con su vida”, manifestó.
A los 7 años, cuando llegó a Olimpo, el que lo recibió fue Jorge Morresi.
“Siempre fue un chico muy respetuoso y educado, que tenía contracción al entrenamiento, prestando atención a las indicaciones y tratando de cumplir. Es tal cual se lo ve ahora de grande, mantuvo sus características”, señaló.
“Me alegra tener gratas noticias de él y que hay cumplido su objetivo académico. No me extraña para nada porque siempre fue un chico con mucha capacidad, correcto y respetuoso. Lo aprecio mucho”, completó el entrenador y formador.
Mientras que Roxana Marini también recuerda a Facundo “con mucho cariño”.
“Fue un excelente alumno, dedicado y responsable; preocupado por aprender. Destaco su amabilidad, empatía y cercanía, tanto para conmigo como para el resto de las docentes y sus compañeros”, dijo quien fuera su maestra de matemáticas en sexto grado.
“Realmente no me sorprende lo que ha logrado, dado que siempre fue muy perseverante y encontraba los caminos para resolver las situaciones. Y tampoco me asombrará saber que va a seguir logrando sus proyectos. Me da mucha felicidad y orgullo, se merece lo mejor”, afirmó.